Córdoba reorganiza la atención para descomprimir la alta demanda en hospitales
La provincia implementa un protocolo en unidades febriles y centros médicos; en el distrito suman más de 14.000 infectados
“Son muchos casos; está estresado el sistema. Pero no podemos hablar de emergencia sanitaria. Estamos en un brote fase mitigación. Entendemos el estrés de los colegas y tenemos que tomar las medidas que hacen falta.” Así, funcionarios de Córdoba describieron la situación con la epidemia de dengue en esa jurisdicción e informaron sobre las medidas para reorganizar la atención según la gravedad y riesgo tras las quejas por las largas filas y horas de espera en centros de salud.
Ricardo Pieckenstainer, ministro de Salud provincial, habló con la prensa a medidas con el municipio de Córdoba para adaptar la respuesta sanitaria por la alta demanda en los centros de salud. Medios locales habían advertido en los últimos días de una espera de cuatro horas o más en las guardias. Buscan, según informaron, “reducir los riesgos asociados a formas graves de la enfermedad y la mortalidad”. Lo harán en línea con el protocolo que delineó el Ministerio de Salud de la Nación, según se indicó.
Así, reservarán los hospitales para personas con signos de alarma que indiquen riesgo de gravedad y se priorizará a embarazadas y personas con otras enfermedades. La atención se canalizará a través de los consultorios de febriles; el triage priorizará las consultas según tres escenarios: dengue grave (requieren tratamiento de emergencia inmediato), con signos de alarma (tendrán prioridad en la fila de espera para ser evaluados y tratados sin demora) y con síntomas leves sin signos de alarma (serán atendidos según sea la demanda).
Las pruebas de laboratorio para determinar la infección se limitaron a internaciones y a la población con factores de riesgo, como otras enfermedades o embarazo, se detalló. En el resto, el diagnóstico es clínico (a partir de los síntomas), por la magnitud de los contagios.
En la ciudad capital, 30 unidades del primer nivel de atención en los barrios ampliarán su horario: 28 centros barriales y dos Direcciones de Especialidades Médicas (DEM) Centro y Oeste, según la distribución geográfica del brote. Atenderán hasta las 19 para descomprimir la demanda en los hospitales.
Pieckenstainer dijo que la provincia dispuso un refuerzo de $280 millones para contratar personal en guardias y consultorios de febriles. Buscan bajar “el tiempo de espera, generar más accesibilidad y llegar a un diagnóstico más rápido”.
Junto a Ariel Aleksandroff, secretario de Salud de la capital, en el Centro Cívico, repasaron que en la provincia son 14.052 los casos confirmados, con un 5% de internación. “El 95-97% de los casos son leves. Se presentan formas graves en las personas con comorbilidades, embarazadas, menores de dos años y mayores a 65. A ellos tenemos que dedicarle nuestro mayor esfuerzo. Cuando mezclamos pacientes nos ocurre lo que está pasando en las guardias”, dijo Pickenstainer. Se anticipó que implementarán un plan de contingencia ene Semana Santa por el movimiento turístico.
“Se aconseja a la población que concurra a los centros de atención primaria de la salud ante síntomas leves de dengue como fiebre, dolor de cabeza y detrás de los ojos, dolor muscular o en las articulaciones (en especial muñecas y tobillos), erupciones o manchas en la piel o malestar general –señalaron desde Salud provincial–. En estos casos, se hará un examen clínico según protocolo, y se les informará sobre las recomendaciones de hidratación, tratamiento ambulatorio y los signos de alarma que requieren atención inmediata.”
En embarazadas, pacientes con comorbilidades o síntomas de alarma (dolor abdominal intenso, vómitos persistentes, sangrado de encías, nariz o genitales, entre otros) “tendrán prioridad en el segundo y tercer nivel de atención, es decir, en hospitales municipales o provinciales de la ciudad”.
Para Carlos Ferreyra, epidemiólogo y coautor del Plan Director de Prevención del Dengue de Córdoba (ley N°9666) en Salud provincial tras la epidemia nacional de 2009, “los amontonamientos masivos en los hospitales de la provincia [que reflejaron los medios locales] hablan de una mala gestión del Estado ante la epidemia”.
Y agregó: “Las epidemias de dengue no son solo médicas o sanitarias. Son, también, económicas: reducen la productividad y paralizan comunidades cuando no hay planes de contención del vector y del fortalecimiento del conocimiento y cultura de los ciudadanos. La responsabilidad es intersectorial. Pensar que es solo un tema de hospitales o médicos es un grave error de salud pública que Córdoba, que desde 2009 tiene la Ley N° 9666, modelo en el país, no puede cometer”.
Consideró, que la fumigación aérea y poner en responsabilidad del vecino el descacharrado en las casas “es ocultar la realidad”. “Los brotes surgen en megacriaderos en gomerías, naves industriales sin cuidados, edificios vacíos, baldíos, hospitales, escuelas, barracones con vehículos abandonados, cementerios. Lo mismo al enviar un caso confirmado o sospechoso a casa solo con [la indicación de tomar] paracetamol, sin tul protector ni consejos para su etapa de viremia [cuando el virus está en sangre y puede transmitírselo a un mosquito si lo pica y, así, seguir la cadena de transmisión]”.