La izquierda busca volver a crecer y debate cómo se para ante el kirchnerismo
Los partidos que conforman el Frente de Izquierda-unidad no disimulan las internas; cuestionan un “lanzamiento anticipado”
La izquierda comienza a mover las fichas de cara a las elecciones presidenciales de 2023. El conflicto del Sindicato del Neumático (Sutna) reavivó las expectativas de los dirigentes del Frente de Izquierda-unidad (FIT-U), quienes aspiran a reeditar la performance de las legislativas de 2021, cuando la alianza conformada por el Partido Obrero (PO), el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) e Izquierda Socialista (IS) logró resultados históricos en varios distritos del conurbano.
Sin embargo, por más que se esfuercen por asegurar que el futuro de la coalición surgida en 2011 no corre peligro, las fuerzas que la integran están lejos de esconder las discusiones puertas adentro del espacio. Todas delinean en el horizonte sus propias estrategias con vistas a la disputa electoral.
“La izquierda tiene ante sí la oportunidad de conquistar a la mayoría popular que históricamente siguió al peronismo, empezando por los trabajadores y los sectores populares de las barriadas más empobrecidas”, se entusiasma, en diálogo con la nacion, el legislador porteño y líder del PO, Gabriel Solano, cuyo partido protagonizó ayer un acto en Plaza de Mayo.
Solano considera fundamental abrir un debate “sobre qué izquierda necesita la Argentina”. En ese sentido, destaca la preeminencia de “dos posiciones” al interior del FIT-U. Por un lado, se encontraría la representada por el PO, enfocada en “desarrollar una alternativa popular para enfrentar al Gobierno”. Y, por el otro, según el propio dirigente trotskista, la encarnada por el PTS, que “le da la espalda a las verdaderas preocupaciones de los trabajadores” y no estaría exenta de “guiños al kirchnerismo”.
Sucede que esa fuerza política, que cuenta con los diputados nacionales Myriam Bregman y Nicolás del Caño entre sus principales referentes, decidió lanzar su fórmula de precandidatos a la presidencia con más de un año de anticipación, algo que fue tildado de “inoportuno” por sus aliados del frente. En agosto pasado levantaron polvareda en la opinión pública las críticas del PTS al pedido de prisión para Cristina Kirchner en la causa Vialidad, definido por Bregman como una “persecución política” contra la vicepresidenta.
Ante la consulta de la nacion, desde el PTS le bajan el tono a la discusión interna y, en un gesto de unidad, se encargan de reivindicar “la lucha y el triunfo de los trabajadores del neumático”. “Marcan el camino”, asegura el exlegislador Christian “Chipi” Castillo. El PTS se prepara para realizar, del 11 al 13 de noviembre, un centenar de “asambleas abiertas” en “las barriadas obreras y populares de todo el país” con el fin de generar, según el dirigente, “un ámbito de debate y organización para construir un gran partido socialista de la clase trabajadora”.
Más que por amor, el Frente de Izquierda nació hace más de 10 años por el espanto de los partidos que hoy lo integran a quedar afuera del juego electoral. “Es importante que la izquierda se fortalezca. Y aunque apostamos siempre hasta último momento a la unidad, no descartamos que haya internas al servicio de ese objetivo”, sostiene en diálogo con la nacion, Alejandro Bodart, dirigente nacional del MST, un partido que ya desafió al resto de los integrantes de la coalición al presentarse con lista propia en las primarias del año pasado.
En el MST aseguran contar con un “proyecto alternativo” para derogar definitivamente las PASO. En palabras de Bodart, la iniciativa está centrada en una reforma “integral” del sistema electoral, cuyo punto de partida sería la creación de “un distrito único para elegir diputados a nivel nacional”.
Bodart denuncia que la ley de primarias, tal y como existe hoy, tiene como objetivo “dejar afuera a las fuerzas emergentes, principalmente de la izquierda”. No lo dice, pero es un claro guiño al Nuevo MAS de Manuela Castañeira y a Política Obrera, del histórico Jorge Altamira, dos fuerzas que no forman parte del FIT-U.ß