El príncipe heredero jordano se casó en una fastuosa boda
La ceremonia sirvió para llevar al futuro rey a una audiencia global
AMÁN.– La muy esperada boda real de Jordania comenzó ayer con el sorprendente anuncio de que el príncipe Guillermo de Gran Bretaña y su esposa, Kate, habían llegado para presenciar las nupcias del príncipe heredero Hussein y su novia saudita.
La asistencia de los miembros de la realeza británica se había mantenido en secreto y solo fue confirmada por los medios estatales jordanos unas horas antes del inicio de la ceremonia en el palacio.
La boda del heredero al trono de Jordania, de 28 años, y Rajwa Alseif, una arquitecta de 29 años vinculada a la monarquía de su propio país, enfatiza la continuidad en un estado árabe valorado por su duradera estabilidad. Las festividades, que comenzaron ayer por la tarde, también presentan a Hussein a una audiencia global más amplia.
La celebración refuerza el orden de sucesión de la familia real, refresca su imagen después de una disputa en el palacio e incluso puede ayudar a Jordania, un país con escasos recursos, a forjar un vínculo estratégico con su vecino rico en petróleo, Arabia Saudita.
Ayer por la mañana, los invitados sauditas a la boda y los turistas, los hombres vestidos con túnicas blancas de dishdasha y las mujeres con abayas de colores brillantes, pasaban por el elegante vestíbulo de mármol del hotel Four Seasons en Amán.
Presentación del futuro rey
Los 11 millones de ciudadanos de Jordania fueron viendo cómo el joven príncipe heredero fue ganando preeminencia en los últimos años, ya que cada vez más se ha unido a su padre, el rey Abdullah II, en apariciones públicas. Hussein se graduado de la Universidad de Georgetown, se ha unido al Ejército y ha ganado cierto reconocimiento global al hablar en la Asamblea General de la ONU. Su boda, según los expertos, marca su próximo rito de paso crucial.
“No es solo un matrimonio, es la presentación del futuro rey de Jordania”, dijo el analista político Amer Sabaileh. “El tema del príncipe heredero ha quedado cerrado”.
La boda puede crear un breve momento de alegría para los jordanos en tiempos económicos difíciles, que incluyen un persistente desempleo juvenil y una economía en declive.
Los funcionarios del palacio convirtieron el evento, que se celebra una semana después del 77° cumpleaños de Jordania, en algo parecido a una campaña de relaciones públicas. Combinando tradición y modernidad, la familia real introdujo un hashtag de boda (#CelebrandoAlHussein) y un logotipo omnipresente que fusiona las iniciales de la pareja en las palabras árabes “Nos alegramos”.
El reino declaró ayer como feriado para que multitudes de personas pudieran reunirse después del servicio para saludar al cortejo nupcial de la pareja compuesto por jeeps Land Rover rojos, en alusión a la procesión tradicional de jinetes vestidos con abrigos rojos durante el reinado del fundador del país, el rey Abdullah I. Se esperaba que decenas de miles de personas acudan a conciertos gratuitos y eventos culturales. Se instalaron pantallas gigantes en todo el país para que las multitudes puedan presenciar el acontecimiento.
La firma del contrato de matrimonio tendrá lugar en el Palacio Zahran en Amán, que no ha presenciado tanta pompa y circunstancia desde 1993, cuando, en un día de junio igualmente soleado, Abdullah se casó con Rania, quien nació en Kuwait, hija de padres palestinos.