Janja y Michelle, las mujeres de los candidatos, ganan espacios en la campaña
De perfiles radicalmente opuestos, su presencia se intensificó durante la fuerte campaña electoral
SAN PABLO.– La socióloga Janja no se pierde un mitin de Lula, mientras que Michelle encabeza con frecuencia actos de cultos evangélicos junto al presidente Jair Bolsonaro. Ambas son esposas de los máximos favoritos a la presidencia de Brasil y han asumido un papel protagonista en la actual campaña electoral.
En 2018, cuando el líder de la ultraderecha competía por primera vez por la primera magistratura, Michelle se mantuvo en segundo plano. Su participación se limitó entonces a algunas declaraciones en defensa de los derechos de los sordos.
Considerada por sus allegados como una mujer discreta y reservada, su notoriedad aumentó el mismo día en el que Bolsonaro asumió el poder, el 1° de enero de 2019. Ese día, Michelle pronunció un discurso en lenguaje de señas antes que el propio presidente, un gesto inédito en la historia reciente del país. La presencia de la primera dama fue intensificándose a medida que avanzaba el gobierno de su marido y pasó a ser central durante la campaña de 2022.
Su protagonismo se ha convertido, sin embargo, en un arma de doble filo. Los opositores han criticado sus poses en las redes sociales con elegantes vestidos de luto durante el funeral de la reina Isabel y, ahora, la apodaron “Micheque”, recordando un escándalo de 2020 por unos cheques recibidos por la primera dama, que fueron entregados por un asesor de la familia Bolsonaro que estaba en prisión por un caso de corrupción.
Definida por el mandatario como una “mujer de Dios” y de la familia, Michelle acostumbra a encabezar multitudinarios actos con evangélicos, una de las principales bases de apoyo del mandatario y a los que les ha prometido “Jesucristo en el gobierno”. La primera dama, de 40 años y con quien Bolsonaro tiene una hija en común, ha centrado también sus esfuerzos en atraer el voto femenino, uno de los caballitos de batalla del líder ultraderechista, quien carga con un pesado historial de declaraciones machistas y misóginas.
La esposa del mandatario se ha dirigido a las mujeres tanto en la propaganda electoral transmitida por televisión como en los mítines, donde llegó a afirmar que la “mujer es ayudante del marido”.
Esa declaración generó críticas entre grupos feministas y fue rebatida por Rosângela da Silva, conocida como Janja, la esposa del expresidente Luiz Inacio Lula da Silva, el rival de Bolsonaro en las elecciones.
Socióloga de formación y militante del Partido de los Trabajadores (PT) desde la década de 1980, Janja, de 55 años, inició su romance con Lula cuando el expresidente todavía se encontraba preso en la sede de la Policía Federal de Curitiba por una condena de corrupción que fue posteriormente anulada.
Ambos se casaron en mayo pasado, las vísperas de las elecciones. Desde entonces, Janja ha ganado cada vez más espacio en la campaña del expresidente, donde incluso se habla de la “Evita brasileña”.
La socióloga es uno de los rostros más visibles de los actos de Lula, donde frecuentemente captura el micrófono y entona ante los militantes la canción “Lula lá”, un clásico de 1989 que reeditó junto a algunos artistas como regalo de boda para el líder progresista. En el escenario, Janja está siempre pendiente de su marido: le pone una gorra cuando el sol es excesivo, le ofrece agua o le arregla la solapa de la camisa mientras.
Proactiva y espontánea, acostumbra a participar en las reuniones de la cúpula del PT y ha aceitado la relación de Lula con artistas e influencers, llegando a organizar multitudinarios actos como el celebrado en San Pablo hace una semana.
Janja ya había adelantado que si Lula ganaba las elecciones del domingo le daría un nuevo significado al concepto de primera dama. La promesa se extiende al ballottage.
“Tengo un secretito: vamos a intentar darle un nuevo significado a ese concepto de primera dama; ya más adelante hablaremos de eso”, les dijo a sus más de 200.000 seguidores en Instagram.ß