Datos curiosos
Los primeros
Fue en 1884 cuando en la Patagonia se construyó el primer faro en la Isla de los Estados, inmortalizado por Julio Verne en su obra El faro del fin del mundo. Mientras que en 1887 se instaló el primero en la parte continental de esa región, ubicado en la desembocadura del río Negro, sobre el océano Atlántico. También se destaca entre los más antiguos el de Punta Delgada, en Península Valdés, puesto en servicio en 1905.
Entre 25 y 40 millas
Con distintas fuentes lumínicas, que varían entre lámparas eléctricas (de unos mil watts) y paneles solares colocados en la cima de sus estructuras, los faros de la Patagonia emiten sus potentes destellos en forma giratoria sobre los rocosas prominencias costeras, para alertar a los navegantes, los cuales tienen un alcance que varía entre las 25 y 40 millas náuticas (cada milla equivale a 1852 kilómetros).
Más útiles de noche
A los modernos sistemas de navegación por satélite, como el GPS, se suman aún los faros, que continúan siendo de utilidad para la navegación nocturna, especialmente en el litoral marítimo patagónico, porque permiten verificar el posicionamiento de los barcos en las cartas de navegación.
La lista completa
Para propiciar la seguridad náutica, el Servicio Hidrográfico Nacional (SHN) ofrece un listado de faros y señales marítimas, edición de cartas y derroteros, estudios técnicos y pronósticos, entre otras publicaciones comprendidas en las normas internacionales vigentes.
Libro digital
El SHN cuenta con un libro digital con la historia y descripción de todos los faros del país, en castellano e inglés, de libre descarga a través del vínculo Libro Faros Argentinos - Argentine Lighthouse.