Fernández, el gran ausente, se recluyó en Chapadmalal
Tras el tedeum, el Presidente viajó a la costa para pasar el fin de semana; en su entorno tomaron con alivio el mensaje de Cristina; Olmos, Cerruti, Rossi y Tolosa fueron al acto
Alberto Fernández hacía poco que había llegado a la residencia oficial de Chapadmalal, ayer por la tarde, cuando comenzó el discurso de Cristina Kirchner. El mandatario viajó solo en avión hasta Mar del Plata, adonde arribó a las 14.30, y desde allí partió vía terrestre hasta la ciudad costera, en la que ya descansaban desde el miércoles su mujer, Fabiola Yañez, y Francisco, el pequeño hijo de ambos. Su arribo al lugar, en el que permanecerá hasta pasado mañana, fue apenas horas después de asegurar que no se sentía aislado por no haber sido invitado al acto en el que se conmemoraron los 20 años de la llegada de Néstor Kirchner al poder.
Las imágenes de su arribo al aeropuerto mostraron a Fernández completamente alejado de lo que se veía a 400 kilómetros de allí. En completa soledad, descendiendo por la escalera del avión carry on en mano y un custodio llevando su guitarra en una funda.
Fernández, que el 25 de mayo de 2003 entró a Balcarce 50 como el jefe de Gabinete de Néstor Kirchner, fue el único de los socios políticos del Frente de Todos que no estuvo invitado a la celebración. Mientras que la vicepresidenta fue la única oradora, Sergio Massa se ubicó a uno de sus costados. En el escenario sí estuvieron algunos de sus cercanos, como el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos; la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, y los ministros Victoria Tolosa Paz y Gabriel Katopodis. Debajo del escenario estuvo el jefe de Gabinete, Agustín Rossi.
Más temprano, Fernández había protagonizado el cierre del tedeum en la Catedral, en el que tomó la palabra. Desde su entorno resaltaban el hecho de que lo posicionó como el “único presidente” que lo hizo tras haber sido invitado previamente por las autoridades eclesiásticas.
Cerca del mandatario aseguraron que Fernández les dio vía libre a cada uno de sus cercanos para que decidieran qué hacer sobre el acto. “Si él mismo convocó al acto, cómo les iba a decir que no fueran”, reflexionó uno de sus hombres de mayor confianza. Ayer por la tarde el entorno presidencial respiraba con alivio respecto de lo que fueron las palabras de Cristina Kirchner. “No solo no le pegó, sino que volvió sobre lo que dijo en la entrevista con C5N y reconoció el trabajo que se hizo. Dijo que el Gobierno fue infinitamente mejor que lo podría haber sido otro de Mauricio Macri”, mencionaron con satisfacción. Desde el mismo sector, resaltaron que “habló de futuro” y agregaron que nunca pensaron que daría pistas sobre quién será su candidato.
Entre los leales a Fernández que estuvieron arriba del escenario se destacó Olmos, uno de los más influyentes hombres del PJ porteño, de buen diálogo con todas las terminales del oficialismo. Algo similar a lo que sucede con Katopodis, quien tiene diálogo fluido con Máximo Kirchner, Sergio Massa y fue uno de los más incondicionales al Presidente. Rossi, por su parte, estuvo abajo y decidido a presentar su precandidatura presidencial, lo que sucedería el próximo lunes.
Tolosa Paz, junto a su marido, Enrique “Pepe” Albistur, publicista y amigo personal de Fernández, también estuvo arriba del escenario. “Victoria se siente parte indiscutiblemente del kirchnerismo, es una identidad política y una identificación desde la cual siempre se sintió parte y es desde esa identidad desde la cual vive hoy el peronismo”, decían cerca de ella.
El que no fue al acto fue el canciller Santiago Cafiero, tal vez el más leal colaborador de Fernández.
Cerca del mediodía todos ellos habían estado acompañándolo en el tedeum y la Casa Rosada. Luego, cuando la Plaza de Mayo comenzaba a llenarse, el Presidente dejó la sede de gobierno rumbo al aeroparque porteño. Desde allí tomó el vuelo que lo llevó a Mar del Plata. Por lo pronto, no se espera que tenga actividades en la zona, aunque cerca de él no lo descartaban.●