LA NACION

Música, cocina y limpieza: el sábado de tomas de escuelas porteñas

No cede la tensión entre los estudiante­s secundario­s de gestión pública y la Ciudad; ya planean para el martes, además, una marcha a la Legislatur­a para ampliar la protesta, en compañía de docentes y terciarios

- Delfina Celichini

Los acordes se escuchaban una cuadra antes de llegar a Crisólogo Larralde 5085, donde funciona la Escuela de Música Juan Pedro Esnaola. Allí, los alumnos van por su quinto día de toma y permanecer­án, según votaron en asamblea y hasta que se decida lo contrario, hasta el próximo lunes. En un conflicto que no pareciera tener un horizonte próximo de solución, los estudiante­s del nivel secundario se organizan para pasar el fin de semana con las escuelas tomadas. El gobierno porteño informó que aún se mantiene la medida en siete establecim­ientos. Mientras que las agrupacion­es estudianti­les se refieren a, al menos, 11. Para el martes próximo se convocará a una marcha educativa hasta la Legislatur­a porteña.

Ayer alrededor de las 15, en el playón de ingreso, los alumnos del Esnaola organizaro­n una jornada musical. Había alrededor de 60 personas sentadas, tomando mate, charlando en las zonas en las que hay césped y en las escaleras que dirigen al edificio. Sonaba música instrument­al agradable, con batería, bajo, guitarra y teclado. Si no fuera porque detrás, en una pared de ladrillos, los carteles indicaban “colegio tomado” y “jornada de lucha porque Acuña no escucha”, se podía suponer que se trataba de un día más en una escuela de arte.

Gael Gómez y Pedro Azurmendi son dos alumnos de 4° año que forman parte del centro de estudiante­s, y que nunca antes habían pasado un fin de semana dentro de los muros de la escuela. “Por ahora es bastante parecido a durante la semana”, señaló Azurmendi a la nacion, y aclaró que están organizado­s en “comisiones de trabajo”. “La comisión de seguridad, por ejemplo, se encarga de que no entre nadie al colegio que no tenga permiso, y que nadie ingrese a los lugares no permitidos dentro del edificio, como lugares donde hay cosas frágiles o muy caras. La de alimentaci­ón se encarga de pensar en la comida y prepararla, la de limpieza se asegura de que esté todo en condicione­s y la de comunicaci­ón de hablar con los medios y contactars­e con periodista­s”, detalló.

El martes pasado, después de una asamblea a las 11, se decidió tomar el colegio. Desde ese día, Gael, que asumió el rol de vocero dentro del centro de estudiante­s, durmió todas las noches en la escuela. “Ganó por un 70% de los votos el ‘sí a la toma’. Formalment­e la escuela se tomó a las 13 y a las 16 se abrió a todos los estudiante­s. Ese primer día fuimos unos 150 estudiante­s que dormimos en el colegio. Los siguientes tres días más de 70 estudiante­s, y ayer alrededor de 50”, detalló Gael. Y agregó: “Los padres y docentes nos están apoyando en general, nos traen comida o cosas que nos hacen falta y hacen vigilia afuera del colegio por seguridad”.

Los reclamos

Azurmendi reconoce que en el Esnaola los problemas edilicios ya no son un inconvenie­nte. No obstante, indicó que formaron parte de su pasado reciente y que las mejoras se lograron con base en luchas y tomas que hoy son “parte de la identidad”. “Este colegio que tenemos ahora se logró en base a una lucha estudianti­l y nos solidariza­mos con todos los demás colegios que están en la misma situación en la que estuvimos hace 10 años. Nos toca de cerca porque es parte de nuestra historia e identidad”, explicó el alumno.

“Teníamos un edificio en la calle Balboa, que era muy chico, que se inundaba e incluso se llegó a dar clases de guitarra en el baño”, agregó Gómez.

Otro de los reclamos que enumeró Azurmendi es el que respecta al “desfinanci­amiento educativo”. “Somos una escuela de música y tenemos un montón de instrument­os que necesitamo­s que compren, se conserven, se afinen, y se arreglen. Pero todo eso pasa por la cooperador­a, con plata de nuestros padres o de la comunidad educativa. Es decir, se costean desde la cooperador­a cosas que debería pagar el gobierno de la ciudad”, señaló.

En esa línea, Gómez precisó: “El financiami­ento que el colegio recibe del gobierno porteño es entre un 15 y 20% del total. Una miseria. La cooperador­a banca entre un 80 y un 85%, y eso se da porque nuestra cooperador­a se esfuerza un montón”.

Las escuelas tomadas siguen firmes en su decisión y el Ministerio de Educación de la ciudad repite que no dialogarán con los estudiante­s mientras los colegios estén sin clases. Frente a esta situación de parálisis, Gómez indicó que su objetivo “no es tomar el colegio”. “Tratamos de evitarlo por todos los medios. Tuvimos varias instancias de reclamo previas, hicimos cuatro marchas educativas y estudianti­les en el año y tuvimos un paro estudianti­l. Incluso, unas semanas antes de que se decida tomar el colegio, cuando se puso esto sobre la mesa en la Coordinado­ra de Estudiante­s de Base (CEB), se mandó una carta a la ministra de Educación, Soledad Acuña, mediante la que se le pidió una reunión y se le dijo que podríamos tomar otras medidas, pero no tuvimos respuesta. Y ahora que tomamos el colegio, empieza a hablar en los medios sobre esto”, indicó.

Según precisaron los estudiante­s, hasta mañana persistirá­n con la toma, en tanto no se vote lo contrario en asambleas. Además, adelantaro­n que el martes convocarán a una marcha educativa hasta la Legislatur­a, en la que participar­án docentes y terciarios.

Los estudiante­s exigen una reunión con Acuña, y solicitan formar una mesa de diálogo permanente con las autoridade­s porteñas. El jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, sostuvo anteayer que mientras duren las tomas –las que calificó de “extorsión”– no se sentarán a hablar con los estudiante­s.

Ese día, Rodríguez Larreta se refirió al conflicto en una conferenci­a de prensa. “Los padres que apoyan estas medidas violentas van a tener que hacerse cargo del daño que sus hijos están provocando”, indicó el mandatario en un acto junto con Acuña, que había comunicado que la Ciudad demandaría a los adultos que apoyen las protestas de los alumnos. Y remarcó que los días perdidos iban a “ser recuperado­s”

Tras ello, profundizó: “No hay diálogo ante la extorsión. No vamos a permitir que pequeños grupos marquen el ritmo de la educación en la ciudad. Los padres que apoyan estas medidas van a tener que hacerse cargo y los días que se pierdan van a ser recuperado­s”.

Los establecim­ientos que seguían ayer tomados, según la CEB, son: las escuelas Sofía Broquen de Spangerber­g, conocida como Lengüitas; la Superior de Educación Artística en Artes Visuales Rogelio Yrurtia, en avenida Juan Bautista Alberdi 4139; la de Música Juan Pedro Esnaola, Crisólogo Larralde 5085; N°1 Rodolfo Walsh, Argerich 5651; Colegio N°4 Nicolás Avellaneda, El Salvador 5528; el Liceo N°5 Pascual Guaglianon­e, Carabobo 286; la de Educación Media Nº1 Federico García Lorca, Chorroarín 305; Colegio N°3 Mariano Moreno, Rivadavia 3577; la Superior de Educación Artística en Arte Cerámico N°1, Bulnes 45, y la de Bellas Artes Manuel Belgrano, Villafañe 1432.

En el Lengüitas ayer se votó en asamblea por la continuida­d de las tomas. La medida continúa por 227 votos a favor y 50 en contra.

“Los padres del Lengüitas que pedimos que se abran las escuelas estamos hablando con nuestros hijos para que no asistan a avalar una decisión donde una de las opciones es un acto ilegal y dañino. Los que provocaron la toma deberán levantarla por propia voluntad. No se puede avalar el avasallami­ento de derechos”, dijo el grupo de padres en contra de las tomas en el Lengüitas, en un comunicado que difundiero­n anteayer.ß

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Ayer, los estudiante­s que participan de la toma de la escuela Juan Pedro Esnaola hicieron una jornada de música tomás cuesta

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