“Recuerden este día, muchachos”: toda la intimidad de la hazaña
Otra jornada que entra en la leyenda puma. Como la de Parramatta, hace dos años, pero lograrlo de visitante en la región de Canterbury, la cuna del rugby neozelandés, lo hace más especial. “Estamos escribiendo una nueva página en la historia de los Pumas y lo hablamos. Todos los partidos que fueron pasando hacen que hoy estemos acá y cada uno va escribiendo la página de los Pumas. Los Pumas no es algo nuestro, es de todos. Todos los que nos ponemos la camiseta representamos a un montón de gente. Tenemos que seguir pensando en el proceso de crecer constante y no pensar tanto en el resultado. Lo decíamos: estamos para jugar dos horas más, expresó orgulloso, pero mesurado, Julio Montoya, el capitán que volvió a ser una fiera en defensa, tackleando a destajo y pescando dos pelotas muy importantes. Un líder silencioso, de pocas palabras, que entre la emoción se permitió poner la cabeza fría: siempre hablamos de dejar la camiseta un poco más alto, un legado que quede. Hay que disfrutar, pero el trabajo no está hecho. En siete días volvemos a jugar”.
Si hay un jugador que tuvo un partido especial ese fue Pablo Matera, volviendo a la ciudad donde jugó su mejor rugby en el primer semestre del año. Su paso por Crusaders, con título incluido, fue fructífero para su carrera y a nivel humano. “Que haya tocado en Christchurch es un condimento extra para mí. Es una ciudad en la que viví los últimos 7 meses, la cual fue mi casa. Fue una semana muy especial volver y reencontrarme con mucha gente. Escribir un lindo capítulo en la historia de los Pumas es la frutilla del postre” manifestó el ex capitán. “No sólo me adoptaron a mí, sino también a mi familia, nos sentimos como en casa. Fueron los meses más lindos que nos tocó como familia y es un lugar que va a tener un lugar en mi corazón. Haber venido acá y ganar es alucinante”.
Matera, uno de los tantos puntos altos que tuvo el seleccionado argentino, remarcó el carácter y la compostura para lograr la victoria. “El objetivo era ganar acá, ser los primeros. Tuvimos mucha templanza en todo momento, con un try de maul en contra y penales en el scrum, pero el equipo tuvo mucha madurez. Se acostumbró a salir adelante en esos momentos complicados. Para mí es el triunfo más lindo por haberlo hecho en Christchurch. Es el más lindo que me tocó jugar”.
Montoya también resaltó la personalidad de los Pumas, aún con detalles por pulir. “Sabemos que el partido no iba a ser perfecto. El tema es como salimos de esos momentos. Estuvimos bajo presión y seguimos confiando. Tuvimos una muy buena defensa, el line no salió muy bien y el scrum tampoco… el que quiere un partido perfecto acá no lo va a encontrar nunca”.
En los cinco años que el entrenador australiano Michael Cheika estuvo a cargo de los Wallabies, su registro contra los All Blacks había sido mixto, con algunos triunfos importantes en su tierra pero siempre cayendo en los grandes torneos, como la Copa Bledisloe y el Mundial. Fundamentalmente, Cheika jamás había conseguido un triunfo contra el equipo de Ian Foster en Nueva Zelanda. Y a su llegada como head coach de los Pumas en marzo, ese había sido uno de los objetivos que se propuso.
Pero esa no fue la única premonición del entrenador de Sydney. En la previa del encuentro se conoció el mensaje que le dedicó a sus jugadores en el vestuario, para transmitir su confianza en que el hito sería posible: “Recuerden este día, muchachos. Va a ser de ustedes toda la vida”.
Cheika no pudo ocultar el orgullo que sintió por sus dirigidos, pero también hizo hincapié en que el trabajo no está terminado: “Estoy muy feliz por los jugadores, este grupo está siempre listo. Era un gran desafío pero ellos confiaron, y por eso estoy orgulloso. Tenemos mucho en qué trabajar para el próximo partido”. No obstante, sí valoró el significado que adquiere la hazaña y el mensaje que envía: “El triunfo vale mucho para demostrar que podemos competir en este nivel de juego y con este equipo, que es de primer nivel mundial”. Cheika se enfocó en particular en uno de los inamovibles de su equipo desde que se hizo cargo de los Pumas, Santiago Carreras: “Nos da la posibilidad de hacerlo jugar como fullback y como apertura. Es un líder del equipo”.