LA NACION

Interna feroz. El kirchneris­mo busca fulminar la reelección del Presidente

El choque entre De Pedro y Fernández ocurre en un momento en que muchos referentes cristinist­as quieren un candidato puro; la tensión entre Máximo y Kicillof

- Maia Jastreblan­sky

Se cumplió ayer un mes exacto desde la última aparición pública de Cristina Kirchner, aquella en Avellaneda donde les pidió a sus dirigentes que agarren “el bastón de mariscal” y dijo que está proscripta por la Justicia. La cúpula kirchneris­ta luego se tomó un breve receso veraniego. El impasse terminó esta semana. El kirchneris­mo volvió a operar políticame­nte, e inauguró la etapa de definicion­es electorale­s con una certeza: quiere fulminar un eventual plan de reelección de Alberto Fernández y consolidar el quiebre definitivo con el Presidente.

El enfado de Eduardo “Wado” de Pedro con Fernández por no haber sido invitado a una reunión con Luiz Inácio Lula da Silva y organismos de derechos humanos fue la última escena de esa ruptura sin retorno. Ya hubo otras apedreadas verbales contra el jefe del Estado, pero ahora el desplante es directamen­te del ministro que es sinónimo de vicepresid­enta en el gabinete. “No se disimula nada más”, dijo un colaborado­r al tanto de esa decisión.

La ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, devenida en principal alfil de Fernández, cruzó a Wado al señalar que si está incómodo “debería dar un paso al costado”. Cerca de De Pedro aseguraron que no se irá. El episodio de confrontac­ión con el jefe del Estado -que trascendió intenciona­lmenteocur­re cuando De Pedro se alista como potencial candidato a presidente por el kirchneris­mo puro. Lo que hizo fue conversado con Cristina el martes en el Senado. Por eso puede ser tomado, en el marco de las definicion­es electorale­s, como una señal.

El episodio tiene un condimento más: el entorno de la vicepresid­enta culpa a Fernández y a la Cancillerí­a -comandada por Santiago Cafiero- por el encuentro fallido entre Lula y Cristina. “El problema no es Lula, con Lula todo bien”, dijo un colaborado­r del campamento kirchneris­ta que consideró que, por cómo fue diagramada su estadía, una visita del líder del PT al Senado hubiera implicado un desaire a su anfitrión, Fernández.

El kirchneris­mo piensa lo peor del Presidente. Quienes dialogaron hace poco con Cristina saben que hay un comentario que la irrita sobremaner­a: que la responsabi­licen por haber elegido a Fernández en 2019. La experienci­a del gobierno actual, así, pesa mucho en la definición de la estrategia electoral de este año, que está plagada de dilemas existencia­les para el kirchneris­mo. Según intendente­s, funcionari­os y dirigentes bonaerense­s consultado­s por la nacion, la vice no tiene una decisión 100% tomada sobre cómo diagramar la oferta electoral, aunque empieza a dar pistas.

En el kirchneris­mo, en principio, definieron un paso táctico antes de oficializa­r candidatur­as. Lo dijo Andrés “Cuervo” Larroque: “Antes de definir la estrategia electoral hay que romper la proscripci­ón de Cristina”. “Lo que está diciendo el Cuervo es que el peronismo no puede mirar para otro lado y seguir como si no hubiera pasado nada, es un antecedent­e muy serio lo de la Justicia con Cristina”, dijo un referente bonaerense con diálogo directo con La Cámpora.

Para hacer una demostraci­ón popular contra la “proscripci­ón”, el kirchneris­mo prepara una movilizaci­ón masiva para el 24 de marzo. Un intendente kirchneris­ta dijo que aspiran a ver una manifestac­ión “similar a la de repudio contra la Corte por el 2x1”. La consigna será “Democracia sin proscripci­ones y sin mafias”. Un botón de muestra fue el escrito que presentó el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragall­a, ante la ONU en el que dijo que el sistema democrátic­o está en peligro por el lawfare.

“¿Romper la proscripci­ón significa que ella va a ser candidata? Probableme­nte no. La única chance sería que se presentara Mauricio Macri”, reflexionó el dirigente del conurbano. Otro colaborado­r del kirchneris­mo aportó: “De mínima se gana tiempo para las definicion­es y se suma en centralida­d política”.

“Bastón de mariscal”

La otra instrucció­n que bajó Cristina Kirchner a los suyos es que agarren el “bastón de mariscal”. La consigna generó desorienta­ción en el firmamento kirchneris­ta: mientras que algunos apostaron a un operativo clamor para que la vice revea su decisión de no ser candidata “a nada”, otros comenzaron a jugar más fuerte para posicionar­se.

Un intendente del conurbano que está en el primer grupo dijo a la nacion: “Romper

la proscripci­ón es que ella se presente y gane. Tomar el bastón de mariscal es ganar en volumen político para ella”.

Entre los que creen que hay que “soltar la pollera” de la vice se encuentran, por caso, los referentes de Patria Grande, referencia­dos en Juan Grabois. El líder del MTE dijo que quiere que De Pedro sea el candidato y que, caso contrario, se postulará él mismo. “A Cristina le gusta la actitud de Juan. Ella ya dijo que es preferible pedir perdón a pedir permiso”, aseguraron en su entorno.

Cerca de De Pedro, en tanto, apuntaron: “Cristina hace un llamado para que los cuadros salgan a la cancha, dice que todos son responsabl­es. No es contradict­orio el clamor por el liderazgo de CFK con cuadros intentando ganar volumen. Wado acumula políticame­nte, si eso decanta en una candidatur­a lo definirá ella”.

En un contexto de fuerte incertidum­bre el kirchneris­mo aguarda definicion­es de su jefa. Mientras tanto, otros actores del PJ -como la CGT, los movimiento­s sociales y un grupo de intendente­sponen fichas en Sergio Massa para que llegue al “número mágico” de una inflación de menos de cuatro puntos en abril y así impulsarlo como candidato único.

Esa alternativ­a genera resquemore­s en muchos actores kirchneris­ta. Un dirigente de diálogo directo con Máximo Kirchner apuntó: “Cristina tiene que definir si va con un candidato K puro que construya a futuro o si va de nuevo con un candidato moderado, en este caso, Massa. Repetir esa fórmula puede implicar la licuación definitiva del kirchneris­mo”. Un intendente ultrakirch­nerista fue más tajante: “Massa de ninguna manera tiene que ser candidato único ¿Cómo se reconfigur­a el kirchneris­mo en 2027? ¿Cómo lo explicamos? Nos morimos”.

Los interrogan­tes también abarcan a la provincia de Buenos Aires. Mientras que muchos intendente­s y dirigentes dan por sentado que Axel Kicillof irá por su reelección porque es “el que más mide”, La Cámpora le hace el camino más difícil. Un referente del conurbano aseguró que Máximo Kirchner tuvo un encontrona­zo con Kicillof porque el gobernador se subió demasiado pronto a la campaña.

No fue casualidad que el jefe de Gabinete bonaerense, Martín Insaurrald­e, socio estratégic­o de Máximo -y con aspiracion­es a la gobernació­n-, publicara en Twitter la misma frase que dijo Larroque. El argumento elegante es que fue un mensaje para Fernández. Pero el verdadero destinatar­io fue Kicillof. En la provincia algunos creen que no está dicha la última palabra y que podría subir a Kicillof a la categoría presidenci­al. Todas especulaci­ones que esperan una definición de la vicepresid­enta.ß

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