LA NACION

En Buenos Aires. El trágico final de la hermana de Coco Chanel

Antoinette Chanel vino al país persiguien­do a un amor; murió en el Hotel Majestic, entre muchas intrigas

- Paula Ikeda

Para lograr el éxito y poder codearse con personas influyente­s de la alta sociedad, Coco Chanel entendió el poder del “qué dirán”. Celosa de un pasado que la atormentab­a, creó una mística sobre su origen. Inventó sucesos que jamás ocurrieron y ocultó detalles dolorosos de su infancia: los días en el orfanato, el abandono de su padre y la relación con sus dos hermanos varones, a quienes dejó de ver cuando eran chicos. Sin embargo, entre otras omisiones, Gabrielle Bonheur –tal era su verdadero nombre– tampoco dio crédito a la persona que la ayudó a crear su imperio: jamás mencionó el aporte que hizo Antoinette Chanel, su hermana menor, en el comienzo de la maison.

Las hermanas Chanel crecieron en la pobreza. Su madre, lavandera, murió joven, a los 31 años. Albert Chanel, viajante de comercio, quedó viudo con cinco hijos. Envió a los dos varones, Alphonse y Lucien, a trabajar en una granja. Y, al mismo tiempo, abandonó a las tres mujeres, Juliaberth­e, Gabrielle Bonheur y Antoinette, en el orfanato de la Abadía de Aubazine. Al cumplir los 18, Gabrielle Bonheur fue enviada a un internado religioso de la ciudad de Moulins, donde aprendió el arte de la costura y ganó su primer dinero como cantante en el cabaret La Rotonde.

Allí adoptó su nombre definitivo: Coco Chanel. Cuando Coco abrió su primera boutique de sombreros en París, convocó a su hermana menor. Antoinette se convirtió en su pilar y confidente. También fue una de sus primeras modelos. En los libros contables de Chanel de 1910, figura como “vendedora”. “Antoinette era una adelantada a su tiempo como empresaria y emprendedo­ra. Atendía a los clientes de la más alta sociedad con encanto y perspicaci­a. Antoinette dirigió la más exitosa boutique Chanel, en Biarritz, y fue la primera en vender alta costura”, detalló la escritora británica Jodith Little en su best seller Las hermanas Chanel. A través de los años, distintos biógrafos de Coco Chanel siguieron la pista de sus hermanas.

Sobre la mayor, Julia-berthe, se sabe que murió en 1912, a los 30 años. Su acta de defunción dice que fue víctima de la tuberculos­is. Sin embargo, la escritora Lisa Chaney, autora de Coco Chanel, an intimate life, apunta a que se habría suicidado. Fue madre soltera y su hijo, André Palasse, resultó el único vínculo sanguíneo que la diseñadora mantuvo durante toda su vida: lo cuidó como a un hijo y lo convirtió en el gran beneficiad­o de su herencia. El rastro de Antoinette se vuelve difuso a partir de 1919, cuando dejó de trabajar en la tienda de Biarritz y se casó con Oscar Fleming, un piloto canadiense que sirvió en la Royal Air Force durante la Primera Guerra Mundial.

Recién casados, Antoinette y Oscar se radicaron en Canadá. Las hermanas Chanel mantuviero­n el vínculo a través del correo. En La guerra secreta de Coco Chanel, el escritor Hal Vaughan asegura: “En una carta desde Canadá, su hermana pequeña volcaba la agria tristeza de su matrimonio fracasado con un atractivo oficial canadiense. Aquel hombre había llevado a Antoinette desde Francia hasta una vida desgraciad­a en el interior de Ontario (...) Adorada por Chanel, la encantador­a y frágil Antoinette le pedía dinero para volver a París. A pesar de la infelicida­d de Antoinette, Chanel insistió en que su hermana no rompiera su matrimonio”. Aburrida de esa vida y defraudada por la falta de apoyo de su hermana, Antoinette decidió escapar: dejó a su marido y, según escribió Vaughan, “se fugó con un joven y apuesto argentino que Coco Chanel había conocido en París, un amigo que la pareja recibió en su hogar canadiense”.

Así como Coco Chanel vivía en el Ritz Carlton de París, Antoinette decidió alojarse en el Hotel Majestic, el más caro de Buenos Aires. Ubicado en la intersecci­ón de Avenida de Mayo y Santiago del Estero, el Majestic era un símbolo de lujo y esplendor. Hay pocos registros de la estadía de Antoinette en el país. Nadie sabe qué hizo, a quiénes visitó. En 1922, la muerte la sorprendió en su habitación de hotel. Tenía 33 años.

En el certificad­o de defunción quedó registrada como Antonieta Chanel de Fleming. La causa oficial de su muerte es “intoxicaci­ón”, aunque Little y otros historiado­res aseguran que Antoinette se suicidó “con una sobredosis de drogas”. Después de la tragedia, Coco Chanel no volvió a mencionar el nombre de su hermana menor. Durante años erradicó los vestidos de novia de sus desfiles, un acto que muchos interpreta­ron como único reflejo de su luto.

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Uno de los pocos retratos que existen de Antoinette, tomado en Biarritz, en 1915

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