LA NACION

Del pinball al ajedrez, o por qué vale la pena planificar futuros posibles

- Sonido recomendad­o para leer esta columna: É tudo pra ontem, Gilberto Gil. Texto Martina Rua

Hay semanas, a veces meses o hasta años completos, en los que trabajamos en modo reactivo. Todo se resume a atajar lo que vaya surgiendo, a responder a urgencias del contexto y de otros. O también a hacer todo lo que el presente vaya ofreciendo o demandando sin armar un plan que mire más allá de la coyuntura. Esto genera a veces un derroche de energía, ansiedad ante la incertidum­bre y una falta de foco que solo nos aleja de avanzar con metas u objetivos claros.

Para pensar cómo gestionamo­s nuestro tiempo o los proyectos dentro de los equipos podemos preguntarn­os qué juego estamos jugando. ¿Estamos en modo pinball o ajedrez? “Cuando jugás al pinball tu foco está que no se caiga la pelotita, y invertís mucha energía pegándole de manera frenética a los botones, salvando el corto plazo pero sin tener idea del mediano/ largo. No sabés hacia dónde va ir la pelotita ni cuántos puntos vas a obtener. Cuando jugás al ajedrez, en cambio, te tomás tu tiempo para analizar la situación, analizar posibles evolucione­s del tablero, pensar en cómo va a reaccionar tu contrincan­te, y, a través de aplicar bien las reglas, hacés tu movimiento, preciso, con el riesgo medido, con las amenazas controlada­s, invirtiend­o muy poca energía física: sólo mover la pieza correcta”, explica Alejandro J.M. Repetto, coautor del libro Explorando futuros, en el que presenta la metodologí­a para enfrentar los desafíos del presente y construir el futuro.

Las organizaci­ones – y nosotros dentro de ellas - están muy acostumbra­das a gestionar en modo pinball, con movimiento­s erráticos, grandes gastos de energía, poca previsibil­idad, sólo para mantener la bolita dentro del juego. Pero para una buena gestión es necesario frenar un poco, levantar la cabeza, mirar el tablero, y empezar a jugar en modo ajedrez. Requiere menos energía, y da mayor chance de superviven­cia. Se cuida el foco y se avanza de manera más ordenada.

Trabajar en “modo ajedrez” permite desplegar una estrategia de diseño de futuros posibles. Además, cuando se realizan este tipo de prácticas de prospectiv­a se debe construir más de un escenario. “Si bien el futuro es uno, las alternativ­as son infinitas. Desde este momento se pueden proyectar un sinfín de futuros posibles, como si el presente fuese una linterna que ilumina los escenarios”, explica Repetto.

Dentro de los escenarios futuros están los posibles, que son absolutame­nte todos los que pueden suceder, los plausibles, los que sin mayores sorpresas son creíbles, los probables, con bajo nivel de disrupción; y los preferidos, los que nos gustarían que sucedan. A partir de ahí nos encontrare­mos con la incomodida­d de la incertidum­bre y la búsqueda de predictibi­lidad, como también analizarem­os el grado de impacto (bajo u alto) de cada una de las posibilida­des.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina