Huevazos. La agresión a Cristina que lideró Barrionuevo, hoy socio de De Pedro
SecretoS de campaña
Luis Barrionuevo supo que era su momento para la venganza. Activó un despliegue de militantes para recibir a Cristina Kirchner en Catamarca con piquetes a la salida del aeropuerto, insultos y una agresión a huevazos al momento del discurso electoral. Había zafado dos semanas antes por un puñado de votos de ser expulsado del Senado, en una maniobra impulsada por Cristina, que por entonces presidía la Comisión de Asuntos Constitucionales, desde donde acusaba al senador catamarqueño y sindicalista de haber promovido los incidentes y quemas de urnas que determinaron la suspensión de las elecciones provinciales.
Tres semanas después de la sesión en la que se trató el desafuero de Barrionuevo, que se salvó solo por la ayuda del peronismo menemista, la actual vicepresidenta de la Nación desembarcó en la provincia para encabezar un acto de campaña en favor de su marido, Néstor Kirchner, quien un mes después se convertiría en presidente a partir de la renuncia de Carlos Menem a competir en el ballottage de 2003.
Aquel 16 de abril de 2003, después de haber sorteado un piquete en la ruta que une el Aeropuerto Felipe Varela con la ciudad, Cristina encabezó un acto proselitista organizado por el entonces vicegobernador Hernán Colombo, del Frente Cívico y Social, que apoyaba la candidatura presidencial de Kirchner pese a que el gobernador, Oscar Castillo, adhería a la de Leopoldo Moreau. Otra ironía del destino: Moreau es hoy un radical ultrakirchnerista. Subida al escenario, la por entonces senadora por Santa Cruz fue agredida a huevazos.
“No nos pararon las balas de los militares, mucho menos podrán las patotas de los mafiosos”, lanzó desafiante Cristina Kirchner, tras el primer ataque. Uno de los huevazos había impactado en el hombro izquierdo de la oradora. Nadie se había atrevido a tanto, a una agresión de ese calibre.
“Son las bandas de Barrionuevo”, acusó sin dudar Néstor Kirchner desde Buenos Aires. Su esposa, que siguió con su discurso a pesar del clima hostil, no dudó: “Fui agredida por un sector perfectamente identificado”.
Después de la agresión, siguió la batalla retórica. La delegación local de las 62 Organizaciones Peronistas, el brazo político que solía tener la CGT y que articulaba Barrionuevo, emitió un comunicado de despedida: “Llévese de Catamarca nuestro desprecio y el deseo ferviente de que se aleje del peronismo y de los peronistas, por el bien de quienes realmente amamos a Perón y a Evita”.
Veinte años después
Hoy, dos décadas después, Barrionuevo, que siempre se jactó de ser un acérrimo antikirchnerista, es el promotor de una eventual candidatura de Eduardo de Pedro, el ministro del Interior y dirigente de La Cámpora que se ganó la confianza de Cristina Kirchner. Le levantó la mano como “su candidato” mucho antes de que la vicepresidenta lo hubiera puesto en carrera con su declaración sobre la necesidad de que sea “un dirigente de la generación diezmada”.
La pregunta que sobrevuela en la política es cómo se forjó la relación entre Barrionuevo y Wado de Pedro. El vínculo se construyó a partir de favores, con caja y pragmatismo, según pudo reconstruir
de fuentes de ambas partes.
“Yo nunca me fui, siempre estoy”, relativizó Barrionuevo el año pasado acerca de su estratégico ostracismo, durante el cual experimentó un sugestivo acercamiento con el kirchnerismo, sobre todo con el ministro del Interior. Durante 2021, su gremio recibió $7.988.226 en concepto del Programa de Recuperación y Sostenimiento Productivo (Repro), según precisaron fuentes del Ministerio de Trabajo. Se trata de un auxilio económico que brinda el Estado para pagar las remuneraciones de sectores en crisis.
Con esta ayuda, destinada a gastronómicos, hoteleros y al turismo, se beneficiaron 85.880 empleados, muchos de ellos afiliados al gremio de Barrionuevo, que hace ya un tiempo calló sus filosas críticas a Cristina Kirchner y a La Cámpora.
El grifo de los Repro se habría abierto por alguna gestión de Wado, según fuentes sindicales. Además, Barrionuevo está mucho más agradecido a De Pedro que al ministro de Turismo, Matías Lammens, que impulsó el PreViaje, una medida exitosa que el sindicalismo se atribuye como propia.
La reciprocidad de favores sería más amplia. Así como Barrionuevo reunió a su tropa sindical para impulsar la campaña del ministro, fuentes muy al tanto de la disputa judicial aseguran que el kirchnerismo habría colaborado con el sindicalista en la causa del fuero laboral en la que logró arrebatarle a su excuñado Dante Camaño la seccional de la Capital Federal de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos (Uthgra).
“Mi obligación es con mi gremio”
Barrionuevo no respondió los llamados de ni los mensajes por WhatsApp. la nacion Sin embargo, en octubre del año pasado, argumentó sobre su acercamiento a De Pedro.
“Lo que pensaba del kirchnerismo ya lo dije mil veces, como también lo dijo Alberto Fernández: es la Justicia la que debe actuar ahora. Mi obligación es con mi gremio. Re cuperamos 70.000 empleos de diciembre del año pasado a la actualidad”, justificó en una charla con de octubre del la nacion año pasado el histórico jefe gastronómico, a cargo de la Uthgra desde 1986.
Barrionuevo fue menemista, comulgó con Macri y luego se alió con Sergio Massa. Impulsa ahora la mesa política de la CGT con el argumento de poblar de sindicalistas las listas. ¿Será para trabajar por la candidatura del ministro de Economía? “No, hoy Massa está más quemado que el Gordo Valor. Que se encargue con Alberto y Cristina de bajar la inflación”, desestimó el gastronómico el alineamiento de la CGT detrás de una eventual candidatura del referente del Frente Renovador. Hoy parte de esa mesa trabaja para una eventual candidatura de De Pedro. Con Barrionuevo a la cabeza.ß
“Lo que pensaba del kirchnerismo ya lo dije mil veces, como Alberto Fernández: es la Justicia la que debe actuar ahora”