De la admiración a Dupont al buen gesto por otro Matías
Osadczuk elogia al crack que se pasó al seven y cuenta lo que hacen por un joven
En el inminente Seven de Los Ángeles (ver aparte), Pumas 7s integrará el grupo A junto a España, Sudáfrica e Irlanda. Como la semana pasada en Vancouver, Canadá, donde Argentina levantó el trofeo por tercer año consecutivo, estará presente el francés Antoine Dupont, considerado el mejor jugador del mundo, y que este año se encuentra abocado al seven para protagonizar los Juegos Olímpicos de París, tras la desazón nacional por la eliminación de Francia como local en los cuartos de final del Mundial de 2023.
El medio-scrum en el rugby de 15 jugadores por equipo ha abandonado al “XV de France” nada menos que en el Seis Naciones para dedicarse al juego reducido, porque Toto será la cara visible de su deporte en París 2024.
“Genera muchas expectativas verlo en el seven. Ver cómo juega, cómo se suelta en la cancha. Todos tenemos ganas de jugar contra él. Es el mejor del mundo, a todos nos impresiona cruzarlo en el hotel”, cuenta Matías Osadczuk. “Es lindo que jugadores de tal nivel quieran venir al seven y estar en los Juego olímpicos. Como [el australiano] Michael Hooper. Es una manera de seguir creciendo como jugador. Además, tenemos la oportunidad de charlar. Eso es lo lindo del seven: nos cruzamos a los jugadores de los otros equipos todo el tiempo en el hotel y podemos charlar. Lucho [González] se lo cruzó después de la final y Dupont lo felicitó. Lucho se quedó sorprendido. Eso habla de cómo es Dupont como persona”.
¿Cómo puede influir el francés en el seven? “El público va a querer verlo; es un jugador muy influyente. Ojalá lo tome para bien”, contesta Tute. “Espero que la gente se divierta al verlo jugar en seven y no que espere que saque campeón a Francia así nomás. Él lee muy bien el rugby. La visión que tiene es lo más importante. Si uno sabe de rugby, disfruta verlo jugar. Es como si hubiera jugado toda su vida al seven. Eso habla de la calidad que tiene como jugador. Hay que disfrutarlo y analizarlo también, porque va a tocarnos jugar contra él en algún momento”.
Como había ocurrido con otros argentinos en las etapas anteriores, en Vancouver y en Los Ángeles les tocó a Osadczuk y a Santiago Mare platinarse el pelo. Aun cuando ambos son bastante rubios, la diferencia era muy notoria. Cada vez que Matías se cortaba dejaba un destello luminoso en la pantalla. El motivo no responde a un capricho estético, y mucho menos a una apuesta fútil. En realidad, es una causa noble: una promesa que le realizaron a Matías Sánchez, un ex jugador de Centro Naval que se lesionó en 2014 cuando tenía 16 años y quedó cuadripléjico. Uno de los tantos lesionados graves a los que apoya la FUAR.
“Hace varias pretemporadas en Pinamar lo vimos en la playa, charlamos y empezamos a hacerlo parte del equipo. Antes de salir campeones en Hamilton lo invitamos a los entrenamientos y a nuestra carpa. Dice que nos dio suerte; se hizo cábala. Después lo invitamos a que viniera a vernos entrenarnos en Casa Pumas y salimos campeones en Vancouver. Primeramente les hizo cumplir la promesa a Lucho [González], Santi [Álvarez], Ger [Schulz] y Agustín [Fraga]. Ahora nos dijo «ustedes dos tienen que hacer algo». Le prometimos que si salíamos campeones en Australia nos teñíamos, y cumplimos. Es por una buena acción. Sabemos el sacrificio que hace para ir a vernos. Nos da una energía extra, lo hacemos por él. Si está contento, eso le hace bien al equipo”, detalla Tute.