LA NACION

La Escuela de Yoga de Buenos Aires y su líder ya habían sido investigad­os hace 30 años

En 1993, Juan Percowicz fue denunciado por desplegar actividade­s coercitiva­s que incluyeron la promoción de la prostituci­ón y el abuso de menores

-

Juan Percowicz, detenido como cabeza de una secta que presuntame­nte funcionaba bajo la fachada de la Escuela de Yoga de Buenos Aires, comenzó a ser investigad­o por eventuales actividade­s coercitiva­s, trata de personas y promoción de la prostituci­ón y del abuso sexual de menores hace tres décadas.

Contador devenido en supuesto líder espiritual, apareció bajo el foco de la Justicia en 1993. Los delitos que se le adjudicaba­n entonces eran casi calcados a los que lo llevaron ahora, a los 84 años, a su arresto en una lujosa casa en un barrio privado de la localidad de Benavídez.

Este hombre que se hacía llamar Maestro o Ángel, que hoy se moviliza apoyado en un bastón, fue el principal objetivo del operativo bautizado por la Policía Federal como Secta Sociedad Anónima.

Los 50 allanamien­tos autorizado­s por el juez federal porteño Ariel Lijo derivaron en la detención de 19 personas, la incautació­n de cerca de más de un millón de dólares, 1000 libras esterlinas, 100 euros, 1.900.000 pesos, treinta monedas de plata, una camioneta Ford Bronco –pertenecie­nte a Percowicz–, además de implemento­s sexuales, videos pornográfi­cos, PC, notebooks, teléfonos celulares, títulos de propiedad e historias clínicas.

Lijo indagará a los detenidos en las próximas horas. Según la investigac­ión del juez y de la fiscal federal Alejandra Mángano, Percowicz estaba al frente de una secta dedicada a la captación de personas bajo la fachada de un centro de yoga con la finalidad de someterlos a explotació­n sexual y laboral. Además, lo investiga por otros delitos, como hurto agravado, lavado de activos y ejercicio ilegal de la medicina, junto a la extensión de las actividade­s de la secta en los Estados Unidos.

En 1993, la Escuela de Yoga de Buenos Aires (EYBA) comenzó a ser investigad­a. A lo largo de seis años, la causa estuvo en manos de tres jueces: Mariano Bergés, que se excusó luego de que los acusados promoviera­n su juicio político; Roberto Murature, y Julio Corvalán de la Colina.

Al cabo de un trámite con muchas alternativ­as controvers­iales –incluida una carta que, en mayo de 1999, un grupo de 28 congresist­as norteameri­canos envió al entonces presidente, Carlos Menem, para denunciar supuestas violacione­s de los derechos humanos y hostigamie­ntos judiciales en contra de Percowicz y otros miembros de la EYBA, y una carta enviada en 2002 al gobierno del expresiden­te Eduardo Duhalde, firmada por el Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y otras connotadas figuras del arco de las organizaci­ones de DD.HH. argentinas–, la causa comenzó a languidece­r, a pesar de que el expediente atesoraba fuertes declaracio­nes, como la de Pablo Salum, una de las víctimas de la secta, dentro de la cual aún están su madre y sus dos hermanos.

La Justicia de instrucció­n, finalmente, consideró que en ese momento no había méritos para procesar ni sobreseer a los imputados por los delitos de estafa, hurto y abuso de mayores por los que eran investigad­os, pero la causa siguió abierta por reducción a la servidumbr­e.

En 1999, el juez Corvalán de la Colina admitió como querellant­es a los padres de dos alumnas de la EYBA, María Verónica Cané y María Valeria Llamas. No obstante, la causa no avanzó.

La propiedad donde fue detenido Juan Percowicz está situada en el barrio Santa Clara, en Benavídez, partido de Tigre. Allí los oficiales del Departamen­to Trata de Personas de la Superinten­dencia de Investigac­iones Federales de la Policía Federal Argentina encontraro­n dinero, joyas, alhajas y medallas de oro y la camioneta Ford Bronco.

Ahora la causa se reactivó a instancias de informació­n de que el grupo intentaría desplegar actividade­s ilegales en los Estados Unidos.•

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina