Juego político e histórico, contado con astucia
autor: Roberto Perinelli. espacio escénico y dirección: Guillermo Ghio. intérpretes: Nacho Vavassori, Juan Carrasco, Lucas Avigliano, Tomás Daumas. sala: Teatro del Pueblo, Lavalle 3636. funciones: domingos, a las 20. duración: 60’.
Roberto Perinelli retoma la historia de Friedrich Schiller
(María Estuardo) y recrea un juego delirante en el que sigue ciertos acontecimientos históricos pero su desafío mayor es encontrar la voz exacta en cada uno de esos personajes femeninos que aquí están interpretados por hombres. Y cuando nos referimos a la voz hacemos hincapié a ese relato que cada una de ellas irá desandando para justificar sus acciones e intenciones ante la otra y así aportarle mayor vigor al encuentro que, en verdad, nunca sucedió. Schiller fantaseó con él y lo plasmó en una de sus obras emblemáticas. Perinelli lo retoma y lo lleva a un ámbito absurdista, desenfadado. Y aprovecha también para señalar algunas cuestiones políticas, provocadas por la relación de estas mujeres y la construcción del posterior poderío inglés.
El encuentro entre María e Isabel I es seguido de cerca por dos campesinos que poco comprenden lo que acontece frente a sus ojos pero a quienes Isabel I, antes de retirarse de escena, les dejará un mensaje muy claro respecto de su futuro en tanto habitantes del reino.
Con unos vestuarios extravagantes, diseñados por Pheonia Veloz, que no hacen más que ampliar el grado de desparpajo en el que se plantea el espectáculo, Nacho Vavassori (María Estuardo) y Juan Carrasco (Isabel Tudor) comienzan resultando dos personajes escapados de un comic pero, mientras van relacionándose, sus discursos van posicionándolos de otra manera. Guillermo Ghio los conduce por un camino que no resulta sencillo de sostener. Dos figuras deformadas en sus caracterizaciones que pueden ingresar en momentos de mucha tensión y allí no hay lugar para esbozar una mínima sonrisa. Pero más astutos resultan autor y director a la hora de concretar ese juego bizarro que en ningún momento escapa a resultar una muestra de teatro político muy contemporáneo.ß