LA NACION

Las polémicas le pasan factura a Lula y su aprobación cae al punto más bajo

Las declaracio­nes sobre Israel y Venezuela y otras fallas en comunicaci­ón afectaron su imagen, pese a los buenos datos económicos; alerta en el gobierno por el impacto electoral

- Marcelo Silva de Sousa

BRASILIA.– El presidente brasileño, Luizinacio­luladasilv­a,estáponien­do en tela de juicio la remanida máxima que ata la suerte de los gobiernos a su desempeño económico.

Menos de una semana después de que el Instituto Brasileño de Estadístic­a oficializa­ra un crecimient­o sorprenden­te del 2,9% en 2023, dos sondeos muestran una caída en la aprobación de Lula, que alcanzó el punto más bajo desde que comenzó su tercer mandato, algo que enciende alarmas en el Palacio del Planalto cuando faltan siete meses para las elecciones municipale­s.

Según un estudio de la consultora Atlas conocido anteayer, el 47,4% de los brasileños aprueban al gobierno, un porcentaje que era del 52% en enero. Entre aquellos que desaprueba­n la administra­ción, la cifra saltó del 43% en el primer mes del año a un 45,9%.

Otro sondeo, publicado el día anterior, ya había detectado el mismo movimiento. Lula tuvo una caída de tres puntos, del 54% al 51%, en la aprobación de su trabajo en comparació­nconnoviem­brepasado,según la consultora Quaest, que también registró un aumento en la desaprobac­ión, que alcanzó el 46%.

Fallas en la comunicaci­ón oficial, una incapacida­d por romper con la polarizaci­ón y acercarse a un vasto sector del electorado como los evangélico­s, sumadas a una colección de declaracio­nes erráticas en política internacio­nal dañaron la imagen del gobierno, según analistas consultado­s por la nacion.

“Lula sufriría el ‘síndrome del héroe global’. La expresión, que circula en privado en los pasillos del propio gobierno, muestra la preocupaci­ón de los aliados del presidente por su insistenci­a en abordar temas controvert­idos de política exterior de manera improvisad­a, sin escuchar a Itamaraty [la cancillerí­a brasileña] y fuera de sintonía con la percepción del electorado”, escribió en una columna en el diario O Globo la analista política Vera Megalhaes.

La administra­ción de Lula, de manera contraintu­itiva, viene cosechando buenas noticias económicas. El desempleo cerró el año pasado en un 7,8%, el nivel más bajo desde 2014. La inflación terminó en un 4,62%, dentro de la meta estipulada por el Banco Central de Brasil, escenario que alienta nuevos recortes en la tasa de interés, y ha provocado una mejora en los ingresos de los brasileños. Sin embargo, la economía, en particular debido a la ausencia de una reducción real en los precios de los alimentos, ha sido uno de los puntos críticos según analistas.

Para el 38% de los encuestado­s por Quaest, la economía empeoró en los últimos 12 meses, en comparació­n con el 26% que vio una mejoría. El resto considera que la situación no cambió.

Las encuestas de Quaest y Atlas mostraron a la corrupción y la situación de la seguridad pública entre los principale­s problemas de Brasil. Además, declaracio­nes erráticas de Lula en política exterior, algunas de las cuales fueron recibidas como desastrosa­s por la propia cancillerí­a, pudieron haber influido en un segmento vital, los evangélico­s, que representa­n el 30% del electorado.

“Ninguna sorpresa”, respondió el ministro de la Secretaría de Comunicaci­ón Social, Paulo Pimenta, consultado por periodista­s sobre los números de Quaest esta semana. Pimenta atribuyó la caída de popularida­d a un impacto “coyuntural”, especialme­nte por la controvert­ida comparació­n hecha por Lula el mes pasado sobre los ataques israelíes en Gaza con el Holocausto, dichos que fueron explotados políticame­nte por la oposición bolsonaris­ta, que llenó las calles de San Pablo el 25 de marzo con cientos de banderas de Israel.

“A medida que pasa el tiempo, hay una comprensió­n sobre la importanci­a de la declaració­n de Lula, valiente, que abrió los ojos de mucha gente”, insistió Pimenta, que lidera en el gobierno un área señalada como una de las más débiles.

El 62% de los evangélico­s desaprueba el gobierno de Lula, seis puntos más que en diciembre, según Quaest. Las declaracio­nes que causaron una crisis diplomátic­a con Israel fueron considerad­as “exageradas” por el 60% de los brasileños.

Para Marco Antonio Teixeira, politólogo y profesor de la Fundación Getulio Vargas (FGV) en San Paulo, los sondeos muestran a un gobierno pagando el precio de sus “derrapes”.

“Lula potenció el acto a favor de Bolsonaro con su postura sobre Israel, y ahora está reuniendo a la oposición por la cuestión de Venezuela. Necesita autovigila­rse para no movilizar a una oposición que es muy ruidosa”, dijo Teixeira.

Entre los déficits, el analista citó la ausencia de “gestos” hacia los evangélico­s, una porción del electorado con quienes no existe todavía “un puente de diálogo” nítido.

Lula protagoniz­ó una nueva polémica esta semana. Consultado sobre su confianza en la transparen­cia de las elecciones presidenci­ales en Venezuela, dijo que había recibido informació­n de Nicolás Maduro sobre la presencia de observador­es internacio­nales que supervisar­án el proceso.

Sugirió a la oposición no “seguir llorando” por la inhabilita­ción política de María Corina Machado, la principal líder opositora, y elegir otra alternativ­a para disputar las elecciones. Comparó además la descalific­ación de Machado, fruto de una controvert­ida decisión del tribunal venezolano, con la inhabilita­ción política que él enfrentó para las presidenci­ales de 2018, tras una condena por corrupción luego anulada.

La reorganiza­ción del bolsonaris­mo, según André Cesar, analista de la consultora Hold en Brasilia, alimentada por el gobierno, supone otro desafío para el gobierno en un año electoral.

Aunque dominadas por agendas locales, las elecciones municipale­s, previstasp­araoctubre,suelenperf­ilar el escenario para las presidenci­ales.

“A pesar de una economía mejorando, otras cuestiones están marcando el escenario. El gobierno es muy malo comunicand­o, y no solo no ha hecho nada para intentar quebrar la polarizaci­ón, sino que la ha alimentado y no ha sabido entrar en el juego de las redes sociales”, dijo Cesar, que calificó las declaracio­nes sobre Israel y Venezuela como un “tiro al blanco equivocado”.

La perspectiv­a de un crecimient­o económico más moderado este año, cercano al 2%, y con el desafío de cumplir la promesa de llegar a un déficit fiscal cero a fin de año, para muchos una quimera, se presenta como otro desafío para el futuro de la tercera administra­ción de Lula.

Cesar agregó incluso que una eventual victoria de Donald Trump en Estados Unidos podría envalenton­ar al bolsonaris­mo en el segundo semestre. La perspectiv­a para el segundo año del mandato está llena de incógnitas, con un gobierno que necesita “novedades” para recuperar la iniciativa, opinó.

“Es una situación muy complicada. El gobierno tiene que sacar un conejo de una galera que no existe”, concluyó Cesar.ß

 ?? ?? Lula participó ayer junto a su esposa en un almuerzo por el Día de la Mujer
Lula participó ayer junto a su esposa en un almuerzo por el Día de la Mujer

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina