Australia se recuperó y venció al campeón del mundo
El triunfo por 25-17 sobre Sudáfrica es un símbolo de su potencia; los Pumas 7s, en acción
La Sudáfrica campeona del mundo, vencedora de la última serie frente a British & Irish Lions y ganadora en la última ventana de julio, ante Gales, tiene una deuda. Enfrentarse con los Wallabies en Australia sigue siendo una piedra en el camino para un equipo que impone su juego a partir del rigor físico. Ya son ocho los partidos consecutivos sin ganar en ese suelo, con siete derrotas y un empate. Lo más reciente fue el 25-17 de ayer, en Adelaida.
Nueve años llevan los africanos sin doblegar como visitante a un rival inferior en los papeles y que tuvo vaivenes en esta última década. El éxito por 38-12 en Brisbane, en 2013, ya quedó lejos en el tiempo. Esta vez, los australianos, que se recuperaron luego de la catástrofe frente a los Pumas en San Juan, dieron una clase magistral de contundencia y marcaron diferencias contra un rival impreciso y confuso. Una continuidad de lo que fueron los últimos minutos en la caída de hace 14 días ante All Blacks en el Ellis Park, de Johannesburgo.
El comienzo fue cambiante y tuvo un lapso que no coincidió con el desarrollo de esos 40 minutos iniciales. Antes de cumplirse el primer minuto, tras una buena secuencia en ataque, Australia golpeó por medio de Fraser Mcregith, que había marcado ya en el triunfo ante los Pumas en Mendoza. El anfitrión tuvo una breve superioridad en los primeros 15, pero luego Springboks tomó el protagonismo, arrinconó al oponente y creó oportunidades netas de try. Más tarde, todo cambió drásticamente.
Para Australia se trató de una victoria clave, sobre todo por la forma en la que había caído ante los Pumas, por más de 30 puntos y sin reacción. Para Sudáfrica, resulta una caída decepcionante, que incluso lleva algo de preocupación. Cuando no logran percutir con los forwards, los campeones del mundo carecen de ideas para lastimar a sus adversarios. Sin ganar esa batalla física, son predecibles y no cuentan con un plan B.
Australia sigue siendo tierra prohibida para el conjunto verde, y cuando sus jugadores se conectan, pueden ser muy peligrosos. Habrá chance de desquite el próximo sábado, en Sydney.
El seven, en Los Ángeles
En Los Ángeles, por la última etapa del circuito previo al Mundial, el seleccionado argentino de seven superó a España por un contundente 52-7. Resultó una magnífica tarea colectiva, con múltiples razones individuales. Más tarde, el combiando nacional perdió con Australia, un rival directo, por 19-14. Tuvo una tarea digna, pero se quedó sin rigor físico en el último suspiro. A última hora, se citaba con Japón, en el cierre del Grupo A.