Tensión entre Ucrania y el Vaticano por unas declaraciones del Papa
Kiev convocó al nuncio luego de que Francisco pidiera un esfuerzo por la paz a “todos” y llamara a Dugina “una niña inocente”; “nuestro corazón está desgarrado”, dijo el canciller
ROMA.– La delicada relación diplomática entre Ucrania y el Vaticano vive sus horas más difíciles, después de que el gobierno de Kiev comunicara que no “digirió” las palabras pronunciadas por el papa Francisco en la audiencia general, cuando pidió a “todos” que hicieran su parte por la paz, y llamó a Daria Dugina “una pobre niña inocente”.
El gobierno de Volodimir Zelensky convocó al embajador del Vaticano para quejarse de los comentarios de Francisco, mientras que el canciller ucraniano subió el tono de la queja.
“El corazón ucraniano está desgarrado por las palabras del Papa”, dijo el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, a los periodistas en Kiev al explicar por qué citaron al nuncio apostólico a la cancillería ucraniana. “Fue injusto”, agregó, en referencia a las palabras de Francisco.
“Ucrania está profundamente desilusionada por las palabras del Pontífice, que comparan injustamente al agresor y la víctima. Al mismo tiempo, por la decisión del papa Francisco de mencionar, en el contexto de la guerra ruso-ucraniana, la muerte de una ciudadana rusa en territorio de Rusia, con la que Ucrania no tiene nada que ver”, dijo Kuleba al nuncio en Kiev, monseñor Visvaldas Kulbokas, según informó la embajada ucraniana ante la Santa Sede.
La cancillería ucraniana incluso invocó la atención del nuncio apostólico sobre el hecho de que, “desde el comienzo de la invasión a vasta escala de la Federación de Rusa a Ucrania, el Pontífice no tomó nunca particular atención a las víctimas específicas de la guerra, entre ellas 376 niños ucranianos muertos a manos de los ocupantes rusos”.
“El Ministerio de Asuntos Exteriores ucraniano expresó la esperanza de que en un futuro la Santa Sede evite declaraciones injustas que causan desilusión en la sociedad ucraniana”, refirió la embajada.
El miércoles, el Día de la Independencia de Ucrania y cuando se cumplieron seis meses de la invasión, Francisco se refirió al asesinato de Dugina, hija del ideólogo ruso Alexander Dugin, cercano a Vladimir Putin. El Papa incluyó a la “pobre chica” asesinada con un coche bomba en Moscú, así como a los huérfanos de Ucrania y Rusia, entre los “inocentes” que han sido víctimas de la “locura de la guerra”. Rusia ha acusado a la inteligencia ucraniana del ataque, algo que Ucrania niega.
El primero en reaccionar a esas palabras fue el embajador de Ucrania en el Vaticano, Andrii Yurash, el mismo miércoles. En un tuit, dijo que las palabras del Papa eran “decepcionantes”. “¿Cómo es posible mencionar a uno de los ideólogos del imperialismo [ruso] como víctima inocente? Fue asesinada por los rusos”, dijo.
Francisco ha criticado la guerra en Ucrania, pero ha intentado mantener una puerta abierta al diálogo con Moscú, absteniéndose de condenar a Rusia, al presidente Vladimir Putin o al líder de la Iglesia Ortodoxa Rusa, el patriarca Kirill, por su nombre. Su enfoque no ha caído bien en Kiev, pero se ciñe a la tradición diplomática del Vaticano de no tomar partido en un conflicto.
El clima sigue no siendo fácil y la visita del Papa a Ucrania, para la que no había fecha pero sí la voluntad expresada explícitamente por el Pontífice, ahora parece alejarse.
También se ha aplazado el encuentro con el patriarca de Moscú Kirill, que no viajará a Kazajistán a mediados de septiembre, en lo que iba a ser la primera ocasión de un cara a cara con Francisco desde el inicio de la invasión rusa.
La diplomacia vaticana sigue trabajando entre bambalinas y opta, por el momento, por no comentar oficialmente los hechos de las últimas horas. Sin embargo, llega desde el Vaticano la voz del director editorial del Dicasterio para la Comunicación, Andrea Tornielli, que subrayó: “Durante estos meses el Papa nunca ha sido equidistante: condenó con palabras claras la agresión perpetrada por Rusia”.
En los pasillos del Vaticano se pueden percibir el dolor y la decepción sobre todo por las palabras emitidas por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Kiev, que acusó a Francisco de no haber “prestado nunca una atención particular a las víctimas específicas de la guerra.
Una frase que llega tras el encuentro en el Aula Pablo VI con decenas de niños ucranianos, acogidos por Cáritas, gozosos por el abrazo del Papa.