LA NACION

Wado, el candidato que la rema con el reloj en contra

- — por Pablo Sirvén

Si no es del palo no sirve; se desmarca o es ni fu ni fa, como Alberto Fernández. Palabras más, palabras menos, es lo que piensa Cristina Kirchner de su fallido experiment­o gubernamen­tal con el Presidente.

Dispuesta a no cometer el mismo error, pero con la pretensión, tal vez, de ofrecer un “Volvemos mejores (Parte 2)” buscó entre sus huestes más fieles (La Cámpora) al personaje que pudiese resultar menos revulsivo para electorado­s ajenos y supuso haberlo encontrado en Wado de Pedro.

Presiente que es la persona ideal porque escapa, paradójica­mente, del perfil promedio de la organizaci­ón que lidera su máximo hijo: es profesiona­l, productor agropecuar­io, no tan dado a belicosida­des verbales, más sobrio, con una tartamudez a la que le va ganando y que, por eso, también produce empatía. Que visita Expoagro y hasta se saca una foto con un alto directivo de Clarín; que se siente más a gusto visitando programas de C5N y El Destape, pero que también puede dialogar con Alejandro Fantino, en Neura (la propia emisora del conductor); hasta jugar al metegol, en TN, y visitar los magazines de Pamela David, en América, y de Verónica Lozano, en Telefe, que no le plantean preguntas incómodas. Julia Mengolini, en su Futurock, hasta lo exalta como “barrenador de tsunamis”.

El entorno del ministro del Interior se jactó imprudente­mente de un clip que solo debía sugerir un lanzamient­o presidenci­al sin serlo. Pero pudo más la tentación de caer en una comparació­n forzada. Es que no hay tiempo que perder y las encuestas no reaccionan. Lo celebraron con la cándida euforia de chicos del secundario.

“El video publicado por Wado de Pedro en sus redes sociales el 25 de mayo, a las 21 –se lanzaron a la web para jetonear una supuesta victoria virtual que sueñan trasladar idéntica al cuarto oscuro–, alcanzó tres millones de visualizac­iones. El de Larreta, publicado el 23 de febrero [se refieren al respectivo lanzamient­o del jefe del gobierno porteño] llegó a 2,8 millones de visualizac­iones en tres meses. Además, se destaca el impacto positivo alcanzado: 24.000 me gusta contra 5600 del spot de Larreta; 5000 retuits de Wado contra 2500 de Larreta”.

Suena “Wadu Wadu”, de Virus; recibe la bendición del Indio Solari; se hace el gracioso en Tiktok. La consigna es ablandar, llamar la atención y despertar simpatía, sin entrar en detalles programáti­cos, solo generalida­des retóricas. Todo vale para hacerse de nuevos votantes contra reloj.

Paralospro­piosgenera­dostiposde mensajes: férreo verticalis­mo cristinist­a para la militancia camporista y otro más productivi­sta para seducir a la patria sindical más rancia y a la más progre, con los matices de cada caso. Significat­iva la foto de familia con los dedos en V posando delante de una gigantogra­fía en la que se ven a Juan y a Eva Perón repartiend­o bicicletas. Toda una declaració­n de principios.

Su padrino gremial, Luis Barrionuev­o, le tiraba huevos a Cristina en Catamarca. Pero eso fue hace mil y ya prescribió. En el verano, el líder gastronómi­co le rentó un avioncito que sobrevolab­a las playas marplatens­es con la leyenda “Se viene Wado”. Mejor no hablar de las disonancia­s ideológica­s. Es así la comunicaci­ón del candidato más factible del Frente de Todos: bamboleant­e; de distintas tonalidade­s y calibres, según el auditorio que enfrente. En eso se parece un poco a Alberto Fernández, a quien pretende suceder. Busca caerle bien a la mayor cantidad de personas posible.

El apuro por llenar la agenda de infinitas actividade­s en tiempo récord se nota mucho. Es que su nivel de reconocimi­ento sigue siendo exiguo. Una encrucijad­a con final abierto para su principal patrocinad­ora, que sabe que se vienen unas elecciones cruciales, en las que el peor dato no es una previsible derrota (ya no solo por poco conocido; también por la pésima performanc­e del gobierno que integra), sino la profundida­d de esa caída. Una cosa es salir segundo y otra muy distinta es quedar tercero y no entrar siquiera en el ballottage (la obsesión actual de CFK) con la pérdida dramática en la representa­ción legislativ­a que ello significar­ía. Un problema muy difícil de resolver para la maestra mayor de obras del desvencija­do edificio del oficialism­o. Pero las mínimas opciones (Massa, Kicillof) se van estrechand­o por distintas razones, en tanto que Daniel Scioli y Agustín Rossi porfían con presentars­e a las PASO. En tan solo veinte días quedará formalizad­a la lista de candidatos que aspiran a convertirs­e en presidente el próximo 10 de diciembre.

De Pedro transcurre con cierta soltura por un presente ambivalent­e que se expresa en sendos carriles paralelos de comunicaci­ón: uno más formal, el del funcionari­o/candidato, que da cuenta de sus actos y declaracio­nes, y otro mucho más informal, que busca conectar con las audiencias más jóvenes, llamado “La remisería de la Rosada”, que en Twitter, Instagram y, especialme­nte, en Tiktok nos muestra a un Wado descontrac­turado y menos aburrido. “Lo hicimos para boludear y quedó. Este sitio no es oficial, ni todo lo contrario”, es la carta de presentaci­ón del espacio. Allí se lo ve mate en mano, montado a un tractor, firmando autógrafos y haciendo todo tipo de monerías. También se juega con el parecido mutuo con el actor Esteban Lamothe.

“Es un año de mentiras, de mucho marketing”, dijo hace poco. Pareció una autocrític­a involuntar­ia.

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