“Vaciadores de cuentas”, la banda de hackers que cayó por datos en un celular
Los investigadores calculan que la organización criminal desbaratada había logrado un botín de, al menos, $35.000.000
Un tiempo vivió en Saint Thomas country club. Después se fue al barrio cerrado El rebenque, también situado en canning, donde pagaba US$2000 mensuales de alquiler. Solía manejar un vehículo marca audi y también un Mini cooper hasta que se compró un Mercedes-benz E350 modelo AMG. En los últimos días, alejandro Jakimczuk, conocido como c14 o El Hacker, fue detenido en una mansión de cañuelas, donde se había mudado tres días antes. Detectives
judiciales que desde hacía ocho meses seguían sus pasos lo definieron como uno de los estafadores digitales más importantes del país. Es, según la Justicia, el cerebro de una organización criminal dedicada a vaciar cuentas bancarias que se habría hecho de un botín de, al menos, $35.000.000.
así lo informaron a la nacion calificadas fuentes judiciales. c14, como se identificaba con sus cómplices en los chats de la app de mensajería instantánea y llamadas Signal, se negó a declarar cuando fue indagado por el fiscal alejandro Musso, a cargo de la investigación y titular de la Unidad Fiscal Especializada en investigaciones de ciberdelito (Ufeic), con jurisdicción en Vicente lópez, San isidro, San Fernando, Tigre y pilar, que fue creada el 2 de este mes por medio de una resolución del fiscal general de San isidro, John Broyad.
Musso estaba tras los pasos de Jakimczuk desde la presentación que hizo la apoderada legal de una empresa radicada en carapachay que denunció la desaparición de $1.500.000 de su cuenta bancaria, a pesar de que ella no le había pasado las claves de home banking a nadie. la víctima había caído en la trampa sin darse cuenta. “Se pudo corroborar con el historial de navegación, que la denunciante, al querer ingresar en el home banking del banco donde tenía su cuenta, hizo clic en la primera opción que le sugería el buscador, que era de similar diseño a la web de la entidad bancaria, pero con otro dominio”, explicó una fuente judicial.
la denunciante ingresó sus datos (usuario y contraseña) en la web trucha. En forma instantánea recibió un mensaje donde le explicaban que debía sincronizar el token y, después de entregar su contacto telefónico, recibió la llamada de una falsa oficial de cuentas que le sacó la información necesaria para entrar en su perfil de home banking y transferir el dinero. Detrás del plan criminal estaba la banda liderada presuntamente por c14, informaron a la nacion fuentes judiciales.
“la actividad de su grupo de estafadores digitales se denomina en la jerga ‘vaciadores de cuentas’. Se trata del segmento más rentable, pero a la vez más riesgoso. adquieren credenciales (usuarios y contraseñas) obtenidas previamente por los ‘logueros’, hackers que hacen las páginas falsas de los home banking”, agregaron los voceros consultados.
El dinero obtenido por los “vaciadores” es transferido a cuentas de diferentes bancos y billeteras virtuales a nombres de “mulas”, que prestan su nombre para las operaciones a cambio de un porcentaje. “luego, las bandas de estafadores más sofisticadas adquieren criptomonedas para ocultar los fondos robados”, dijo un detective que participó de la investigación.
En medio de la investigación, el fiscal Musso y su equipo de colaboradores pudieron bloquear $1.300.000 pesos que la banda había sacado de la cuenta de la víctima. otros $200.000, se calcula, fueron convertidos en criptomonedas.
“no se trata de la primera ni la última estafa de c14 y sus cómplices. En zona norte habría protagonizado tres hechos por $10.000.000 y, en la ciudad de Buenos aires, otros siete casos por entre $20.000.000 y $25.000.000”, agregaron las fuentes consultadas.
Jakimczuk, que se presentaba como trader de criptomonedas, sabía que estaban tras sus pasos. Se sospechaba que recibía información de integrantes de fuerzas de seguridad. Se mudaba periódicamente para evitar ser localizado.
El sindicado líder de la banda no lo sabía, pero su suerte comenzó a estar echada cuando se detuvo a otros eslabones de la organización criminal. por ejemplo, a una “mula” (una persona que recibía en sus cuentas el dinero robado a las víctimas) le secuestraron el teléfono celular y la información obtenida fue clave: se identificó a la persona que la había reclutado.
“identificado el reclutador, en el mismo día se allanó su domicilio y se lo detuvo. De su teléfono celular se recuperaron todas las conversaciones con la persona que se encontraba por encima de él en la organización delictiva. como particularidad, la banda se comunicaba por Signal y se agendaban entre sí con acrónimos tales como M18, G17, c14. En las conversaciones dejaban en claro las diferentes jerarquías. Se
La casa en Cañuelas donde fue detenido el supuesto jefe de la banda de estafadores
Alejandro Jakimczuk, alias C14, fue señalado como el cerebro de las estafas
determinó que c14 era el jefe de la banda. Solo faltaba ponerle nombre y apellido”, explicó un detective judicial. El siguiente paso fue detener al estafador que se presentaba como G17. cumplía el rol de coordinador de la banda. Fue solo cuestión de tiempo ubicar, a partir de la información obtenida, a c14.
para eso se siguió el rastro de los gastos de sus tarjetas de crédito y la activación de las antenas cuando usaba su teléfono celular.
“la ubicación exacta de la mansión, adonde se había mudado tres días antes de su detención, se descubrió cuando c14 llamó a la empresa que le brindaba el servicio de energía eléctrica por un corte de luz. En esa comunicación, se obtuvieron el número de medidor del cliente asociado y la dirección del inmueble”.
El sospechoso fue detenido por personal de la Estación de policía de Seguridad (EPDS) Vicente lópez de la policía bonaerense. En la mansión tenía montado un “laboratorio” con tecnología de primera línea para concretar las estafas y un gimnasio para entrenar artes marciales mixtas (MMA), deporte del que es fanático.ß