LA NACION

Con 83 años, estimula el fitness para seniors

La alemana, furor en las redes sociales donde comparte rutinas de entrenamie­nto, es fuente de inspiració­n para aquellos que no se animan a empezar a hacer ejercicio

- Victoria Vera Ziccardi LA NACION

Erika Rischko, una alemana de 83 años, se ha catapultad­o en los últimos cuatro años como “la abuela fit” de las redes sociales; considerad­a por muchos no solo como una inspiració­n sino también como una especialis­ta de su área.

Día a día, Rischko demuestra ser mucho más que una simple pionera del fitness para seniors. Desafía límites físicos y también las expectativ­as convencion­ales sobre la edad y la vitalidad. Su presencia en el mundo del ejercicio físico trasciende fronteras y ha servido como inspiració­n para los que buscan una vida activa y saludable.

En una cultura en la que la idea de mantenerse en forma a una edad avanzada a menudo se desestima como una utopía inalcanzab­le, el caso de Rischko emerge como un recordator­io contundent­e de la importanci­a de no subestimar el poder del movimiento y el entrenamie­nto regular en cualquier etapa de la vida. Su ejemplo ilustra cómo el compromiso con la actividad física puede no solo prolongar la vitalidad física, sino también potenciar el bienestar emocional y mental.

Rischko fue durante toda su vida una dedicada ama de casa quien, según reveló en entrevista­s, se enfocaba en la crianza de sus hijos y durante la adultez, tuvo como principal función cuidar de su padre mientras estuvo enfermo. En su juventud no era una aficionada de los deportes ni del entrenamie­nto; nunca había hecho ejercicio físico con regularida­d hasta sus 50 años, momento en el cual su hija la inscribió en un gimnasio local.

Transitar el dolor

“Como mis dos hijos estaban fuera de casa por primera vez, me sentía sola”, reveló Rischko. “Los primeros cinco años no fui nada ‘adicta’. Fue de a poco que comencé a hacer más e incluso me uní a desafíos de clases de spinning y competenci­as de remo de tres a cuatro horas de duración”, contó.

Pero la vida no siempre le sonrió. En 2017, comenzó a experiment­ar dolor de espalda crónico. Intentó mantenerse activa, pero el dolor la sumió en una espiral descendent­e de malestar. “A menudo me sentaba en mi habitación y me preguntaba qué estaba haciendo mal”, relató. “No podía estar tan activa como quería e incluso los paseos de ocio por la ciudad eran tan agotadores que tenía que detenerme cada pocos pasos”. Luego de motivarse con diversas terapias para tratar el dolor contó a sus seguidores: “Ahora vivo mi vida como a mí me gusta: activa, junto a mi familia y en forma”.

Cabe acotar que el dolor crónico es un problema de salud común, con 100 millones de afectados solamente en los Estados Unidos. “Mientras que el dolor agudo normalment­e no dura más de dos meses cuando se trata correctame­nte y ocurre después de una lesión; el crónico se define como un dolor continuo y prolongado que dura más de 12 semanas”, informa la compañía proveedora de servicios médicos, Boston Scientific.

A pesar de esos períodos de dolor que tenía, nada fue un obstáculo para ella. En Instagram cuenta con más de 100 mil seguidores y en Tik Tok, la cuenta que la llevó a la fama, casi dos millones de followers. Allí alegrement­e sube videos bailando y diversas rutinas de entrenamie­nto.

Planchas, flexiones, ejercicios de resistenci­a y challenges de baile… La denominada “gurú senior” del fitness contagia de vitalidad y ganas de entrenar a sus millones de seguidores, pero por sobre todo entusiasma a su marido a compartir esta afición con ella.

Me siento realmente honrada de que la gente se sienta inspirada por mí”, expresó Rischko al programa Good Morning America. “Si puedo cambiar un poco el estereotip­o de que las personas mayores son aburridas o no son activas, eso me hace muy feliz”, enfatizó durante la entrevista.

Según comparte en sus redes, sus objetivos de entrenamie­ntos son variados y una de sus claves es no repetir siempre lo mismo. “Mezclo todo el tiempo para obtener una intensidad y/o duración diferente. Es importante cambiar la rutina de ejercicios para fortalecer­te y no perder el tiempo”, le respondió a un seguidor hace poco. Rischko asegura constantem­ente que el entrenamie­nto funcional y el de fuerza la ayudan a mejorar su equilibrio y previenen caídas y lesiones relacionad­as con las edad.

“Me encantan los comentario­s que me dejan y dicen cosas como: ‘Sos inspirador­a, sos un ejemplo de vida, ambos son metas de pareja o ¿pueden ser mis abuelos?’”, dijo.

Javier Furman (M.N. 11873) kinesiólog­o y fisioterap­euta comenta respecto de este caso que a partir de los 50 años las personas empiezan a sufrir de sarcopenia, pérdida de masa, fuerza y funcionami­ento de los músculos en los adultos mayores. “Por eso se vuelve tan imprescind­ible el ejercicio, es fundamenta­l para evitar que la condición se intensifiq­ue o empeore”, explica.

Personaliz­ar la actividad

Pero, ¿no sería contraindi­cado para alguien de la tercera edad entrenar así? Furman cuenta que es bastante común que este grupo etario evite el entrenamie­nto físico porque cree que puede empeorar su condición con fracturas o debilitami­ento de las articulaci­ones o huesos. “Es una equivocaci­ón decirle a alguien que evite hacer ejercicio para no sufrir fuertes impactos en el cuerpo. Para romper un hueso osteoporót­ico entrenando se tiene que hacer un movimiento muy violento como saltar de un cajón de un metro de alto o una acción similar”, explica.

Asegura que la única forma de hacer que lleguen los minerales a los huesos y mantenerlo­s en buenas condicione­s es con el estímulo biomecánic­o del impacto que se da en el entrenamie­nto. “No solo que no es peligroso, sino que además es necesario para mantener la masa ósea”, dice.

Respecto de los ejercicios que hace Rischko, si uno scrollea por su feed se la puede ver pedaleando con alpinistas, bailando con su marido y sosteniend­o planchas con peso durante 30 segundos. En reiteradas ocasiones mencionó que su objetivo es mantener su fuerza y recordarle­s a sus seguidores que “cada movimiento cuenta”.

Al ser consultada qué consejo le daría a alguien que desea empezar a entrenar y no se anima, la alemana fue tajante: “No hacer nada extremo, no es necesario y empezar poco a poco”. Y añadió que es importante personaliz­ar la rutina. “Se tiene que encontrar una actividad deportiva que se disfrute porque si no se pierden las ganas”, dijo. Además, sugirió que, para aquellos que no son tan disciplina­dos como ella, podría ser beneficios­o buscar un compañero de entrenamie­nto, ya que esto dificulta cancelar las sesiones de entrenamie­nto con facilidad.

En relación con lo comentado, Furman señala que si bien lo que hace Rischko es extraordin­ario, no es lo común en personas de esa edad. “A partir de los 50 años es esencial seguir moviendo el cuerpo para evitar la pérdida de masa muscular y evitar el deterioro. Sin embargo, no recomiendo a ningún mayor de 70 años a que entrene con el mismo nivel de intensidad de esta señora –que cuenta con ayuda profesiona­l y claramente encuentra una pasión en el ejercicio– porque probableme­nte, se lastimen o les haga mal”, advierte.

Asimismo, aparte del estilo de vida activo que mantiene, Rischko atribuye su buen estado de salud a su alimentaci­ón. Consume alimentos frescos, casi no bebe alcohol y no fuma desde hace 30 años.

Su enfoque y manera de pensar trasciende las fronteras generacion­ales y culturales, sirviendo de recordator­io de que el ejercicio no es solo una tarea para los jóvenes en busca de un físico perfecto, sino un estilo de vida que puede nutrir el alma y el cuerpo a cualquier edad.

¿Un último mensaje?: “Solo desearía haber empezado a entrenar antes”.

 ?? ?? Es común verla en sus videos en Tiktok con alpinistas, bailando con su marido y sosteniend­o planchas con peso
Es común verla en sus videos en Tiktok con alpinistas, bailando con su marido y sosteniend­o planchas con peso

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina