La agroexportación ingresó casi US$5900 millones menos en lo que va del año
En medio de la sequía, en los primeros cinco meses liquidó casi US$9500 millones, una merma del 38% versus igual lapso de 2022
En medio de la sequía, la agroexportación redujo un 38% las ventas al exterior en los primeros cinco meses de 2023 respecto de las que había conseguido en igual período del año pasado. El dato se desprende de un informe de liquidación de divisas realizado por la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (CiaraCEC) sobre la performance de mayo y el acumulado de los primeros cinco meses del año.
El año pasado, en un momento de buenos precios internacionales, la agroexportación ingresó en los primeros cinco meses la suma de US$15.329.592.490. En tanto, entre enero y mayo último trajo US$9.449.967.893, una reducción del 38% o una pérdida de US$5879,6 millones.
Todo esto está vinculado con la sequía, que entre trigo, maíz y soja les hizo perder a los productores unos 50 millones de toneladas. Las distintas previsiones indican que este año la caída por exportaciones del campo irá de 21.000 a 25.000 millones de dólares.
Recientemente, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) alertó en un informe que el ingreso neto de divisas del agro quedaría en unos US$20.000 millones por debajo del año anterior. Precisó: “Ante este escenario poco auspicioso sobre las exportaciones en términos de volumen, el valor proyectado a exportar de los principales productos del agro (granos, harinas, aceites y biodiésel) marca un fuerte retroceso. Los envíos al exterior alcanzarían en el año un total de US$27.000 millones, por debajo de los últimos dos años, pero quedando por encima del promedio de la década anterior (US$26.500 millones en 2011-2020).
La BCR dijo que “cabe recalcar que en la actual campaña se proyecta un volumen de importación de soja récord de 10,7 millones de toneladas para poder abastecer las necesidades de la industria local, por lo que las exportaciones netas se ven aún más afectadas”. Y añadió: “En base a los precios y volúmenes proyectados actualmente, se prevén exportaciones netas efectivas de granos y derivados por US$21.360 millones, más de US$18.000 millones por detrás del año anterior. En estos valores se descuentan las importaciones de poroto de soja”.
El caso de mayo
Más allá del reporte de los primeros cinco meses del año, CiaraCEC indicó que durante mayo la agroexportación liquidó US$4212 millones, una baja de 0,45% en relación al mismo mes de 2022 y un 78% superior a abril de este año.
Este salto está vinculado con el dólar soja, que hizo que las empresas ingresen más divisas. “El ingreso de divisas del mes de mayo es el reflejo de un mercado fuertemente afectado por la extrema sequía, que ha reducido drásticamente las producciones de la cosecha gruesa (maíz y soja). A su vez, el régimen establecido bajo el decreto 194/23 [dólar soja] venció el 31 de mayo y provocó una oferta de soja, girasol, sorgo y cebada significativamente superior a los meses previos”, indicó. Anteayer, el Banco Central informó que por CAM9 se registraron operaciones por US$1052,4 millones y el acumulado de la tercera edición del dólar soja, desde el 10 de abril pasado, alcanzó los US$5086 millones. Desde este punto de vista, en el último día del programa finalmente el Gobierno se acercó a la previsión de ingresos que esperaba.
En tanto, tras el cierre del dólar soja III, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires realizó el siguiente análisis sobre las ventas de los productores: “Al comparar con las ediciones pasadas, las toneladas negociadas de soja en términos de nuevos contratos y fijaciones acumularon 8.314.059 toneladas, ubicándose un 37% por debajo de lo registrado durante el acumulado de septiembre [dólar soja I], pero un 43% por encima de las cifras acumuladas del PIE II [dólar soja II]”.
Además de la soja, la tercera edición del programa se amplió a la cebada forrajera, el complejo girasolero y el sorgo. Según la Bolsa de Cereales porteña, anteayer, en el cierre, se comercializaron 13.115 toneladas de cebada forrajera, 10.274 toneladas de girasol y 5793 toneladas de sorgo, “acumulando desde el miércoles 25 de abril [desde la contabilización del registro] 657.992 toneladas, 1.164.348 de toneladas y 111.480 de toneladas, respectivamente”.
Pocos barcos
En este marco, la sequía sigue dejando sus huellas, más allá de la producción, en el movimiento marítimo. En este contexto, como consecuencia de la sequía histórica, que redujo el saldo exportable en un 42,8%, este año el ingreso de buques graneleros a los puertos argentinos caerá y será la mitad que en 2022.
Así lo proyectó la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, que indicó que entrarán 1285 barcos menos que el periodo anterior, cuando fueron 2644 embarcaciones las que llegaron para cargar.
En rigor, el dato surge de un estudio realizado por la Subsecretaría de Agricultura, que consideró la capacidad de carga de los distintos buques graneleros, la capacidad de transporte de aceites, la participación en la flota mundial y el calado de los puertos argentinos.
En este sentido, el reporte ponderó que durante 2022 los buques graneleros que ingresaron a los puertos argentinos, que totalizaron 2644, transportaron “un saldo exportable de 97.107.500 toneladas de granos y aceites, mientras que este año el saldo exportable de la campaña 2022/23 sería tan solo de 55.581.074 toneladas”. Asimismo, el informe señaló que, “entre enero y febrero de este año ingresaron 253 barcos graneleros a los puertos argentinos, cuando para el mismo periodo de 2022 los buques arribados al territorio nacional sumaban 408”.
En cuanto al movimiento de camiones hacia los puertos cerealeros, recientemente la Bolsa de Comercio de Rosario estimó que este año ingresarán a esas terminales 808.000 camiones, un 60% menos que en 2022.