El Gobierno derogará más de 160 leyes “obsoletas”
Es una continuación del DNU de reforma y del megaproyecto; esperan que no sume controversia
El Gobierno enviará un nuevo y voluminoso proyecto al Congreso. En este caso buscará eliminar leyes que se volvieron “obsoletas” y ahora resultan “absurdas”. Abarcan diferentes y áreas. Javier Milei buscará con este nuevo envío derogar más de 160 normas que en su administración considera que ya no solo no funcionan, sino que “obstaculizan” las actividades de diferentes áreas, entre ellas, la económica. La idea es con este nuevo envío, junto al mega-dnu y la ley ómnibus, girados en las últimas dos semanas, se pueda avanzar en lo que consideran la “gran transformación” de la Argentina.
Para este nuevo proyecto, a diferencia de las dos anteriores presentaciones, en el Gobierno no esperan mayores controversias. “Es una depuración que cubre todas las áreas, no son temas conflictivos”, relativizan desde el oficialismo.
El envío del proyecto fue anticipado por Federico Sturzenegger, artífice detrás de los cambios presentados por Milei en las últimas semanas, en una entrevista con la agencia Bloomberg. Según aseguraron a la nacion fuentes con acceso al tema, entre las normas que buscarán derogar hay desde una que obliga a hacer microfilmaciones, cuando “ya no es la tecnología que se usa para guardar documentos”, hasta leyes que continúan vigentes pero que quedaron incluidas en otras de mayor jerarquía. También aparecen otras que tienen como “curiosidad” que “piden trámites que ya no se pueden hacer”. Como ejemplo del concepto de “absurdo” que buscan transmitir sobre las reglas a derogar figura la ley que “permite hacer una transmisión en color en la televisión, algo que no tiene ningún sentido en la actualidad”, detallan. “Es como la limpieza del disco duro del archivo de la computadora”, grafican desde las filas libertarias sobre lo que se planea con el nuevo proyecto.
En Casa Rosada explican que todas esas normas que mencionan como “absurdas” y “obsoletas” fueron encontrándose en la revisión que se va haciendo de las leyes locales en el “camino a un escenario de modernización”. Y agregan que va en línea con el DNU de más 300 puntos que apunta a reducir la participación del Estado en la economía local y con el proyecto de ley ómnibus que modifica 664 artículos y que comenzará a ser tratado en los próximos días, con la intención oficialista de tenerlo aprobado a finales del mes de enero.
La semana que comienza estará marcada fundamentalmente por la actividad parlamentaria para lograr la aprobación de la ambiciosa ley ómnibus, fundamental para el curso de la administración de Milei, que cifra sus expectativas en el proyecto. Mientras que desde el Gobierno se afirma que la negociación será a “todo o nada”, en La Libertad Avanza (LLA) confían en los acercamientos a los que pueden llegar con la oposición, para lograr las aprobaciones que buscan. Se trata de un escenario desafiante en medio de la debilidad parlamentaria del oficialismo.
En esa línea está la admisión de que guardaron como “carta de negociación” el proyecto de Ganancias, al no incluirlo en la ley ómnibus. Los cambios en esa normativa interesan particularmente a los gobernadores, sin distinción de color partidario, porque se trata de un impuesto coparticipable. El papel de los mandatarios provinciales, cuyo diálogo con el Gobierno se da a través del titular del Ministerio del Interior, Guillermo Francos, será fundamental para el devenir de lo que se vote en las próximas semanas a través de sus respectivos representantes en el Parlamento.
De extracción peronista, Francos funge como una suerte de contrapeso de la personalidad de Milei a la hora de las negociaciones. Mientras que el líder libertario aparece completamente rupturista con sus posturas, dichos y movimientos, el titular de la cartera más política del Gabinete mantiene diálogos con los diferentes actores que formarán parte de la discusión que se viene, entre los que están no solo los gobernadores, sino también sindicalistas, empresarios e intendentes.
“No dan los tiempos”, admiten incluso por lo bajo los libertarios, aunque insisten en que saben que la voluntad del mandatario es que así sea. “Si bien sabemos que todo se puede en política si hay voluntad amplia, la realidad es que el volumen de lo que se pide parece superar ampliamente la posibilidad de que un mes alcance. “No se puede subir la expectativa”, dicen.
En el Parlamento estarán a cargo de la estrategia para conseguir los votos Martín Menem, titular de la Cámara baja, y la vicepresidenta Victoria Villarruel, en el Senado. Junto a ellos está el mendocino Omar De Marchi, designado como secretario de Relaciones Parlamentarias y con la Sociedad Civil, que depende de la Jefatura de Gabinete, a cargo de Nicolás Posee, hombre de bajísimo perfil y extrema confianza del Presidente. A nivel macro y por afuera, sobre todo en el diálogo con los gobernadores, estará Franco colaborando con ellos.
Entre las normas aparece una que autoriza a transmitir en color por televisión
“Es como la limpieza del disco duro”, dicen en la Casa Rosada