LA NACION

Una marcha con mucho conurbano, poco interior y sin la CGT

Dominaron La Cámpora y el PJ bonaerense; hubo solo tres gobernador­es

- Mariano Spezzapria

El discurso de Cristina Kirchner no tuvo nada de novedoso para la política argentina. La vicepresid­enta arremetió con las consabidas críticas al FMI, la Corte Suprema de Justicia, la oposición y los medios de comunicaci­ón. También atacó a economista­s. Pero, en rigor, el valor político del acto que encabezó ayer en la Plaza de Mayo fue la puesta en escena de un peronismo que se está reorganiza­ndo de cara las próximas elecciones.

Ya descartada la posibilida­d de encabezar una fórmula presidenci­al, como le pidieron insistente­mente los militantes bajo la lluvia, Cristina Kirchner se cuidó de no anticipar definicion­es en el plano electoral, aunque el menú que tiene para selecciona­r a los dirigentes que tomarán el bastón de mariscal estuvo parado detrás de ella: allí se los vio en primera línea a Eduardo “Wado” de Pedro, Sergio Massa, Axel Kicillof y Máximo Kirchner.

Abajo del escenario, la movilizaci­ón estuvo liderada por La Cámpora, mientras que en una segunda línea se ubicaron las columnas del PJ del conurbano. En ese aspecto se vio la mano de Máximo Kirchner, que lidera tanto la agrupación kirchneris­ta como el Partido Justiciali­sta bonaerense. En los alrededore­s se ubicaron los gremios que no comulgan con “los Gordos” de la CGT -ausentes- y los movimiento­s sociales como el Evita, Somos Barrios de Pie y la CCC.

La convocator­ia tuvo un costado flaco: la escasa cantidad de gobernador­es que estuvieron junto a la vicepresid­enta. Solamente se los vio al bonaerense Kicillof, a la santacruce­ña Alicia Kirchner y al riojano Ricardo Quintela, pero a ninguno más de los mandatario­s que este año vienen ganando elecciones para el PJ, en detrimento de Juntos por el Cambio y los libertario­s de Javier Milei. Visto de ese modo, el kirchneris­mo agudizó su tendencia a la conurbaniz­ación.

En la Plaza de Mayo y sus inmediacio­nes también hubo una columna del Frente Renovador de Massa, quien estuvo parado muy cerca de Cristina. También fue parte de ese grupo selecto la presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau. Como nota de color, se percibió un cruce entre Massa y Juan Grabois en pleno escenario. Alguien hizo notar, después, que el dirigente social tenía puesta “una campera de 350 dólares”.

Entre los “albertista­s”, en tanto, solo movilizaro­n militantes la agrupación de la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, y la Corriente que responde al jefe de Gabinete, Agustín Rossi. Al cabo de la jornada, los organizado­res del acto kirchneris­ta aseguraron que en la Plaza de Mayo y sus inmediacio­nes hubo “cerca de 500.000 personas”.●

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