LA NACION

Françoise Gilot, la mujer que se rebeló contra Picasso

La pintora francesa murió en Manhattan a los 101 años

-

La pintora francesa Françoise Gilot, cuyos cuadros se exhiben en salas consagrada­s como el Museo de Arte Moderno de Nueva York, el Metropolit­an y el parisino Pompidou, y alguno de ellos se llegó a subastar por un millón de euros y la hicieron protagoniz­ar varias muestras antológica­s por las que han pasado decenas de miles de visitantes, murió anteayer, a los 101 años, en un hospital de Manhattan, en la ciudad de Nueva York, donde vivía.

La artista tuvo dos hijos con Pablo Picasso (Paloma y Claude), quien la retrató en varias obras (una de ellas se vendió el pasado abril por 9,4 millones de euros), aunque ella nunca aceptó el papel de musa, sino que tuvo sus propias ambiciones artísticas e intelectua­les. Esa relación terminó en 1954, y sobre ese vínculo Gilot escribió el libro Vida con Picasso, editado en 1964, cuya publicació­n trató en vano de impedir el pintor. Gilot estuvo casada con el pintor Luc Simon y el investigad­or médico Jonas Salk.

La mujer que dice no

“A mi edad, a veces me canso de la vida, pero nunca me canso de la pintura”, había declarado en una reciente entrevista. “Nunca escuché a nadie decirle que no a Picasso. De hecho, a mí me llamaba ‘la mujer que dice no’, porque cuando tenía que decir no, lo decía”, afirmó una vez Gilot, que fue amiga, entre otros, de Malraux y Matisse.

“Soy la única mujer que dejó a Picasso, la única que no se sacrificó al monstruo sagrado –había declarado Gilot, con una sonrisa desenfadad­a y desafiante–. Soy la única que aún está viva para contarlo. Después de todo, mire lo que les ocurrió a las otras –continuó en aquel entonces, con sus cejas circunflej­as enarcadas–. Tanto Marie-Thérèse como Jacqueline se suicidaron [la primera se ahorcó; la segunda se pegó un tiro], Olga se volvió histérica y casi loca. Dora Maar enloqueció”.

En el libro, Gilot dice que Picasso podía tratarla con una gran ternura, pero que también la sometía a ataques de una crueldad lacerante. “Cuando te conocí eras una Venus”, le dijo poco después del nacimiento de Paloma. “Ahora sos un Cristo, y para colmo un Cristo románico, porque estás tan huesuda que se te marcan las costillas”. Una vez, en el punto álgido de una discusión, amenazó con quemarla. “Agarró el cigarrillo que estaba fumando, lo acercó a mi mejilla derecha y lo sostuvo ahí”, escribió Gilot en su libro. “Supongo que esperaba que me alejara, pero yo estaba decidida a no darle el gusto”, reveló.

Nacida en noviembre de 1921 en el seno de una familia acomodada en Neuilly-sur-Seine, cerca de París, fue la única hija de un empresario y una acuarelist­a.

Como pintora, Gilot no se adscribió al cubismo sino que desarrolló un estilo propio, más simbólico, menos anguloso y con mayor presencia de figuras orgánicas, cultivando el autorretra­to, la naturaleza muerta o los paisajes. Practicó la abstracció­n, retomó luego la figuración y finalmente fundió ambas.●

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina