Comenzó una lectura colectiva por los 150 años del Martín Fierro
Durante tres semanas compartirán en Twitter, Instagram y Facebook una obra que “puede seguir emocionando a los jóvenes”
A 150 años de la publicación del libro más idiosincrásico de la Argentina –el Martín Fierro de José Hernández–, se lanzó ayer en redes sociales la lectura “gauchicolectiva” de la primera parte de la obra, con el hashtag #MFierro150. Se hará en Twitter, Instagram y Facebook hasta el 24 de octubre, de lunes a sábados, a razón de un canto por día. La primera parte de esta obra, publicada en 1872, tiene 2316 versos (en su mayoría octosílabos) distribuidos en estrofas (en su mayoría sextillas) en trece cantos. Organizan el ciberhomenaje el profesor de literatura Sebastián Noejovich, el escritor Esteban Castromán y la estudiante Marina Tabasso.
Jorge Luis Borges consideraba al poema narrativo una “novela de organización cuidada o genial” y comparaba a Hernández con Mark Twain, Gustave Flaubert y Fiodor Dostoievski. Los “martinfierristas” de las redes proyectan nuevas formas de acercamiento a la obra un siglo y medio después. “¿Sería posible elaborar una payada, abierta y colaborativa, para recorrerla en clave contemporánea? –dice Castromán a la nacion–. Así fue como creamos #MFierro150, una campaña de lectura en redes para celebrar el 150º aniversario, impulsada desde nuestro entusiasmo de lectura y replicando las exitosas experiencias desarrolladas en torno a la Divina Comedia, Don Quijote y algunos títulos emblemáticos de William Shakespeare”. La propuesta se enriquecerá con la participación de los lectores. “Mediante ilustraciones, videos, música, recitados enclaveflow, micro per forman ce s instantáneas y todo aquello que esta obra sea capaz de inspirar”, destaca Castromán, para quien el Martín Fierro admite hoy diversas lecturas. “Mi preferida está vinculada en el cruce con el hip hop y el rap –dice–. Este personaje se planta y se ‘pone a cantar’ en forma de payada, algo muy parecido a una batalla de gallos”.
Noejovich trabaja en sus clases de literatura en secundarios con la obra de Hernández. “Y sé que puede seguir emocionando a los jóvenes –sostiene–. La experiencia de lectura compartida ha resultado para mí tan enriquecedora como la preparación de las clases. La historia que Hernández propone en la voz del gaucho es la de una pérdida y también la de un reencuentro, familiar y social, en la medida en que aquel que renuncia a cualquier forma de sociabilidad en la primera parte del poema regresa en la segunda para ver si ‘puede’ vivir y lo dejan trabajar. Los tiempos han cambiado y sabe que ya no persiguen, pero lo importante es que confía en que ese nuevo orden tiene un lugar para él. Luego, el amor y el despecho, la violencia más desembozada, la corrupción y hasta la amistad más tierna tienen lugar en esta historia, que sin abandonar nunca la versificación puede leerse como una novela”.