Barrio 31: bendición del Papa a la sede del CBC de Scholas
Por los diez años de la fundación, hubo un encuentro virtual con Francisco
Con una bendición a la distancia, el papa Francisco participó ayer de la inauguración oficial de la sede del Ciclo Básico Común (CBC) de la Universidad de Buenos Aires (UBA) en el Barrio 31. Convocó a unos 50 estudiantes y unos 100 vecinos, que siguieron en directo la transmisión desde el Vaticano por la celebración de los diez años del lanzamiento global de Scholas Occurrentes. Esta fundación nació en la Argentina en 2001, en este barrio, como respuesta educativa a la crisis social y económica, y en 2013 José María del Corral y Enrique Palmeyro la impulsaron a nivel mundial con el apoyo del Pontífice.
El acto se hizo en el centro que la organización tiene en el Barrio 31, donde desde hace cuatro cuatrimestres comenzó a funcionar esta sede pionera de la UBA, que busca acercar el estudio de grado a todos los vecinos. Sin embargo, todavía tenía pendiente su inauguración, que finalmente se hizo ayer con el festejo de los diez años de Scholas.
El vicerrector de la UBA. Emiliano Yacobitti, y el director del CBC, Felipe Vega Terra, participaron de la ceremonia en el Vaticano. Además, allí estuvieron los impulsores de Scholas y 50 alcaldes de ciudades de América Latina.
Los estudiantes locales y otros jóvenes de cinco países que se sumaron a la transmisión tuvieron la oportunidad de llevar sus preguntas al Papa. Las mellizas Mabel y Elizabeth Penayo, de 27 años, que cursan el CBC en la sede del Barrio 31 para las carreras de Trabajo Social y Psicología, respectivamente, fueron las encargadas de hacerle la primera pregunta: “¿Cómo es posible que Scholas, que nació como respuesta a una problemática local, pueda dar respuesta a la problemática mundial?”. El Papa contestó: “Es cuestión de puntería. Estas dos sabandijas [por Del Corral y Palmeyro] se dieron cuenta de cuál era el problema y se metieron a dar una respuesta. Acompañaron el problema para que se resolviera solo. No tienen recetas. Del mismo problema sacaron las energías. Son gratuitos de corazón. Y la gratuidad es la rúbrica de cualquier proyecto bueno”.
Enseguida, el conductor del acto le preguntó: “¿Tiene planes de visitar la Argentina el año que viene?”. “La idea dice el año que viene. Vamos
a ver si se puede”, remató (más información en la página 13). Sin embargo, la respuesta apenas se escuchó dentro del predio por un problema de la transmisión.
“¿Les puede mandar una bendición a quienes participan de la sede de la Universidad de Buenos Aires que se inaugura hoy?”, le dijo el conductor del evento en el Vaticano. “Sí, mi bendición de corazón. Adelante. Y estén atentos a que nos se les metan piratas en la villa”, dijo Francisco. El auditorio local agradeció con un aplauso sostenido.
La mellizas Penayo viven a cinco cuadras del centro de Scholas. Llegaron a la Argentina desde Paraguay hace 11 años. A pesar de que casi habían terminado la secundaria en su país, cuando lograron tener el DNI argentino, revalidaron los dos niveles para poder acceder a la universidad. Un camino que les llevó varios años. Por los horarios, se les complicaba estudiar en la universidad. Las dos tienen hijos y trabajan en limpieza. Cuando se enteraron de que podían cursar el CBC en la sede de Scholas, no dudaron en inscribirse. “Los profesores son muy buena onda. Te ayudan, te explican. Además, estamos muy cerca y es una gran oportunidad”, dice Elizabeth.
“El crecimiento que tuvimos es asombroso. Muchos chicos y chicas, incluso gente más grande, se acercan para estudiar. Esta no solo es una versión más cercana de la universidad porque está próxima, sino también porque los docentes los conocen por su nombre. Desde Scholas los ayudamos con las trabas que puedan existir para que no abandonen, como conseguir fotocopias o permitirles hacer impresiones, y ayudarlos con clases de apoyo”, explica Pablo Kuczynski, coordinador de la sede, que desde que empezó a operar pasó de 50 alumnos a más de 435 inscriptos.
Francisco disfrutó del formato pregunta respuesta con los más jóvenes. Incluso cuando le preguntaron por la Educación Sexual Integral (ESI). “Es muy penoso que haya tantos chicos que no accedan a la educación y a completar el ciclo. Lo mismo que no reciban educación sexual. ¿Cuántas veces por falta de educación se cae en la comercialización del amor? El amor no es para eso. Los chicos no son para ser usados ni comercializados. Que tengan educación es un deber de todos como sociedad. La pornografía es la comercialización más burda del amor”, dijo.ß