Bolsonaro se comprometió a reconocer los resultados
“El que tenga más votos gana”, dijo, en un cambio en su narrativa
BELO HORIZONTE.– El presidente Jair Bolsonaro cerró ayer su campaña por la reelección de Brasil con un recorrido en moto, en auto y a pie en el centro de la ciudad de Belo Horizonte, en Minas Gerais, junto a miles de seguidores que lo recibieron en caravana.
Previo a su recorrido por las calles de Belo Horizonte, la ciudad elegida para bajar el telón de su intento reelectoral, Bolsonaro sostuvo a su manera que respetaría el resultado de las elecciones, tras haber militado desde el año pasado contra el actual sistema de votación como una puerta abierta al fraude en su contra.
“No existe la más mínima duda. El que obtenga más votos gana. De eso se trata la democracia”, le dijo a la presentadora Renata Lo Prete, en el programa televisivo Jornal da
Globo, tras el último debate con el expresidente Lula da Silva.
El miércoles, al comentar la decisión del presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), Alexandre de Moraes, de negar una investigación sobre supuestos problemas en la distribución y emisión de la pauta electoral en estaciones de radio, Bolsonaro ya había hecho una declaración similar.
Se trata de un cambio de narrativa de última hora que permite despejar o al menos atenuar un factor de incertidumbre. En reiteradas ocasiones durante los últimos años Bolsonaro expresó su desconfianza con el proceso electoral apelando incluso a información falsa.
Luego de emitir su voto en la primera vuelta no respondió, por ejemplo, al ser consultado si aceptaría el resultado. Solo se limitó a asegurar que “unas elecciones limpias deben ser respetadas”.
Estoy “confiado en la victoria”, dijo a medios locales el presidente de 67 años al recorrer Belo Horizonte, capital de Minas, donde fue recibido por miles de partidarios al grito de “¡Mito, Mito!”, como lo llaman sus seguidores.
Entre ellos estaba la microempresaria Fabrícia Alves, de 36 años. “No estoy a favor del aborto ni la ideología de género, que es lo que el otro partido quiere imponer en nuestro país”, dijo al justificar su voto.
Debido a la legislación electoral, que no les permite a los candidatos hablar en la víspera de la elección, Bolsonaro no se dirigió abiertamente a sus partidarios. Pero en un breve contacto sobre el cierre de la marcha repitió la promesa hecha en el debate de anteayer, de reajustar el salario mínimo a 1400 reales (unos 265 dólares).
Minas Gerais fue el estado que más visitas recibió de Bolsonaro y Lula. Visto como un “estado clave”, donde el ganador siempre se impone en la elección nacional, la primera vuelta tuvo a Lula como ganador con el 48,29% contra el 43,6% de Bolsonaro. Sin embargo, en la capital, Bolsonaro ganó con el 46,6% contra el 42,53%.
En Brasilia, partidarios de ambos candidatos también circularon por las calles con banderas de sus favoritos. La primera dama, Michelle Bolsonaro, muy activa en esta campaña, participó a bordo de un jeep en una caravana de “Mujeres con Bolsonaro”, que reunió unos 100 autos en el centro.ß