La UIF se mantendrá como querellante en la causa de los cuadernos
La Casación rechazó el pedido de empresarios para apartar al organismo; el Gobierno reafirmó su voluntad de acusar
Tras la habilitación que recibió de la Justicia, la Unidad de Información Financiera (UIF) seguirá siendo querellante en la causa de los cuadernos de las coimas, donde la expresidenta Cristina Kirchner está acusada de liderar una asociación ilícita y de que sus funcionarios cobraran sobornos pagados por empresarios –también acusados– para conseguir y mantener contratos de obras públicas.
La Cámara de Casación decidió ayer rechazar los recursos de empresarios acusados en ese expediente, quienes reclamaban que se apartara a la UIF del caso porque el delito que se juzga no es lavado de dinero, sino asociación ilícita y cohecho. Más allá de estas decisiones judiciales, en un cambio de su posición inicial, el Gobierno ya había anunciado que la Oficina Anticorrupción iba a ser querellante en los causas de corrupción y ahora ratificó que la UIF seguirá siendo querellante. “La decisión del organismo es continuar querellando en las causas de lavado, pero estamos analizando algunas modificaciones en la normativa interna dictada por la anterior gestión y que nos limitan sensiblemente el ejercicio de ese rol”, dijo a una LA NACION fuente oficial.
En rigor, lo que sucedió en esta causa de los cuadernos de las coimas es que los empresarios acusados Hugo Alberto Dragonetti, Benjamín Gabriel Romero y Rodolfo Poblete, además de José María Olasagasti, exsecretario privado de Julio De Vido, plantearon que la UIF debía dejar de ser querellante por que en este caso no se está investigando el delito de lavado de dinero, su competencia específica, sino que se averigua sobre el posible pago y cobro de sobornos.
Los jueces Enrique Méndez Signori, Germán Castelli y Fernando Canero, del Tribunal Oral Federal N° 7, ya rechazaron esa pretensión planteada como un recurso de excepción por falta de acción. Contra esa decisión, los abogados de los acusados presentaron un recurso de casación, que fue rechazado, y ahora plantearon un recurso de queja. Los jueces de la Sala I de la Cámara de Casación Diego Barroetaveña y Daniel Petrone decidieron rechazar los recursos de las defensas en estos incidentes. Alejandro Slokar, de la Sala I, no firmó por estar en uso de licencia. Dijeron que la decisión contra la cual se dedujo la impugnación –cuya denegatoria dio lugar a la queja– “no reviste la calidad de sentencia definitiva, ni se equipara a ella por sus efectos” y por eso debe ser rechazada.
Los camaristas sostuvieron que la Corte Suprema de Justicia tiene dicho que “las decisiones que rechazan la excepción de falta de acción y aceptan el rol de querellante, por regla no constituyen ni se asimilan a una sentencia final”.
Así las cosas, ahora la UIF estará habilitada para ser querellante y podrá pedir medidas de prueba. Además, cuando el Tribunal Oral Federal N°7 le ponga fecha al juicio oral y público, podrán acusar en ese proceso. Aún resta saber si la administración libertaria efectivamente lo va a hacer.
La otra novedad en esta causa fue la decisión del tribunal de rechazar un pedido de nulidad del exsecretario Roberto Baratta que cuestionó que la fiscalía hubiera accedido al contenido de su teléfono celular. Dijo su defensa que ese contenido estaba resguardado por el juez y que permitió el acceso solo a partes, pero que el fiscal Carlos Stornelli obtuvo “de manera subrepticia, sin registro alguno en el trámite y sin orden judicial”, copia de todo el contenido del teléfono con “información privada, que no se vinculaba con el objeto de investigación y que luego se la difundió masivamente”.
Los jueces del Tribunal Oral Federal N° 7 rechazaron el pedido de nulidad, dijeron que la denuncia ya fue cerrada por inexistencia de delito y sostuvieron que el criterio en materia de nulidades es restrictivo, Y que para disponerlas es necesario que se verifique “un perjuicio cierto capaz de producir la limitación de algún derecho” al acusado. Además, los magistrados afirmaron que Baratta hace “meras conjeturas” en cuanto a responsabilizar a Stornelli. L causa por los cuadernos de las coimas es producto de una investigación de LA NACION. Ya está elevada a juicio oral y se le debe poner fecha de inicio.