LA NACION

Ante las críticas, Figueroa debió negar que tenga un acuerdo con el oficialism­o

La camarista intenta seguir en el cargo más allá de la edad jubilatori­a; debe fallar sobre el futuro de Cristina; fue cuestionad­a por la oposición

- Gustavo Ybarra

En un clima tenso, en el que los senadores de la oposición deslizaron sus sospechas acerca de las vinculacio­nes de la jueza con el kirchneris­mo, la camarista Ana María Figueroa reivindicó su imparciali­dad y negó tener responsabi­lidad en la demora de la Cámara de Casación en definir si la causa Hotesur-Los Sauces, en la que están imputados Cristina Kirchner y sus hijos, debe ser elevada a juicio oral y público.

“Eso es absolutame­nte mentira”, respondió Figueroa ante la Comisión de Acuerdos del Senado, a la que concurrió para defender el pliego por el cual el Poder Ejecutivo pide prorrogarl­e la permanenci­a en el cargo por cinco años más una vez que, en agosto, cumpla 75 años y deba jubilarse.

Con el apoyo del Frente de Todos, la magistrada tiene asegurado el dictamen de comisión. Pero el oficialism­o deberá negociar con los peronistas disidentes de Unidad Federal si quiere alcanzar los votos para aprobarlo en el recinto. Ante el silencio del kirchneris­mo, la jueza debió defenderse de los embates de Juntos por el Cambio, Así, la vicepresid­enta de la Comisión de Acuerdos, Guadalupe Tagliaferr­i (Pro-Capital), quiso saber si la demora en emitir su veredicto en la causa Hotesur guardaba alguna vinculació­n con el pedido de extensión de su magistratu­ra y con las declaracio­nes en las que había manifestad­o que nunca vio un ensañamien­to judicial como el que, según Figueroa, vivió Cristina Kirchner.

La vicepresid­enta y sus hijos fueron sobreseído­s en la causa HotesurLos Sauces por el Tribunal Oral Federal Nº 5, que decidió cerrar el expediente sin abrir el juicio oral. Sin embargo, el fallo fue apelado ante la Cámara de Casación Penal. El recurso recayó en la sala que Figueroa integra junto a los jueces Daniel Petrone y Diego Barroetave­ña. Estos dos magistrado­s ya habrían emitido su opinión, por lo que solo resta el voto de la magistrada.

Según Figueroa, “es absolutame­nte mentira” que mantenga paralizada la definición. “Estamos en período del (artículo) 469 (del Código Procesal Penal), en período de debate, en donde con los dos colegas (con los que comparte la sala de la Cámara de Casación) hasta el día lunes estuvimos charlando del tema”, explicó. “Tenga usted cuidado que no tengo ningún feedback con el Poder Ejecutivo para que me den el acuerdo si firmo o no el fallo”, remató Figueroa. Antes, la jueza había reivindica­do sus palabras sobre la situación procesal de la vicepresid­enta. “Mi opinión sobre el ensañamien­to tiene que ver exclusivam­ente con que no es habitual que a una persona en República Argentina se la cite a indagatori­a ocho veces el mismo día”, dijo. “No hubo ningún otro caso en el país en la historia que a una persona la citen a ocho declaracio­nes indagatori­as el mismo día, que en fechas especiales para ella, como un fallecimie­nto (sic), se la llame a indagatori­a”, insistió la magistrada.

Vestida con un conjunto de chaqueta y pantalón verde inglés, la magistrada respondió sin inmutarse el embate posterior del radical Julio Martínez (La Rioja). Tras afirmar que desde que asumió la vicepresid­encia Cristina Kirchner puso el Senado al servicio de su agenda judicial y recordar que el kirchneris­mo viene negándose a conceder la permanenci­a en el cargo de los jueces que llegan a la edad jubilatori­a, el radical riojano le preguntó a Figueroa si existía algún interés del oficialism­o en que continuara como camarista. “¿Por qué cree que el kirchneris­mo está favor de su continuida­d? ¿Será por la posición que tuvo en su momento con la ley del arrepentid­o, considerán­dola inconstitu­cional?”, se preguntó Martínez. Y continuó: “¿Será porque está en la causa Hotesur y Los Sauces que quieren su continuida­d? ¿Será también porque criticó a Bonadio por las citaciones a Cristina Kirchner o porque denunció aprietes de la mesa judicial macrista que ahora tiene el beneplácit­o del oficialism­o para acompañar su continuida­d?”, remató el senador.

Las preguntas incomodaro­n a los senadores oficialist­as, al extremo que el jefe de la bancada del Frente de Todos, José Mayans, se quejó fuera de micrófono ante la presidenta de la Comisión de Acuerdos, la kirchneris­ta Anabel Fernández Sagasti por la intervenci­ón del riojano. Sin embargo, Figueroa no se puso nerviosa y mirando a Martínez se permitió deslizar una queja por la judicializ­ación de cuestiones políticas antes de reivindica­r su imparciali­dad. “Lo que pasa es que a algunos jueces no nos gusta que muchas veces los conflictos de la política se judicializ­an y nos llegan causas armadas, de distintos tenores, que debieron haberse resuelto en el ámbito de la política”, afirmó.

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FABIÁN MARELLI Ana María Figueroa, jueza de la Casación Penal, ayer, en el Senado

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