“¡Choreamos!”. El custodio de Cristina que incomodó a Gioja y come con Di Zeo
Carbone es comisario retirado de la Policía Federal; boxea y frecuenta a un líder de la barra brava de Boca
Diego Carbone es el policía federal que oficia de jefe de la custodia personal de Cristina Kirchner. Fue uno de los que anteanoche, luego de la tensión del enfrentamiento entre los militantes kirchneristas y los efectivos de seguridad porteños, abrió paso en Juncal y Uruguay para improvisar un escenario desde donde pudiera hablar la vicepresidenta. Sin embargo, su rostro se hizo conocido el martes, durante el primer día de la vigilia kirchnerista en Recoleta, cuando un teléfono indiscreto difundió en redes su encuentro con el diputado sanjuanino José Luis Gioja. Entre risas y abrazos, Carbone dice del exgobernador y extitular del PJ: “¡La plata que choreamos con este!”.
Carbone está a cargo del Departamento de Seguridad Vicepresidencial. Es comisario retirado y la sombra de los Kirchner desde que Néstor llegó a la Casa Rosada, en 2003. Suele incluso acompañar a Cristina a El Calafate. El sábado a la noche organizó a la tropa de militantes después de que el gobierno de la ciudad dio la orden de retirar las vallas que rodearon por casi medio día el domicilio de su jefa. Y a lo largo de la semana no solo se abrazó con Gioja en la puerta de Juncal 2166, sino que hubo otros dirigentes que se acercaron a él para saludarlo. Sobre todo, segundas líneas de La Cámpora con quienes compartió actividades políticas vinculadas al PJ bonaerense.
Cristina Kirchner siempre omitió los nexos ocultos de su custodio, que frecuenta en asados y entrenamientos de boxeo a Rafael Di Zeo, uno de los jefes de La 12, como se conoce a la barra brava de Boca. Carbone compite en kickboxing a nivel sudamericano. Se inició en el deporte de la mano del exboxeador profesional Jorge “Acero” Cali, que falleció el año pasado en La Pampa. En 2019, Carbone fue campeón en Brasil en representación de la World Kickboxing Network Argentina (WKN), una organización impulsada por el propio
Acero Cali y el boxeador Marcos “el Chino” Maidana.
En 2008, Acero Cali irrumpió junto a Guillermo Moreno durante una movilización de dirigentes rurales en Olivos que protestaban contra las retenciones móviles impuestas por Cristina Fernández de Kirchner. “Nunca fui su guardaespaldas. Es mi amigo desde hace mucho tiempo”, dijo alguna vez en la nacion. De esa “fuerza de choque” también participaban barras de Boca digitados por Di Zeo, que se acercó al kirchnerismo de la mano de Marcelo Mallo, un dirigente político surgido de Francisco Solano que impulsó Hinchadas Argentinas Unidas, una agrupación que financió a barras para llevarlos al Mundial de Sudáfrica 2010 a cambio de apoyo y punterismo político en los barrios.
“Ellos sabrán qué les puedo aportar”, suele decir Di Zeo sobre su relación con los políticos. Mallo amplió alguna vez, en diálogo con la nacion: “Si Rafa sale a caminar por la calle con Scioli [Daniel, que por entonces era gobernador de Buenos Aires], la gente le va a pedir más autógrafos a él que al gobernador. Y si camina rumbo a La Boca, la gente se encolumna detrás de él. Es un gran aglutinador social”. Carbone frecuenta todavía a Mallo, un dirigente muy cercano a Rudy Ulloa y a José Ottavis, y a Di Zeo. Los une no solo la política, sino también el boxeo.