Avanza una inversión que, en un escenario incierto, logra resolver un dilema
El Banco Central consiguió recortar, en la segunda parte de agosto, su saldo negativo en la compra y venta de divisas; el bono dual se convierte en una opción valorada, porque permite cubrirse de la devaluación y de la inflación
El mes de julio había dejado un saldo negativo, en la dinámica de compra y venta de divisas por parte del Banco Central, de US$1284 millones, además de reservas netas por apenas US$2000 millones, sin que la autoridad monetaria tuviera mucho margen de acción. En agosto, las fuertes ventas en la primera quincena (US$800 millones) sembraron nubarrones. Sin embargo, la historia se revirtió en la segunda parte del mes, con pagos por la compra de energía mucho menor a los esperados y con aparentes restricciones fuertes sobre las importaciones. Así, el Banco Central recortó el saldo negativo de la primera quincena a US$520 millones y logró comprar algo de tiempo. El Gobierno intentará dar pelea extendiendo las restricciones cuantitativas, y se baraja la posibilidad de tipos de cambios diferenciales (por ahora, solo rumores).ß
Los bonos soberanos duales son aquellos que pagan la mejor opción entre la devaluación del tipo de cambio oficial y el Coeficiente de Estabilización de Referencia (la inflación) más un cupón anual del 2% (2,25% en el caso del de septiembre). Se explica entonces el porqué del interés por estos instrumentos. Ocurre que resuelven un dilema muy frecuente del mercado en los últimos meses. ¿Cubrirse de una acelerada inflación? ¿O elegir la opción de los instrumentos dólar linked, para tener cobertura ante un posible salto discreto del dólar oficial? Ante esta incógnita, los bonos duales rescatan, en principio, lo mejor de los dos mundos en una sola inversión. Sin embargo, el mercado le puso un precio a esta alternativa, ampliando el spread de rendimiento de estos títulos con respecto a ambas curvas. ß
El Tesoro levantó $285.900 millones en la última licitación del mes y superó cómodamente el monto de los vencimientos, que acumulaban $91.000 millones. Así, el financiamiento neto de agosto sumó $250.000 millones, con un ratio de roll over de 1,97. Sin embargo, este resultado fue a costa de convalidar las tasas más altas desde el inicio de la gestión de Alberto Fernández. Por otro lado, alejado el riesgo del roll over de la deuda de corto plazo tras el canje, el mercado local mantiene su importancia como la única vía de financiamiento genuina para cubrir el programa financiero de este año. El resultado de agosto es bueno, pero no alcanza el nivel necesario para cubrir las necesidades fiscales del año. La siguiente licitación será el viernes 16 de este mes; ese día el objetivo será refinanciar obligaciones por alrededor de $125.200 millones.ß
La llegada de Sergio Massa al Ministerio de Economía estaba cargada de expectativas. Entre ellas, la de que el hecho trajera la calma al sector cambiario. Sin embargo, las expectativas de devaluación desde ese momento, del que ya pasó más de un mes, no han disminuido. Con excepción del contrato del mes de septiembre, las tasas implícitas (TNA) en el Rofex desde octubre de este año a julio de 2023 se mantuvieron consistentemente por encima del 100%. Esto refleja el escenario de devaluación futuro en la expectativa de la plaza local, que, escéptica, continúa esperando medidas concretas para que se fortalezcan las reservas internacionales del Banco Central. Resta esperar las novedades que traerá el viaje del ministro Massa a los Estados Unidos, que será en los próximos días. ß
Las palabras de Jerome Powell en Jackson Hole siguen resonando en el mercado. Aunque el último dato de inflación fue auspicioso, el funcionario descartó un relajamiento de la política monetaria. Así, los mercados del mundo vuelven a descontar un incremento de la tasa de referencia para septiembre, de 75puntos básicos. Un “aterrizaje suave” de la economía queda descartado por ahora, y los temores de recesión global vuelven a la escena. Desde las declaraciones hechas por Powell, los principales índices han caído entre 5% y 8%, y las tasas largas mundiales retoman su camino ascendente. El universo emergente sufre, con el BBG Emerging Markets Index recortando más del 0,60%. La deuda argentina queda, así, a merced de las inclemencias internacionales. ß