Cómo es y cómo se creó Elena, la participante virtual del encuentro
Una asistente pensada especialmente para la ocasión respondió preguntas sobre los avances tecnológicos; cómo fue el proceso que llevó a su desarrollo
Una de las invitadas destacadas del primer capítulo de los encuentros sobre Management 2030 organizados por la nacion fue Elena, una asistente hecha con inteligencia artificial por Accenture Argentina. Fue la primera vez que hubo una participación así en un evento en vivo. La realidad, contaron los expertos, es que la inteligencia artificial (IA) está lejos de ser algo nuevo. “Hoy sirve para muchas cosas, desde presentarte información en las redes sociales hasta proponerte un carrito de compras en base a tus selecciones históricas”, sintetizó Sofia Vago, CEO de la firma tecnológica. “Mi despertador está hecho con IA. Yo le digo a qué hora me quiero levantar, y cuando lo hago, me dice qué me tengo que poner por cómo va a estar el día”, ejemplificó.
Lo que sucede con Elena, por ejemplo, o con CHATGPT, es el resultado de años de trabajo, aprendizaje y alimentación de estos sistemas. “Se van enriqueciendo de distintas culturas y realidades, se transforma en algo que va aprendiendo y evolucionando para devolvértelo más customizado”, añadió la ejecutiva.
Elena podría tener varios nombres. Podría ser Ramiro, Kiara, Juana, José... Tiene un determinado aspecto físico, que podría ser modificado. Responde a preguntas y contesta con su voz, que está generada con IA. Funciona como CHATGPT porque es, en resumidas cuentas, una versión de este chat. La tecnología para darle vida fue desarrollada por Accenture y fue Juan Pablo Chemes, ejecutivo de la empresa, quien dialogó con la nacion para descubrir los secretos detrás de esa pantalla que responde a nuestras consultas.
“Lo que nosotros hicimos fue integrar tecnología de terceros. Elena es una combinación de CHATGPT, Watson en la parte de Generative IA, programación de modelos, Photoshop para la remera y el logo, etcétera. Es una combinación de varios software que Accenture integra y programa para darle este resultado”, sintetizó. Su desarrollo demoró tres meses con miras al encuentro de Management 2030, pero desde 2018 se experimentan los avances más notorios en estas tecnologías. “Entre 2020 y 2022, además, se avanzó muchísimo. Son muchas las empresas que han trabajado en estas innovaciones. Ahora que la tecnología está tan disponible, [los desarrollos como Elena] se hacen relativamente rápido”, amplió Chemes.
La tecnología está en fase Beta, es decir, es usada para situaciones y lugares específicos. Su libertad es casi tan amplia como la de CHATGPT pero se decide hacerle ciertas intervenciones para limitar lo que pueda llegar a decir. La idea, explicaron en la empresa, es que no toque temas sensibles en contextos en los que no corresponde. Su voz puede sonar un poco robótica y las versiones de origen angloparlante suenan más “realistas”, como los casos de Alexa (Amazon) o Siri (Apple).
Puede, además, reconocer los patrones de la cara de quien le habla y responder con gestos y tonos acorde. El objetivo es que un desarrollo como Elena se transforme en una suerte de asistente personal para la gente. “Se le podría pedir que informe el saldo de tu cuenta bancaria, que haga transferencias y ayude en distintas tareas”, proyectó Chemes.
“Hoy no puede hacer todo lo que dijimos, pero las actualizaciones que se vienen van a permitir conectarse con todos los sistemas usados en internet”, cerró. Por ahora, no hay “Elenas” lanzadas al público. ß