Precios distorsionados, el reflejo de una economía desquiciada
Los valores de los bienes y servicios que el Gobierno controla y los del resto se alejan cada vez más
Hace tiempo que los quioscos dejaron de dar cambio en caramelos. Dos masticables equivalen a un boleto de colectivo, en la ciudad de Buenos Aires, de $18. La persistente inflación (6% en abril), el desorden macroeconómico, y las intervenciones en el mercado por parte del Estado son algunas de las causas apuntadas por los especialistas para explicar la creciente distorsión de precios de la economía.
Uno de los principales motivos por los que el ciudadano promedio encuentra que paga lo mismo por su boleta de luz que por una pizza de ocho porciones es la regulación de precios tarifados, particularmente los más atrasados como el transporte o la electricidad, cuyo valor se debatió esta semana en audiencias públicas.
Cualquier comparación entre los servicios públicos y el resto de los precios es “ridícula”, de acuerdo con Camilo Tiscornia, economista y director de C&T Asesores Económicos. “El deseo del Gobierno de luchar contra la inflación a partir de controlar precios y pisarlos genera estas distorsiones con los precios libres. Se genera un retraso”, explicó.
Aún enfrentado a otros precios regulados, como aquellos que forman parte de la canasta de Precios Cuidados, los valores relativos resultan burdos. Un plan mensual de 300 megas para el hogar y 50 gigas de conexión para el celular está entre $1500 y $2000 en las principales compañías de telefonía e internet. Es el equivalente a un kilo de queso sardo en el Gran Buenos Aires, según el último relevamiento realizado por el Indec, publicado anteayer.
Lo mismo ocurre con las boletas de gas, cuyo aumento también se discute en este momento . Una factura mensual de usuario residencial con un consumo promedio de 43 metros cúbicos (m3) es cercana a $704. Es el equivalente a una leche en polvo entera de 800 gramos, según el Indec.
“Una macro distorsionada es la madre de la distorsión de precios. Un nivel de emisión monetaria por encima de la oferta de bienes y servicios genera estos contrastes”, explicó Damián Di Pace, de Focus Market.
El desfasaje es menor cuando los precios regulados son más comparables o están más atados a valores internacionales, como es el caso de los combustibles, que tuvieron un aumento de entre 9% y 11% a principios de esta semana. De acuerdo con Tiscornia, sigue siendo barato cargar un tanque de nafta en la Argentina, en contraste con otros países. Sin embargo, llenar 50 litros (el promedio del tanque de un auto mediano) a un valor de $122,13, representa un desembolso cercano a los $6000. Se trata del equivalente a una remera de una marca de primera línea, de producción nacional en los principales shoppings o comercios a la calle.
La indumentaria es lo que más aumentó en lo que va del año en GBA (29%), casi 6 puntos porcentuales por encima del alza generalizada medida por el Indec. “Es un rubro protegido. El Gobierno traba las importaciones de productos finales y genera que los locales puedan subir más los precios. Donde la importación está cerrada, hay mayor inflación”, detalló el economista.
La falta de competencia en la industria es una de las causas de los incrementos sostenidos. Sin embargo, en abril -cuando se conoció que los precios de la indumentaria y calzado tuvieron una suba de 10,9% el mes anteriorla fundación Protejer, representante del sector, dijo que se debió a un incremento en los costos vinculados a la materia prima. “Hay una presión sobre los precios locales vía aumento de precios internacionales de insumos textiles”, informaron.
Otras distorsiones: la jubilación mínima será de $37.362 a partir de junio. Un adulto mayor con este ingreso previsional debería destinar todo su ingreso si quisiese adquirir un par de zapatillas de primera línea, ya que estas se encuentran a un promedio de $36.750, de acuerdo con un relevamiento de la nacion en el principal portal de compra online, que suele incluir valores inferiores a los precios en grandes comercios. Sin embargo, este tipo de productos tiene una gran dispersión. Hay zapatillas de $3000, mientras que otras se encuentran arriba de $60.000. Depende de la marca, calidad y canal de venta.
“Hay dispersión de precios entre los formales y los informales. La diferencia entre una prenda en La Salada y un comercio debidamente establecido es importante, estamos hablando del mismo producto vendido en un local formal e informal, con menores niveles de costo”, explicó Di Pace.
El debate sobre los efectos de la ley de alquileres en el mercado inmobiliario arrojó luz sobre los perjuicios que la regulación estatal trajo al comercio, en este caso vinculado a los precios de los alquileres. Escasea la oferta de viviendas, particularmente en la ciudad de Buenos Aires y las trabas al aumento de la locación durante el transcurso del contrato generaron un alza sostenida en los valores en los últimos meses.
De acuerdo con el informe mensual que realiza el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO), durante los primeros cuatro meses de 2022, la cantidad de departamentos ofertados para alquiler cayó en promedio 20 puntos porcentuales por debajo del valor del mismo período del año anterior. Se generan listas de espera y casi no se encuentran monoambientes por debajo de los $45.000, un 142% del salario promedio de un argentino si quisiera alquilar en Balvanera, un barrio con valores promedio.
“Donde también es muy marcado el efecto de tasas de inflación más altas es en la relación de los salarios medidos respecto del consumo de distintos bienes y servicios. Por ejemplo, en abril de 2016 una persona que cobraba el salario mínimo podía comprarse una canasta básica total (el consumo definido para no caer en la pobreza) y ayudar a otra persona comprándole el 65%. Hoy, esa relación cayó a una canasta y el 14% de la segunda. A medida que la tasa de crecimiento de los precios se acelera, hay un límite muy marcado a la recuperación de los salarios”, explicó Claudio Caprarulo, economista de Analytica.
Los dólares disponibles para la importación de insumos -que impacta en las previsiones de las empresas- y la corrección en el tipo de cambio mayorista tienen impacto en el valor de muchos bienes en la economía, y generan diferencias con los precios de productos 100% locales.●