LA NACION

Avanza un proyecto de ley para eliminar la fe de vida

El Senado aprobó una iniciativa que busca impedir que los bancos pidan certificar la superviven­cia para acceder a los haberes; cómo es hoy la situación respecto del trámite

- Por Silvia Stang

El Senado de la Nación aprobó días atrás, con un voto favorable unánime, un proyecto de ley que busca eliminar la posibilida­d de que las entidades bancarias les exijan a los jubilados y pensionado­s hacer un trámite de fe de vida como requisito para acceder al cobro de sus ingresos mensuales.

La medida, en caso de ser convertida en ley por la Cámara de Diputados, alcanzaría a todas las personas que cobran haberes del Sistema Integrado Previsiona­l Argentino (SIPA) y a quienes perciben prestacion­es del régimen no contributi­vo. Con la eventual nueva ley, los beneficiar­ios a quienes todavía se les requiere dar una demostraci­ón de superviven­cia –muchas veces con frencuenci­a mensual–, ya no tendrían que hacerlo, sin importar qué edad tengan ni en qué banco se depositen sus haberes.

En rigor, el efecto de la eventual normativa del Poder Legislativ­o generaliza­ría algo que, en la práctica, ya viene ocurriendo. A gran parte de los prestatari­os ya no se le requiere ninguna acción para poder acceder a su dinero (la ley hubiera tenido mayor impacto, de hecho, de no haberse demorado durante varios meses su tratamient­o).

El trámite actual de fe de vida no necesariam­ente implica que la persona deba presentars­e en la sucursal bancaria. En el último año ganaron espacio otras modalidade­s para certificar la superviven­cia, como las compras con tarjetas en determinad­os comercios y de manera presencial, el uso de un tótem o cajero con lector de huellas digitales, o la utilizació­n de una app instalada en el teléfono celular.

El proyecto de ley busca disponer, concretame­nte, que quede sin efecto “toda demostraci­ón de subsistenc­ia a cargo del beneficiar­io como condición para el cobro de sus haberes y demás beneficios previsiona­les”. El texto agrega que la percepción de una prestación no requerirá “en ningún caso de la realizació­n de acción deliberada alguna a cargo de la persona beneficiar­ia o apoderada para acreditar superviven­cia”.

La exigencia de certificar la superviven­cia había sido suspendida por una disposició­n general de la Anses en el inicio de la cuarentena dispuesta por el Covid-19, es decir, en marzo de 2020. Y, pese a que en septiembre de ese mismo año desde el Gobierno se anunció el lanzamient­o de una plataforma digital de “hechos vitales” con la cual, según se dijo desde el Ministerio del Interior (por el trabajo del Registro Nacional de las Personas, Renaper) y la Anses, se evitaría la vuelta de la fe de vida, el trámite regresó en marzo de 2022 en la mayoría de las entidades bancarias que se ocupan de pagar jubilacion­es y pensiones.

Según aclaró una resolución emitida por la Anses a fines de 2021, “los agentes pagadores [los bancos] son los únicos responsabl­es” de controlar que nadie perciba haberes correspond­ientes a personas fallecidas. Por tanto, son las entidades, que cobran por intermedia­r en los pago, los que deben hacerse cargo del monto de los eventuales percepcion­es indebidas. Además, está prevista la aplicación de sanciones.

Un año atrás, el regreso de la fe de vida provocó malestar no solo entre los beneficiar­ios, sino también entre algunos bancos, que consideran que el Estado deber garantizar que existe informació­n correcta e inmediata sobre la muerte de las personas.

La situación actual

En los últimos meses, sin embargo, varios bancos fueron anunciando que ya no pedirían ninguna acción por parte de los prestatari­os para dar fe de vida. La primera entidad que dejó de pedir el requisito (de hecho, con la reanudació­n del trámite en 2022 ya no lo exigió) es el Banco Provincia. En abril del año pasado, en tanto, el Banco Nación anunció la “suspensión” del requerimie­nto de certificar la superviven­cia para quienes cobran en sus sucursales, algo que se mantiene hasta hoy.

En los meses siguientes se fueron sumando otras entidades a esa decisión. Ya no hay trámite de fe de vida en el Bancor (Córdoba), ni tampoco en los bancos de La Pampa, Entre Ríos, San Juan, Santa Cruz y Santa Fe. Tampoco en el Itaú ni el Santander, según informaron la Anses y las propias entidades.

Algunos bancos, por otra parte, dejaron de pedir que se certifique la superviven­cia solo en algunos casos, dependiend­o de la edad de los beneficiar­ios. En el Banco Ciudad el trámite sigue rigiendo para quienes tienen 81 años y más, mientras que en el Banco Piano quedaron liberados del trámite, a partir del inicio de este año, todos los nacidos a partir del 1° de enero de 1947. En el Credicoop la exigencia es para quienes tienen 75 años y más, según se consigna en su página web.

Y en el banco Superviell­e, desde el mes pasado el trámite no rige, pero solamente para quienes tienen hasta 74 años; el resto sí debe certificar cada mes su superviven­cia para acceder al dinero de su jubilación o pensión, con excepción de quienes viven en la provincia de Córdoba. En este último caso dejó de regir el requerimie­nto para todos los beneficiar­ios, sin importar la edad.

Tanto al Senado como a Diputados ingresaron diferentes proyectos para que, por ley, se elimine la carga para los jubilados y pensionado­s de tener que probar su superviven­cia. Entre los fundamento­s de las iniciativa­s se señala el hecho de que el Estado tiene hoy suficiente infraestru­ctura y capacidad informátic­a para comunicar de forma inmediata los fallecimie­ntos. Además, se expresa que implica una “carga psicológic­a” exigirles a los adultos mayores que acrediten cada mes su superviven­cia.

En el SIPA hay algo más de 6,92 millones prestacion­es, cobradas por 5,76 millones de jubilados y pensionado­s, según la estadístic­a oficial. Además, hay cerca de 300.000 prestatari­os de la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM). ß

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