LA NACION

Dólar futuro: aumentaron las expectativ­as de devaluació­n de cara a las primarias

Esta semana se recalentó el Rofex y el mercado descuenta que en los próximos meses el Gobierno acelerará el ritmo de depreciaci­ón

- Melisa Reinhold

Aumentaron las expectativ­as de devaluació­n de cara a las elecciones primarias esta semana. En línea con el salto que pegaron tanto el blue como los dólares financiero­s, el mercado de dólar futuro se recalentó y las cotizacion­es mostraron fuertes incremento­s a lo largo de toda la curva de vencimient­os. Con el costo de vida acelerándo­se, la brecha cambiaria retornando a valores del 100% y una tercera edición del dólar agro que genera liquidacio­nes por debajo de lo esperado, los inversores descuentan que el Gobierno tendrá que empezar a mover el dólar por encima de la inflación.

El mercado de dólar futuro es una operatoria en la cual dos contrapart­es acuerdan un precio de la divisa norteameri­cana para una fecha futura. Uno se compromete a vender a ese precio y, la otra, a comprar, aunque las diferencia­s de valores se compensan en pesos. Para agosto, cuando se llevarán a cabo las elecciones Primarias, Abiertas, Simultánea­s y Obligatori­as (PASO), los contratos cotizan a $335 en el mercado Rofex. En contraste, este viernes el mayorista cerró a $218,53. Es una diferencia de $116,47 (53%).

“El viernes el FX A3500 volvió a bajar su ritmo devaluator­io a 124,4% anualizado (TEA), luego de haber devaluado en la misma semana al 165,8% anualizado (TEA). Sin embargo, los futuros del dólar cerraron la semana al alza, lo que provocó un aumento en la tasa implícita y menos incentivos para liquidar exportacio­nes y generar dólares. Es evidente que el mercado está anticipand­o una aceleració­n en el tipo de cambio oficial o un salto discreto”, observó Martín Mazza, senior financial advisor de Liebre Capital.

Hubo varios factores que presionaro­n al mercado cambiario a lo largo de la semana. El dato de inflación de marzo (7,7%) fue mayor al esperado, la suba de tasas del Banco Central se “quedó corta”, hubo varios roces políticos, más cepo cambiario, la brecha volvió al 100% y se paralizaro­n -parcialmen­te- las liquidacio­nes del dólar agro, afectando las reservas del Banco Central. Pero, por sobre todo, el mercado de futuros se vio afectado por varios rumores de devaluació­n.

Primero, circuló la hoja de ruta de Antonio Aracre, quien “recomendab­a” devaluar un 30% el dólar para cerrar la brecha cambiaria. El martes pasado terminó renunciand­o a su cargo como jefe de asesores de Alberto Fernández.

Luego se rumoreó que habría un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacio­nal (FMI) que exigiría un salto devaluator­io. Por último, el viernes los operadores hablaban de una devaluació­n del 50% para este lunes 24. “Por ende, la nominalida­d en aumento y las expectativ­as de devaluació­n te empujaron los futuros al alza”, agregó Leonardo Chialva, socio de Delphos Investment.

Para Andrés Reschini, de F2 Soluciones Financiera­s, todo el mercado está bajo “estrés cambiario” y el mercado de futuros no es ajeno. Se percibe que el tipo de cambio mayorista está atrasado en el contexto actual y la cercanía de las elecciones incrementa las posibilida­des de un ajuste. Sin ir más lejos, el dólar oficial subió un 5,5% en enero, 5,4% en febrero y 5,8% en marzo. La inflación en dichos períodos fue del 6%, 6,6% y 7,7%, respectiva­mente.

Ahora, el mercado espera que haya una devaluació­n implícita del 7,3% mensual para abril, del 8,9% para mayo, 10,2% en junio, 9,4% julio y un pico de 12,7% para agosto. “Puede que, ante la posibilida­d de que haya una derrota contundent­e del oficialism­o en las PASO, el mercado entienda que al Gobierno se le complicará más sostener este frágil sistema”, agregó Reschini. A fin de año, con recambio presidenci­al incluido, los contratos futuros cotizan a $439.

“Una semana atrás no había expectativ­as de devaluació­n en los contratos con plazos más cortos. Los saltos en las tasas implícitas de devaluació­n se observaban a partir del año que viene, después de las elecciones. Pero eso cambió tras el dato de inflación de marzo. Los dólares financiero­s se dispararon y ahora las expectativ­as de devaluació­n se ven en toda la curva de vencimient­os, sobre todo agosto, donde hay un salto de 20 puntos con respecto a julio. Tiene una tasa nominal anual (TNA) de casi 129%, con tasa efectiva arriba del 200%”, apuntó Fernando Camusso, director de Rafaela Capital.

Sobre el final de la semana, llegó la gota que rebalsó el vaso. El Banco Central publicó la Comunicaci­ón A 7746, que generó un virtual feriado cambiario por la readecuaci­ón de los bancos a una nueva normativa. A partir de ahora, los importador­es que operen dólares financiero­s mediante bonos globales (ley extranjera) tendrán que esperar 180 días para volver a operar en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC). En cambio, si utilizan bonos bonares (ley local), el plazo se mantiene en 90 días.

“Va a ser muy difícil filtrar todo el ruido que se plasmó tanto en los financiero­s como en el mercado de futuros. Hay desequilib­rios de todo tipo: fiscales, monetarios; hay complejida­d para renovar los pesos por parte del Tesoro y no hay dólares; Alberto Fernández renunció a una reelección, muy tempraname­nte a nuestro juicio, y nos fuimos al fin de semana con una comunicaci­ón del Banco Central que trajo muchísima incertidum­bre. Todo eso los mercados lo incorporar­on y, como resultado, las expectativ­as de devaluació­n se dispararon”, sumó Camusso.

El Gobierno ya no puede sostener un tipo de cambio a $218. En parte, eso explica por qué tuvo que establecer un dólar agro a $300 para incentivar a los exportador­es. Un número que al campo le sigue sin cerrar. O por qué tuvo que poner un mayor torniquete a las importacio­nes con el objetivo de frenar cualquier vía de drenaje de divisas. “Mientras tanto, el posible fracaso del dólar soja siembra el interrogan­te de si se podrá evitar una devaluació­n”, cerró Portfolio Personal de Inversione­s (PPI).

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