Pintaron pañuelos blancos en una brigada de Misiones y los taparon
El jefe de la unidad dijo que el símbolo que identifica a Madres de Plaza de Mayo “representa a una minoría”
POSADAS.– El domingo, durante la marcha por el Día de la Memoria, militantes de organizaciones sociales realizaron pintadas en la vereda de las oficinas de la Brigada de Monte XII, en pleno microcentro de esta ciudad, estampando el característico símbolo del pañuelo blanco que distingue a Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. Anteayer, el jefe de esa brigada, que consideró que los pañuelos representan a “una minoría”, mandó a tapar esas pintadas con la escarapela argentina, lo cual desató todo tipo de reacciones.
“Nos pareció inapropiado y una provocación que pintaran la vereda con un símbolo que representa a una minoría, pues la vereda es pública y de todos. Hay que unir a la sociedad, no dividir”, dijo a LA NACION el coronel Carlos Sanmillán, jefe de la Brigada de Monte XII.
“Por eso, decidimos reemplazar esas pintadas con un símbolo de argentinidad que identifica a todos los argentinos: la escarapela”, dijo.
“La sociedad necesita hacer una autocrítica honesta y sincera para poder pasar página. Yo tengo el mayor respeto por las Madres y
Abuelas de Plaza de Mayo, aunque no comparto lo que hicieron algunos de sus hijos que estuvieron en la lucha armada, como tampoco comparto el golpe de 1976”, completó.
Sanmillán es un oficial recién llegado a Misiones, que el 7 de febrero se hizo cargo de esta brigada, que aglutina a todas las unidades del Ejército en esta provincia, más algunos regimientos de Corrientes. Reemplazó al coronel Sergio Jurczyszyn, quien había estrechado los vínculos con la sociedad misionera, incluyendo la incorporación de 3000 voluntarios misioneros a las unidades de la Brigada en 2022, la mayor incorporación de efectivos de la provincia de la historia.
Consultado por LA NACION, Jurczyszyn coincidió con Sanmillán en que las pintadas fueron una provocación, aunque no le pareció bien divulgar la acción de tapar las pintadas. “Los argentinos estamos estancados intentando relatar nuestra historia como si se tratase de un River-Boca. No nos mostramos inteligentes en escribir nuestra historia, sino más bien en imponer un relato, sea de un lado o del otro. Esta pintada de los pañuelos así lo demuestra. Nosotros no somos enemigos de los derechos humanos, todo lo contrario”, afirmó Jurczyszyn.
“Sanmillán quiere unir a la sociedad, no dividirla. Nadie del Ejército hoy reivindica el golpe militar de 1976 y ninguno de los que trabajan en la Brigada XII estuvo entonces.
No se puede tratar así a militares que están comprometidos con la democracia. Me pareció bien buscar un símbolo de unión y no de división entre los argentinos”, dijo a LA NACION un oficial que conoce a Sanmillán y estuvo años en la brigada.
Algunos elogiaron que Sanmillán no se hubiera amedrentado ni hubiera aceptado lo que para muchos es una injusta estigmatización del Ejército. Otros tomaron la actitud de Sanmillán como un avasallamiento y una negación a las violaciones de los derechos humanos.
Organizaciones sociales y políticas divulgaron un comunicado expresando su “repudio al accionar de las autoridades del Comando de Infantería Monte XII de la ciudad de Posadas, Misiones, tras recordarse 48 años del último golpe cívico-militar en nuestro país, quienes tras las pintadas de pañuelos representativos de las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo tomaron la decisión política de borrarlos el mismo día de lucha y reivindicación”.
El comunicado afirma: “Como pueblo argentino defensor de la democracia, no podemos permitir que una institución como el Ejército Argentino borre, censure e invisibilice una intervención en el espacio público, un símbolo nacional que representa la lucha y la paz en medio de una de las etapas más oscuras de nuestra historia, sabiéndose miembros de ese pasado que nunca más queremos volver a vivir”.