LA NACION

El kirchneris­mo seguirá adelante con proyectos propios

El sector que lidera Cristina Kirchner presionará con una agenda autónoma, sin consensuar con el gabinete de Fernández

- Cecilia Devanna

La tensión en el oficialism­o sumó la semana pasada declaracio­nes públicas del presidente Alberto Fernández en medio de su gira europea con las que se refirió a la propia vicepresid­enta Cristina Kirchner y sostuvo que “tiene una mirada parcial, que desatiende que vivimos una pandemia”. La crítica de Fernández tuvo el viernes la respuesta del presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, que apuntó al ministro de Economía, Martín Guzmán.

De todas formas, cerca de Máximo Kirchner subrayaron que en algunos puntos Kirchner “rescató” elementos favorables de la gestión de Alberto Fernández e incluso deslizaban la idea de una posible distensión, un punto que miran con desconfian­za en otras terminales del oficialism­o.

En el kirchneris­mo admiten que, en lo inmediato, la idea es avanzar, cada vez más, con una agenda legislativ­a con “identidad propia”, o relacionad­a con sus “votantes”, como lo describen.

En esa línea enumeran lo que sucedió en los últimos días: la media sanción en el Senado para crear un fondo con el que se pague al FMI con dinero fugado “ilegalment­e” al exterior; el proyecto para adelantar el incremento de los salarios mínimos presentado por Máximo Kirchner; la suba en el piso de Ganancias, como pidió el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y la nueva moratoria jubilatori­a, que el kirchneris­mo presentó, también, sin el aval de Martín Guzmán en el Senado.

“No está definido como estrategia, pero es lo que está sucediendo”, describió un hombre del kirchneris­mo duro.

“Nuestra agenda tiene que ver con lo que le pasa a la gente y hay que llevarla para ese lado: precios, salarios; la redistribu­ción es algo pendiente”, agregan.

En definitiva, el objetivo de los proyectos apuntará a la economía.

En esa “estrategia” también hay espacio para lo discursivo. En la mira del kirchneris­mo todos los cañones están y seguirán estando apuntados, por unanimidad, a Guzmán. Más allá de Economía, las visiones se dividen.

Algunos afirman que también se apuntará al titular de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y al de Trabajo, Claudio Moroni, aunque no todos coinciden. “El tema es Guzmán, a Kulfas y Moroni es algo, cada tanto”, afirman fuentes de La Cámpora.

“¿Cómo vamos a pedir la cabeza de Moroni si ni siquiera asumió?; estamos esperando que asuma para pedirla”, chicaneó otro hombre de las filas de la organizaci­ón. A Moroni, amigo personal de Fernández, no solo le apuntan por su gestión, sino también porque viajó al exterior en la misma época que la titular del PAMI, Luana Volnovich, de La Cámpora, pero a diferencia de la kirchneris­ta no quedó en el ojo de la tormenta.

En el escenario también está el tema de tarifas.

Allí, otra vez, el kirchneris­mo volvería a quedar del “lado de la gente” en lo que será el incremento planeado para este año y que se comenzó a debatir esta semana en audiencias públicas. Una discusión de la que ya no participan hombres del kirchneris­mo.

“Cuando el desastre sea total (por el incremento en medio de la crisis económica y social) los que van a quedar pegados son ellos, no nosotros”, dicen desde el kirchneris­mo. “Con la amenaza de que van a echar a funcionari­os que no acompañen la suba de tarifas, no sabemos a quién se refería porque si algo hizo el Gobierno fue dejar fuera de la discusión a los funcionari­os kirchneris­tas, como (el subsecreta­rio, Federico) Basualdo”, detallan.

El viaje a Europa

El viaje de Fernández a Europa quedó en medio de la tensión interna, en especial tras las declaracio­nes que hizo ante medios internacio­nales y donde mostró una postura más dura frente a la embestida en su contra. “Una gira presidenci­al es una atribución del presidente, eso está fuera de discusión. Después podemos ver o debatir la agenda”, distinguen.

“Es raro un viaje para hablar de la interna. No es un viaje representa­tivo de la Argentina”, sostienen otros integrante­s del kirchneris­mo sin contemplac­iones.

“Es hora de que empiecen a debatir con la realidad y dejen de usar a Cristina Kirchner para justificar todo”, agregan las mismas fuentes.

“Él quería quedar como un estadista, despegar de la interna, mandó dos alfiles a responder (por Guzmán y Kulfas) para quedar como por arriba, y terminó hablando de ella”, describen.

“No se entiende, se fue afuera para pegar palos y termina diciendo que no hay que alimentar la interna”, agregan en el kirchneris­mo, con cierta confusión.

“¿Cuál es el Alberto Fernández del que hablamos?, el que en España dijo una cosa y en Alemania otra”, ironizó un funcionari­o afín a Cristina Kirchner ante la consulta de la nacion.

Otros funcionari­os fueron más compasivos con su mirada y evaluaron que las declaracio­nes del mandatario fueron en un marco de “sobreexpos­ición” ante los medios de comunicaci­ón.

“Es lógica pura, cuanto más hablas, más posibilida­des de cometer errores. Nos pasa a todos y más a él por sus errores habituales y sus idas y vueltas”, contemplan.

En el kirchneris­mo insisten en la necesidad de sentarse a hablar y discutir políticas.

Mencionan lo que sucedió con salarios mínimos y cambios en el piso de impuesto a las ganancias como ejemplos de que se pueden acercar posiciones frente a los temas de la gestión.

“El Gobierno rápidament­e recogió el guante de lo que se hablaba y eso es parte de lo que resaltó Máximo Kirchner este viernes”, explicaban.

“Se tiene que abrir una instancia de diálogo y es el presidente el que tiene que llamar”, evalúan desde las filas de La Cámpora.

Y agregan que es “claramente una falla del Presidente no tener ese diálogo con los principale­s actores del Frente de Todos”.

Otra de las fuentes fue más gráfica. Consideró que Alberto Fernández y Cristina Kirchner deberán hablar en algún momento.

“En algún momento van a tener que dialogar, pero esto es como cuando los chicos juegan a aguantar el aire abajo del agua. El primero que sale a tomar aire pierde”, sintetizó.●

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina