El Presidente y el kirchnerismo celebrarán divididos el 17 de octubre
En la Casa Rosada quieren que Alberto Fernández encabece un acto en Tucumán; el otro sería en el conurbano
En medio del complejo escenario que atraviesa el Frente de Todos, la conmemoración del próximo 17 de octubre podría sumar otro foco de tensión interna. El lunes pasado, tras la cena del presidente Alberto Fernández con parte de la cúpula de la CGT, comenzó a tomar forma la posibilidad de que el acto por el Día de la Lealtad, la conmemoración principal del calendario peronista, se realice en Tucumán.
“La idea es que sea algo en alguna de las provincias, se busca algo más federal y eso puede traer un conflicto”, admitieron en la Casa Rosada.
Si bien la cita oficial no se confirmó aún –pero estaría avanzada–, chocaría con la voluntad del kirchnerismo duro, que buscaría una marcha masiva, cuya consigna aún se debate, muy probablemente en el conurbano bonaerense.
El Día de la Lealtad, por lo tanto, podría dar una postal dividida, con el Presidente en el interior y el kirchnerismo en el Gran Buenos Aires.
“Sería una gran opción de Alberto ir a Tucumán”, resaltó otra fuente de Balcarce 50, que consideró que la fotografía del mandatario en esa provincia lo dejaría con una “imagen formal de la doctrina peronista”.
En la cercanía del Presidente recuerdan que en los últimos actos Cristina Kirchner le envió mensajes y reproches y terminó por “marcarle la cancha” desde el mismo escenario.
Por tal motivo, en la Casa Rosada interpretan que la cita en Tucumán le daría “una oportunidad diferente, en la que se ahorraría el escenario de ver si lo invitan o no o qué lugar le dan”.
El otro acto
En paralelo al acto que preparan para Alberto Fernández, el kirchnerismo duro imagina, en cambio, una manifestación “multitudinaria” en Buenos Aires.
Tal como contó la nacion, la idea de hacer el acto en Tucumán surgió en la cena en la quinta de Olivos a la que asistieron referentes de la CGT, como una opción para apoyar al mandatario.
Allí sugirieron hacerlo en alguna provincia del interior, y como el jefe de Gabinete, Juan Manzur, estaba sentado a la mesa, se pensó en la posibilidad de que fuera Tucumán. La idea caló hondo en el mandatario, que atraviesa un momento de fuerte cercanía con los líderes de la central obrera.
Por su lado, el kirchnerismo evita precisiones, pero hay quienes evalúan que, entre otras cosas, la movilización de ese día sería una “compensación” a los movimientos y sindicatos que el viernes pasado tenían pensado salir a las calles para respaldar a la vicepresidenta durante su alegato en el marco de la causa Vialidad, donde enfrenta un pedido de pena de 12 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.
Si bien el eje de la movilización estaría alejado de la situación judicial de Cristina Kirchner, que en el último mes concentró gran parte de la agenda del oficialismo, sí podría apuntarse a un llamado a la “unidad” o al “diálogo”, algo que se buscó en el último tiempo, pero luego perdió peso.
El kirchnerismo sigue aún sacudido por lo sucedido con el intento de homicidio de Cristina Kirchner y evita adelantar cómo se moverá ese día.
Desde la cercanía de la vicepresidenta aseguran que, de momento, no hay “nada concreto” sobre el acto. La prudencia que marca el ala dura del Gobierno no es un detalle menor. La idea de generar movilizaciones tiene una connotación distinta desde lo sucedido la noche del 1º de septiembre, cuando se produjo el ataque contra la vicepresidenta.
Cuando el acto se concrete, faltará un año para las elecciones presidenciales de 2023: la postal que deje esa jornada podría dar pie al oficialismo para comenzar a ordenarse de cara a las urnas.ß