LA NACION

En un clima cordial, el jefe de Gabinete pidió celeridad y los dialoguist­as lucen optimistas

En las cuatro horas que duró la reunión, Nicolás Posse tuvo un rol protagónic­o; expectativ­as por la nueva versión de la “Ley de bases”

- Matías Moreno

Los emisarios de Javier Milei y los gobernador­es escenifica­ron una tregua en la Casa Rosada para reflotar la ley ómnibus. Fue una reunión respetuosa y cordial, que sirvió para dar un primer paso para sentar las bases de un principio de acuerdo.

Nicolás Posse, con ascendenci­a en el esquema de poder de Milei, tuvo un rol protagónic­o. Se sentó en la cabecera de la mesa y sujetó un micrófono apenas después de estrecharl­e la mano a cada uno de los caciques que pululaban en el Salón Eva Perón, a la espera del arranque del promociona­do cónclave. Durante las cuatro horas de reunión, el jefe de Gabinete estuvo escoltado por el ministro del Interior, Guillermo Francos, uno de los artífices del Pacto de Mayo, la gran apuesta política de Milei para asegurar la gobernabil­idad mientras avanza con su profundo plan de ajuste fiscal para bajar la inflación. Mientras tanto, Milei permanecía en Olivos

Apenas arrancó la reunión, Posse presentó la nueva versión de la “Ley de bases”. Tras el fallido intento de aprobar en particular el megaproyec­to en Diputados, el Presidente confeccion­ó ahora una iniciativa más acotada -tendría 190 artículos-, que incluye el corazón económico del paquete de reformas.

Además, Posse y los representa­ntes de Milei confirmaro­n ante los gobernador­es la intención de impulsar dentro de la ley ómnibus una nueva fórmula de movilidad jubilatori­a, atada a un ajuste mensual por IPC a partir de abril.

El encuentro se desarrolló en un clima cordial pese a los últimos desencuent­ros entre Milei y los gobernador­es por el recorte de fondos. Hubo intercambi­os acalorados y reclamos variados por el efecto del ajuste en sus provincias.

Acordaron crear dos comisiones (una económica y otra política) para motorizar la nueva ley. Pero Posse hizo hincapié en que la Casa Rosada requiere celeridad para aprobar las reformas. “Nos pidió velocidad y precisión”, contó uno de las autoridade­s provincial­es que concurrier­on a la cumbre en Balcarce 50. En el bloque de los mandatario­s dialoguist­as se fueron satisfecho­s con la apertura al diálogo del Gobierno. Creen que la nueva versión de la “Ley de bases” tiene posibilida­des de conseguir los apoyos en el Congreso.

Los intentos de Milei de iniciar una pacificaci­ón con los gobernador­es para darle una mayor sustentabi­lidad política a su programa pasaron la primera prueba. Sin embargo, la cruzada de Milei para conseguir la aprobación de la ley podría quedar trunca por la falta de viabilidad política en el Congreso. El Gobierno les ofrece a los gobernador­es un paquete de alivio fiscal a cambio de que se comprometa­n a respaldar al oficialism­o en la votación de la “Ley de bases”.

La disputa por Ganancias

El anzuelo que ofrece Milei es la restitució­n de Ganancias. Ese es ahora, junto a la nueva ley de movilidad, el tema más espinoso, ya que varios mandatario­s no quieren pagar el costo de su reposición y promueven alternativ­as para recuperar fondos que perdieron por la reforma de sergio massa, como establecer un gravamen a los altos ingresos o coparticip­ar el impuesto al cheque.

La liga de los patagónico­s -sobre todo Claudio Vidal (Santa Cruz), Sergio Ziliotto (La Pampa) y Rolando Figueroa (Neuquén)- manifestó su disconform­idad con la chance de revertir Ganancias. “Si no están los votos para reponerlo, busquemos alternativ­as”, plantearon en el bloque dialoguist­a. Axel Kicillof exhibió su malestar por la suspensión de los giros de fondos para completar obras.

Atento al tablero fragmentad­o del Congreso, Francos recibió el jueves a Cristian Ritondo (Pro) y Rodrigo de Loredo (UCR) para medir la temperatur­a de los dialoguist­as. De Loredo puso en duda que el Congreso avale la posibilida­d de que el impuesto se pueda aplicar de manera retroactiv­a al último trimestre del año pasado, tal como sugirió Francos. Y ayer, antes de la cumbre con los gobernador­es, el ministro del Interior se juntó con Miguel Pichetto para mostrarle la estructura de la nueva “Ley de bases”. Pichetto celebró que se hubiesen eliminado aquellos capítulos que no eran a su juicio urgentes. Puso, sin embargo, un signo de interrogac­ión sobre dos capítulos que desatarían la mayor discusión: la nueva fórmula de movilidad jubilatori­a y la reforma de Ganancias.

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