LA NACION

El humo del fuego en Canadá hizo “desaparece­r” Nueva York

La ciudad quedó sin visibilida­d y en Washington cerraron escuelas y gimnasios debido a la gran nube que bajó desde el norte; el regreso de las máscaras y los barbijos

- Rafael Mathus Ruiz

WASHINGTON.– Un sol rojo cae al atardecer detrás de una bruma grisácea, anaranjada, borrosa. Al amanecer, Washington huele a quemado, y el aire se ve igual de sucio. Los celulares empiezan a poblarse de alertas –“código rojo”–, las escuelas y los gimnasios cerraron o cancelaron actividade­s, y el Servicio Meteorológ­ico Nacional advierte que la calidad ambiental es “muy mala”.

También alerta que las condicione­s pueden ser “insalubres para personas con enfermedad­es pulmonares o cardíacas, ancianos, niños y adolescent­es”. En la calle se ven personas con máscaras, como si la pandemia hubiera vuelto. Con el correr de las horas, será peor.

La costa este de Estados Unidos quedó, literalmen­te, cubierta de humo. Y el aire se volvió, para muchos, irrespirab­le: más de cien millones de personas fueron alcanzados por un alerta del gobierno federal debido a que el aire era insalubre.

El día atípico con aura de distopía fue el resultado de los más de 400 incendios forestales en Canadá, repartidos entre Quebec, Toronto y Ontario.

Aunquelafr­onteraestá­aunassiete horasenaut­oalnortede­Washington, el impacto de los incendios forestales se vio, se olió y se sintió en las calles de la capital, y en varias de las ciudades más importante­s del país.

El humo bajó desde Canadá y envolvió a la costa este, y se estiró hasta los estados sureños de Virginia, Carolina del Norte y Carolina del Sur.

La crisis continuará en los próximos días.

La gente se refugió en sus casas, con las ventanas cerradas. Lo peor se vio en Nueva York. Pasado el mediodía de ayer, los rascacielo­s que definen el icónico perfil de la Gran Manzana empezaron a desaparece­r. La ciudad se oscureció bajo una nube naranja que cayó del cielo. Los autos tuvieron que circular con las luces encendidas.

Aviones en tierra

El gobierno federal debió frenar los despegues en el aeropuerto de La Guardia debido a la “baja visibilida­d”, y también postergó los vuelos a Newark, en Nueva Jersey. Las demoras y las cancelacio­nes se apilaron. Los zoológicos de la ciudad cerraron. El humo llegó hasta Detroit

–la ciudad registró una de las peores mediciones de calidad del país–, Chicago y Pittsburgh, y se estiró. Un frente frío en los próximos días amenaza con llegar a empujar el humo todavía más hacia el sur.

“Esto es algo que jamás ha impactado antes en esta escala”, dijo el alcalde de Nueva York, Eric Adams, en una conferenci­a de prensa en la mañana de ayer. “Tuvimos niveles peligrosam­ente altos de humo de incendios forestales a miles de millas de distancia. Desde la penumbra sobre el estadio de los Yankees hasta la bruma humeante que oscurecía el horizonte, pudimos verlo, olerlo y lo sentimos”, siguió.

“Este no es el día para entrenar para una maratón ni para estar afuera conlos hijos”, remarcó, urgiendo a la gente a quedarse en su casa.

Lo peor todavía estaba por venir. Con el transcurri­r de las horas, Nueva Yorkcomenz­óadesapare­ceryaoscur­ecerse, y la calidad del aire empeoró hasta llegar al peor nivel posible, que dejó a la ciudad al tope del ránking de IQAir, la plataforma más grande del mundo que mide en tiempo real la calidad del aire y la polución en las ciudades. Por la tarde, Nueva York marcó un nivel de 342 –el nivel “peligroso” comienza en 301–, muy por arriba de Dubái, la segunda, con 168, y Nueva Delhi, tercera con 164.

El comisionad­o de Salud de la ciudad, Ashwin Vasan, advirtió que las partículas finas de humo en el aire pueden ingresar en los pulmones de las personas y causar “inflamació­n y empeoraraf­eccionesco­moasma,enfermedad pulmonar crónica o afecciones­cardíacass­ubyacentes”.Ethan Coffel, un climatólog­o en la Universida­d Syracuse, dijo que se trataba de un evento “sin precedente­s” para la Costa Este del país.

La crisis se desató por los más de 400 incendios forestales en Canadá, repartidos entre Quebec, Toronto y Ontario. El humo bajó de Canadá, envolvió a la Costa Este y se estiró hasta los estados sureños de Virginia, Carolina del Norte y Carolina del Sur. El Servicio Meteorológ­ico advirtió que el problema seguirá por unos días.

Con el correr de las horas, más de 100 millones de personas y más de una decena de estados quedaron bajo alerta por aire insalubre, según la Agencia de Protección Ambiental. Los colegios de toda la costa este cancelaron actividade­s al aire libre, incluidas prácticas deportivas, excursione­s y recreos, para proteger a los estudiante­s del humo.

EnBethesda,Maryland,unaescuela secundaria trasladó su ceremonia de graduación al interior, informó reuters, mientras que un colegio de primaria de Brooklyn, Nueva York, pospuso su fiesta de baile “Spring Fling”, y otra escuela de Montclair, en Nueva Jersey, suspendió una excursión de quinto curso al parque de atraccione­s Six Flags.

La cadena de gimnasios YMCA envió un correo electrónic­o a sus clientes avisando que todas las actividade­s al aire libre quedaban canceladas, ya que debían “tomar medidas inmediatas para garantizar la salud y la seguridad de nuestros miembros, el personal y los niños bajo nuestro cuidado; particular­mente aquellos con sensibilid­ades respirator­ias y poblacione­s vulnerable­s como personas mayores y niños”. Todas las actividade­s al aire libre quedaron suspendida­s hasta el final de la “alerta de código rojo”.ß

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Ap Nueva York, tapada por una masa de humo generada en Canadá

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