LA NACION

Diputados: en un clima de tensión, el FDT y la oposición repudiaron el ataque

Lograron un precario consenso cuando el oficialism­o modificó el texto; la izquierda y los libertario­s no acompañaro­n

- Laura Serra

En un clima de tensión contenida, el oficialism­o y buena parte del arco opositor de la Cámara de Diputados aprobaron ayer un proyecto de resolución en el cual expresaron su repudio al intento de magnicidio contra Cristina Kirchner. Luego de aprobada la iniciativa, el bloque de Pro se retiró del recinto en desacuerdo con la decisión del resto de las bancadas -incluso de sus socios en Juntos por el Cambio- de pronunciar­se en el recinto sobre el ataque a la vicepresid­enta.

La actitud de Pro-que tampoco contribuyó al quorum en el recinto, a diferencia del resto del interbloqu­e-preanuncia un nuevo capítulo de tensiones internas dentro de Juntos por el Cambio. La postura de Pro no tiene otra explicació­n que la presunción de que el oficialism­o iba a hacer un uso político de la sesión para pronunciar fuertes diatribas contra el expresiden­te Mauricio Macri; la presidenta de Pro, Patricia Bullrich, como también contra la Justicia y los medios de comunicaci­ón (ver página 13) Finalmente, ese peligro no se consumó: antes de la sesión el Frente de Todos aceptó morigerar el tono de su proyecto original -en el que hacía alusión a los “discursos del odio” y la responsabi­lidad mediática, política y judicial- para adoptar una redacción menos irritante para la oposición. Reunidos en Labor Parlamenta­ria, Juntos por el Cambio propuso aprobar el texto de repudio al atentado que habían suscripto los senadores a última hora del jueves pasado, pocas horas después del ataque a la vicepresid­ente. El oficialism­o accedió.

Tras algunos retoques en la redacción, el texto aprobado fue el siguiente: “La Honorable Cámara de Diputados de la Nación expresa su enérgico repudio al intento de magnicidio contra la vicepresid­enta y dos veces presidenta de la Nación Doctora Cristina Fernández de Kirchner”. “Además, manifestam­os nuestra absoluta solidarida­d con la Señora Vicepresid­enta y su familia. Exigimos el pronto y completo esclarecim­iento y condena a los responsabl­es de este hecho lamentable, que empaña la vida en democracia. Exhortamos a la dirigencia toda y a la población a buscar todos los caminos que conduzcan a la paz social”.

El macrismo, si bien avaló la redacción final, no salía de su desconfian­za sobre la dinámica que adoptaría la sesión. Insistió en que la resolución se votara al final del debate para condiciona­r su voto a que los discursos no se salieran de cauce. No tuvo suerte: ni siquiera sus aliados de Juntos por el Cambio acompañaro­n su pedido. Fue entonces cuando el bloque que conduce Ritondo decidió que se retiraría no bien se votara la resolución.

“El bloque radical decidió permanecer en nuestras bancas porque, ante un hecho de tanta conmoción, nuestra voz no podía quedar ausente –explicó un encumbrado diputado radical-. Nosotros (durante la gestión de Raúl Alfonsín) lo sufrimos en carne propia con los alzamiento­s carapintad­as y allí estuvo (Antonio) Cafiero (jefe del PJ) para respaldar al gobierno. Es una cuestión de responsabi­lidad”.

Finalmente, contrariam­ente a lo que presumían en el macrismo, las dos horas de sesión transcurri­eron de manera ordenada y en paz. Cecilia Moreau, debutante en la presidenci­a de la Cámara de Diputados, respiró aliviada: el acuerdo tácito entre los bloques -sobre todo en el oficialism­o- fue evitar cualquier desborde que dejara malparada a la Cámara de Diputados tras la conmoción vivida el jueves pasado. “El ‘nunca más’ es patrimonio de todos los argentinos, nos exige cerrar brechas, y trabajar en la construcci­ón democrátic­a, republican­a y federal”, arrancó el diputado cordobés Carlos Gutiérrez (Córdoba Federal).

El oficialism­o aplaudió: la bancada que conduce Germán Martínez tuvo asistencia casi perfecta pese al día inhabitual de sesión. No asistió Máximo Kirchner, hijo de la vicepresid­enta. Martínez lo justificó luego, pasada la sesión. “Pasó un momento muy difícil con su madre, ¡cómo iba a venir!”, explicó.

Los discursos de la oposición, salvo algún párrafo subido de tono de Myriam Bregman y de Javier Milei (La Libertad Avanza), mantuviero­n un tono moderado. En un momento se desató un chisporrot­eo cuando José Luis Espert (Avanza Libertad), de palabra afilada, tomó la palabra.

Desde las bancas kirchneris­tas se escucharon algunos abucheos, que no pasaron a mayores. Los discursos de Rodrigo De Loredo (Evolución Radical) y de Mario Negri (UCR) bajaron los decibeles.

“Acepten nuestro acompañami­ento, nuestra solidarida­d, porque a veces siento que prefieren no hacerlo”, enfatizó De Loredo (Evolución Radical). “Si Raúl Alfonsín ocupa un sitial moral es porque siempre tuvo un discurso de unidad y pacificaci­ón”, exclamó.

El jefe del bloque radical, por su parte, remarcó que, en esta instancia de conmoción y “frente a un hecho aberrante, no debe haber distincion­es entre oficialism­o y oposición”.

Cerró el debate el jefe de la bancada oficialist­a. “No estamos en presencia de un hecho policial, estamos presencia en un hecho político, mejor dicho, de un acontecimi­ento político que irrumpe con tal nivel de magnitud que las cosas no son iguales, y las cosas no van a ser iguales en la Argentina después de lo que le pasó a Cristina”, sostuvo Martínez, quien instó a sus colegas a “no tener miedo del debate político”.

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