Marcelino Moreno se vistió de héroe en la goleada de Lanús
El volante marcó un hat-trick en el triunfo por 4 a 0 sobre Defensa y Justicia
No es habitual que en el fútbol argentino un jugador convierta un hat-trick. Es más, podría decirse que no es común que se hagan tantos goles en un partido... Pero esta Copa de la Liga está siendo fructífera en esa curiosidad estadística. Ayer Marcelino Moreno, la figura excluyente de la goleada de Lanús sobre Defensa y Justicia por 4 a 0, se convirtió en el cuarto futbolista en lograrlo en 2024.
En la tercera fecha, Miguel Borja fue el primero, ante Vélez, en una goleada por 5 a 0 en el Monumental. Los dos posteriores se registraron en la cuarta fecha. El uruguayo Juan Ramírez lo consiguió en Newell’s, en el triunfo por 3 a 1 sobre Unión, en Santa Fe, y Adrián Maravilla Martínez, lo logró en Racing, en la recordada goleada por 4 a 1 sobre San Lorenzo, en el Cilindro. Y a última hora anoche se sumó Cavani.
Más difícil que hacer un hacer un hat-trick, en una liga que presume su competitividad, es que un equipo se muestre tan superior al otro. Eso fue lo que pasó con Lanús y Defensa y Justicia. El Halcón, merecedor de tantos elogios en los últimos años por haber construido una identidad consolidada de juego, de repente se vio inmerso en un mar de confusión. Ya nada le resulta sencillo.
En esa idea tan difundida de paridad con la que se describen los partidos en la Argentina, los primero 20 minutos fueron entre intensos y tediosos. Pero Moreno iba a tener su tarde soñada. Y rompió la monotonía con un bombazo a quemarropas que le dobló las manos al arquero Fiermarín.
De volea y de derecha, a los 15 minutos de la segunda mitad llegó el segundo. El tercero suyo fue el cuarto de Lanús. Lo convirtió a los 25 minutos con un zurdazo cruzado luego de una incursión en el área por el sector izquierdo. Antes, Walter Bou había hecho el tercero para el granate.
Pero hay que detenerse en esa ráfaga. Entre los 61 y los 69, si se cuenta los partidos como una sola unidad de 90, Defensa y Justicia se desmoronó anímicamente.
Tal vez el segundo gol, cuando había sido el que más tiempo había tenido la posesión del balón (terminó con el 56%), fue demasiado. Más para un equipo que ya acarreaba la incertidumbre de los empates con Central Córdoba de Santiago del Estero y Deportivo Riestra.
Actuaciones como esta no dan lugar a la justificación. Como fechas atrás había hecho su DT Julio Vaccari, cuando se expresó entre quejas: “A nadie le conviene que gane Defensa”. ¿Hay tiempo para trabajar el estado anímico después de una derrota así?
No es, en todo caso, problema de Lanús, que rebosa confianza. En zona de clasificación para los cuartos de final, y con jugadores de alto rendimiento, como Felipe Peña Biafore, figura en el medio. Y como su goleador Marcelino Moreno. El hombre que, por una tarde, se vistió de héroe granate.ß