De la energía joven al emotivo homenaje a Almudena Grandes
un clima cálido, íntimo y muy emotivo, con lectura de sus textos y poemas inéditos de su marido, el poeta Luis García Montero, la escritora española Almudena Grandes fue homenajeada ayer en la Feria del Libro, “un lugar que adoraba recorrer” en cada visita a Buenos Aires, como recordó la editora Paola Lucantis en la mesa que compartió, además, con la periodista Diana Fernández Irusta.
Ante una sala colmada, con gente sentada hasta en la alfombra, el tributo a la autora de Las edades de Lulú coincidió con el Encuentro Internacional de Bookfluencers, que se desarrolló durante tres horas en la sala José Hernández, también repleta: en este caso, adolescentes y jóvenes que siguen en redes sociales a los booktubers, bookstagrammers y booktokers que participaron de las sucesivas charlas.
El último viernes de la edición 46 de la Feria no fue una excepción en cuanto a la convocatoria: como sucede desde el primer día, el público asiste temprano a La Rural y recorre en masa los pasillos de los ocho pabellones, que por momentos se vuelven intransitables. Con libros en las manos, mapas del predio, termos y mates, y muchos con barbijos colgados de las muñecas, los jóvenes se hicieron notar por todos los rincones. Algunos, sentados en el pasto al aire libre; otros, en las tribunas de la pista central; y la mayoría instalada en los alrededores del pabellón rojo: así esperaron la apertura de puertas de la sala Hernández para ingresar a escuchar a sus ídolos del mundo digital.
Mientras tanto, muy cerca, en el primer piso del pabellón blanco, se formaba la fila para ingresar a la sala Adolfo Bioy Casares, donde se desarrolló el homenaje a Almudena, que murió en noviembre pasado. Ya desde el inicio, con las lecturas de fragmentos de las novelas Inés y la alegría, El lector de Julio Verne y El corazón helado, la emoción envolvió al público, las oradoras y al poeta, director del Instituto Cervantes y compañero de vida de Grandes, que agradeció que el homenaje se hiciera en un lugar muy importante para la escritora como la Feria del Libro de Buenos Aires. Y leyó, conmovido, cuatro poemas inéditos sobre el dolor, la despedida, el duelo.
A las 20.30, hora del prime time, la charla entre Tute y Liniers, en la sala Julio Cortázar, coincidió con la presentación de La aventura de pensar, de Santiago Kovadloff, con unas 200 personas cada una. Filosofía y viñetas para dar el puntapié inicial del último fin de semana de Feria.ß