Máximo Kirchner, duro con el dólar soja que festejó Massa
Reapareció en público tras el ataque a Cristina; advirtió que las cerealeras “pusieron de rodillas” al Gobierno; defendió al gremio del neumático
A Máximo Kirchner no se le escapó ni un solo cuestionamiento directo a Sergio Massa. La alianza entre ambos sigue en pie pese a la advertencia pública que Cristina Kirchner hizo en la semana al ministro de Economía para que sea más firme con las empresas que producen alimentos, como una fórmula repetida del kirchnerismo para afrontar la inflación.
Sin embargo, el jefe del PJ bonaerense y de La Cámpora dejó en claro que no le gustó nada que Massa haya tenido que ofrecer la zanahoria del dólar soja al sector agroexportador. Y lo dijo sin medias tintas, en un acto del Frente de Todos que encabezó ayer en Morón: “El Estado fue extorsionado y puesto de rodillas por las cerealeras”, sentenció desde el escenario.
El razonamiento del exjefe del bloque de diputados oficialista había partido de una acusación; sostuvo que los verdaderamente “intransigentes” son los “grupos económicos concentrados” y no los trabajadores del neumático -que paralizaron las terminales durante semanas- o los estudiantes que toman escuelas en la ciudad de Buenos Aires.
“Cuando las cerealeras vienen no son intransigentes, no son inflexibles, y la economía argentina tiene que darles un privilegio”, ironizó ante dirigentes y militantes, que le festejaron la comparación. Lo escucharon el intendente Lucas Ghi; el exjefe comunal Martín Sabbatella y la diputada nacional Mónica Macha, en tanto que en la platea se ubicaron ministros nacionales como Gabriel Katopodis y Juan Zabaleta; los intendentes Julio Zamora y Damián Selci, y funcionarios bonaerenses como Walter Correa y Nicolás Nardini.
La referencia al dólar soja, que concluyó el viernes con una recaudación de 8.126 millones de dólares, fue una de las pocas que hizo Máximo Kirchner sobre la delicada situación económica que afronta el país. Eso sí, se acordó con bronca del exministro Martín Guzmán, al afirmar que “se rajó el 2 de julio, como Casildo Herreras”, dijo en referencia al exjerarca de la CGT que “se borró” ante el inicio de la última dictadura, en marzo de 1976.
Ahí retomó Máximo Kirchner con una referencia a Massa, tras el palo a Guzmán: “El esfuerzo que hay que hacer ahora”, aseguró. Según pudo saber la nacion, el diputado y el ministro de Economía tuvieron una charla privada en el Congreso luego de la presentación del Presupuesto 2023, mate de por medio, reveló una fuente oficial.
El atentado
Máximo habló ayer por primera vez desde el atentado contra su madre Cristina Kirchner. “Lo que queremos saber es quién está detrás de (Fernando) Sabag Montiel y de Brenda Uliarte”, advirtió el diputado, luego de vincular el ataque contra la vicepresidenta a un “esquema de violencia” que atribuyó a “sectores de la política”.
“¿Tanto les costó condenar?”, preguntó con ironía Máximo Kirchner, y admitió: “No quiero estar pensando cuando vengo a un acto si alguien va a hacer algo que no tenga que hacer; esa Argentina se tiene que acabar”. Así, pareció confesar que aún se siente inseguro luego del ataque contra su madre.
En ese marco, Máximo Kirchner apuntó contra el expresidente Mauricio Macri. “Todavía estamos esperando que deje de comportarse como un patrón de los medios y la Justicia y se siente a discutir cara a cara para enunciar de manera comprensiva y ordenada qué idea de país tiene”, dijo al contestar la frase del líder opositor sobre la necesidad de que el diálogo político se haga “con la Constitución sobre la mesa”.
El hijo de la vicepresidenta también se pronunció en duros términos contra el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, a quien cuestionó por su reacción ante las tomas de escuelas por parte de centros de estudiantes. Y aludió a una nota de este diario que reveló los “nexos” entre las protestas y la agrupación La Cámpora.
En la misma línea, sostuvo que el alcalde maneja una “policía política” y le reclamó que “sea inflexible con Macri” y no “con pibes y pibas de 16 años”. Si lo hubiera sido, reflexionó, el país no se habría “endeudado en 45.000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI)”.
En un discurso con el que buscó retomar cierto tono proselitista, llamó la atención que el jefe del PJ bonaerense no mencionó ni una vez al presidente Alberto Fernández. Solo pareció aludirlo cuando preguntó: “¿Cuándo fue el día que nuestro gobierno entró a desconfiar de Cristina, de nosotros”.
El acto fue armado para la reaparición política de Máximo. De todos los asistentes, el único que habló además del primogénito fue el intendente Ghi. “Necesitamos una batería de medidas que logren revertir la tendencia de la inflación, preservar el poder de compra y hacerlo de manera no recesiva, para que la estabilidad no implique enfriar la economía, como proponen las voces de los sectores más ortodoxos”, sostuvo el jefe comunal. Y advirtió que se registra “una apropiación desmedida de sectores concentrados vinculados a la producción de alimentos”.
Máximo Kirchner no retomó esa línea pese a que la había marcado su madre en la semana.ß