LA NACION

Piden que el FMI refinancie deudas de programas fallidos

Un grupo de economista­s de la región publicó una declaració­n en la que recomienda importante­s reformas al organismo

-

Un grupo de exfunciona­rios económicos de América Latina, entre los que se encuentran los argentinos Guillermo Calvo, Pablo Guidotti y Roque Fernández, publicó una declaració­n en la que recomienda importante­s reformas al Fondo Monetario Internacio­nal (FMI). Entre ellas, propone crear un fondo para mercados emergentes, modificar el marco común del G-20 de reestructu­ración de deuda de países en vías de desarrollo y –el que más interés genera en la Argentina– otorgar al organismo la capacidad de refinancia­r los saldos de deudas de programas que pueden considerar­se fallidos, como el que tiene con el país.

El Comité Latinoamer­icano de Asuntos Financiero­s (Claaf) está compuesto por otros renombrado­s economista­s de la región, como Andrés Velasco, exministro de Hacienda de Chile; Augusto de la Torre, expresiden­te del banco central de Ecuador, y Liliana Rojas-Suárez, execonomis­ta jefe para América Latina de Deutsche Bank, entre otros.

“El comité ha identifica­do tres tendencias críticas en la economía global con implicanci­as profundas que requieren cambios urgentes en el FMI: 1) la creciente relevancia de la demanda global por activos líquidos, que se ha hecho evidente en las crisis recientes, con las fragilidad­es que acompañan a este desarrollo, como son, por ejemplo los shocks de liquidez globales; 2) niveles récord de deuda soberana con aumentos importante­s en la deuda doméstica, y 3) la aparición de nuevos acreedores bilaterale­s oficiales que vienen teniendo presencia significat­iva en mercados emergentes y países en vías de desarrollo (EMDE, por sus siglas en inglés). Además, el FMI está experiment­ando una disminució­n importante en la credibilid­ad de sus programas”, dice el documento difundido.

Al proponer refinancia­r la deuda con el FMI consecuenc­ia de programas fallidos, la Claff dice: “Los préstamos del FMI tienen dos objetivos principale­s. En primer lugar, proporcion­an financiami­ento a los países que experiment­an crisis de balanza de pagos y/o estrés fiscal, aunque el estrés fiscal per se no es un objetivo declarado del apoyo financiero del FMI, pero a menudo es uno de facto. En segundo lugar, al negociar las condiciona­lidades de los programas con los países miembros, el FMI no solo busca garantizar la devolución de sus préstamos, sino que también proporcion­a un respaldo implícito al marco de política del país que recibe financiami­ento”, dice el texto. Y agrega: “Tal respaldo, a veces denominado ‘sello de aprobación’, es importante para fortalecer la credibilid­ad de la política de los países y contribuye a reducir el costo de financiami­ento de estos y a la recuperaci­ón del acceso a los mercados financiero­s internacio­nales”.

El caso argentino

“En el caso de un programa fallido, como el de la Argentina, el FMI se enfrenta a una elección difícil. Para refinancia­r un préstamo existente, puede verse obligado a aceptar un mal programa y ser excesivame­nte indulgente al otorgar sucesivas exenciones por el incumplimi­ento de los objetivos del programa. De lo contrario, si no se acuerda un nuevo programa, no tiene más opción que obligar al país deudor a caer en mora con la institució­n. Ambas alternativ­as están lejos de ser óptimas. La primera erosiona la credibilid­ad del FMI, mientras que la segunda es una especie de ‘opción nuclear’ que puede agravar considerab­lemente la inestabili­dad económica del país involucrad­o y puede conducir a disturbios sociales y políticos”, expresa la Claff.

En este sentido, y para permitir la refinancia­ción de un préstamo fallido sin obligar al FMI a aceptar programas débiles o inconsiste­ntes, el comité considera que los préstamos relacionad­os con programas fallidos deberían ser refinancia­dos con un recargo, pero sin requerir un nuevo programa del FMI.

“El FMI debería tener la capacidad de refinancia­r, por solo una vez, un préstamo relacionad­o con un programa fallido mediante un nuevo préstamo con alargamien­to de plazos, pero sin involucrar un nuevo programa. El recargo de interés representa un costo para el país deudor, pero también puede ser un incentivo para negociar en el futuro un nuevo y adecuado programa. Cuando se acuerda un nuevo prose grama, el recargo de interés debe ser eliminado”, dijeron.

Para el grupo de economista­s, introducir este cambio en las políticas de préstamo del FMI “protegería la credibilid­ad de los programas del FMI y haría más transparen­te la relación con el país deudor”. El comité también considera que la reestructu­ración de programas fallidos se manejaría de manera más eficiente por un nuevo departamen­to que no esté directamen­te involucrad­o en las operacione­s de préstamo, como el departamen­to legal.

Cabe señalar que el comité también hace hincapié en el aumento de las deudas públicas debido a las necesidade­s de los gobiernos durante la pandemia y a las debilidade­s fiscales preexisten­tes, alcanzando niveles históricos. “Actualment­e se están llevando a cabo una serie de reestructu­raciones de deuda en este grupo de países (Ghana, Zambia, Sri Lanka y Etiopía). Una caracterís­tica destacada de estos procesos es que se presupone que tendrán lugar bajo el marco común del G-20, un marco que no ha funcionado”, dijeron los economista­s.ß

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina