Dos historias, dos estilos diferentes para determinar al rival
SIC y Newman sostendrán hoy la segunda semifinal, que cruzará a dos clubes disímiles: el sólido y multicampeón de San Isidro con el de juego estético que persigue el primer trofeo de su palmarés
En un campeonato tan extenso como fue esta edición del URBA Top 13, Hindú fue el único que logró consistencia durante todo el 2022. Con picos altos, pero también bajos y con lapsos de irregularidad, Newman y SIC se clasificaron con comodidad para las instancias decisivas y este domingo en el CASI buscarán el pasaje a la gran final del rugby de Buenos Aires, a partir de las 16.10, por ESPN 3. Uno, persiguiendo el sueño frustrado en varias ocasiones, y el otro, procurando agrandar su exitosa historia.
Newman, un habitué en estas instancias, tiene la cuenta pendiente de sostener sus buenos rendimientos en las definiciones. Lograr plasmar su volumen de juego en partidos que suelen ser más cerrados, friccionados y con menos espacios. Después de un arranque arrollador en las primeras seis fechas del torneo entró en una meseta, aunque logró resolver los momentos adversos. “Tuvimos algunos vaivenes. Si vas todo el año muy arriba en algún momento te puede pasar. Nosotros tuvimos algunas fallas en nuestro juego y perdimos partidos inexplicables que no elegimos perder, pero sirven para aprender y para poner foco en los errores. Quizás si venís de un año perfecto en el momento que se queman los papeles no sabes que hacer. Ahora estamos más preparados”, analizó Joaquín De la Vega, octavo del Bordó.
El tercera línea se sumó en el tramo final del torneo de la URBA luego de un muy buen año en los Pumas 7s, como uno de los jugadores más regulares del seleccionado dirigido por Santiago Gómez Cora. “Este año disfruté mucho el seven, fue una gran experiencia. Pero tenía esa sensación de que me faltaba algo y el momento entre circuito y circuito extrañaba mucho jugar con el club. Me tocó ver desde afuera la semifinal del año pasado contra CUBA y me costó mucho. Hice un balance, me sinceré conmigo mismo y donde quería estar era acá, con el club. Desde julio lo venía pensando y hablé con los entrenadores para volver después del mundial”, explicó el jugador de 24 años.
Tras la Copa del Mundo de Ciudad del Cabo, De la Vega se puso a disposición y rápidamente se ganó un lugar por su explosión, su buen manejo de la base del scrum y por ser una garantía en el line. Se sumó a una estructura de forwards que buscará neutralizar al del SIC. “Son un equipo muy duro en el pack, que intentan imponerse ahí. Les gusta mucho el maul. El que domine con los forwards, el juego va a fluir para su lado. Si frenamos el punto de encuentro y dominamos los contactos en defensa el partido va a ser favorable”, analizó el octavo, que movió a
Jerónimo Ureta, una de las figuras del campeonato, al puesto de ala.
El conjunto de Benavídez mostró mejoras en un pack de forwards que promedia más de 29 años, un número alto en un torneo plagado de jóvenes. Pero su principal valor sigue siendo la línea de backs: en total anotaron 62 de los 95 tries en el año. Para hoy no tendrán a su capitán Lucas Marguery, uno de los que más ritmo le da al juego. Su lugar será ocupado por Félix Branca.
Por su parte, el SIC llega en un momento bajo de rendimiento. A la caída en el clásico contra el CASI se sumó otra ante San Luis y un angustiante triunfo sobre Pucará. Además, no contará por lesión con Lucas Rocha, un jugador clave para las formaciones fijas. Tiene como punto a favor un maul ofensivo demoledor y una defensa que ofrece seguridad: en los 24 partidos fue el que menos tries recibió, con 51. Dos aspectos que pueden ser vitales para esta clase de encuentros. Aún sin ser candidatos, tienen motivos para pelearle a cualquiera. “En 2019 llegamos con la chapa de favoritos y si bien terminamos campeones, es más difícil. En ésta no vamos como favoritos, pero la encaramos con la misma intensidad”, sostuvo Carlos Pirán, uno de los campeones hace tres años, que también sufrió la apretada caída ante CUBA en la final de 2021. “No hay una espina del año pasado, se gana y se aprende. Vamos a tratar de mejorar en las cosas que hicimos mal en esa final para volver a jugar la final”.
Newman tiene algunos argumentos en los cuales ilusionarse para meterse en la gran definición. Desde el regreso del rugby post pandemia, ganó sus tres encuentros frente al SIC: 24-19 en 2021, 3630 y 17-10 en 2022. Le encontró la vuelta para doblegar a un oponente con el que terminó sonriendo en el único mano a mano entre sí, desde que disputa el sistema de play-off. El 6-6 en 2008 los clasificó a la final y fue la única vez de siete intentos que consiguieron superar esa barrera. Esta tarde inentarán dar otro golpe.ß