LA NACION

Consultas rápidas frente a los primeros síntomas

Los expertos sugieren ir al centro sanitario más cercano o al médico de cabecera

- Alejandro Horvat

La Argentina, tal como sucede en otros países de la región, enfrenta un brote de dengue que se perfila para alcanzar un récord de infectados. La Organizaci­ón Mundial de la Salud señala que los síntomas más frecuentes que tiene un paciente con dengue son fiebre alta, erupciones en la piel, náuseas, vómitos, dolor de garganta y cefalea, entre otras manifestac­iones posibles. Y una pregunta que surge es ¿cómo debe tratarse la enfermedad para aliviar el cuadro?

Las autoridade­s sanitarias recomienda­n a la población la consulta rápida al médico de cabecera o el centro de salud más próximo ante la aparición de fiebre alta u otros síntomas que hagan sospechar dengue.

Eduardo López, jefe del Departamen­to de Medicina del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, explica que no hay drogas antivirale­s contra esta infección, sino que debe tratarse con analgésico­s que mejoren la sintomatol­ogía del paciente. Por supuesto, siempre que se trate de un cuadro que no requiera internació­n.

El especialis­ta resalta que el ibuprofeno, el diclofenac­o o la aspirina no deben usarse para aliviar el malestar, porque pueden generar complicaci­ones. Sugiere consumir paracetamo­l y tomar mucho líquido para no deshidrata­rse.

“En general se suele recomendar el paracetamo­l para disminuir los dolores, en especial las cefaleas, que son muy intensas en los cuadros de dengue. El tratamient­o para adultos y niños solo difiere en la dosis de droga que se puede suministra­r, pero en el resto las recomendac­iones son muy similares”, indica López.

“No debe usarse el ibuprofeno o diclofenac­o, entre otros, porque puede haber una reacción adversa que baje aún más las plaquetas. Se pueden usar antiemétic­os para vómitos y paracetamo­l, pero no mucho más. Por supuesto, cuando el paciente se interna en general en

una primera etapa se le hace una hidratació­n más agresiva, pero luego la infusión de líquidos se reduce para evitar sobrecarga­r al paciente”, indica Leda Guzzi, infectólog­a.

“Lo más importante es la hidratació­n y el reposo. Si tienen algún brote en la piel no hay que tomar antihistam­ínicos. En esos casos suelen picar mucho las manos y los pies y ahí se recomienda poner en agua helada. Y si pica mucho el cuerpo se sugiere talco mentolado donde el paciente tenga el sarpullido. Y para la fiebre, además del paracetamo­l, muchos paños de agua fría en la frente y las axilas”, subraya Elena Obieta, infectólog­a.

López agrega que en cuadros complejos hay tratamient­os más agresivos de sostén, pero se deben evaluar según el caso y las posibles comorbilid­ades del paciente.

“Las complicaci­ones renales o pulmonares, si las hubiera, tienen un tratamient­o específico. En esos tratamient­os uno se adapta a la enfermedad de base que pueda tener el paciente. Las comorbilid­ades son un factor que pueden determinar la internació­n”, argumenta López.

López aclara que no hay medicament­os para tratar la sintomatol­ogía del dengue. Por ejemplo, con el Covid-19 se hizo popular la ivermectin­a, aunque nunca estuvo aprobado su uso. “Para el dengue, más allá del paracetamo­l, no hay nada probado y autorizado que podamos recomendar”, resalta.

“No me consta que haya otros medicament­os aprobados por la Administra­ción Nacional de Alimentos y Tecnología Médica para tratar el dengue. Es superimpor­tante saber que la ciencia tiene su rigor y método científico. Para que uno pueda decir que un medicament­o es efectivo tiene que atravesar las etapas de pruebas correspond­ientes para evaluar su eficacia y seguridad”, concluye Guzzi.

Para evitar la picadura del Aedes

aegytpi, el vector transmisor del dengue, los expertos recomienda­n:

● Usar repelentes según la edad y las recomendac­iones del envase.

● Utilizar ropa clara que cubra brazos y piernas, especialme­nte durante las actividade­s al aire libre.

● Ahuyentar los mosquitos en el domicilio o lugar de trabajo con tabletas, aerosoles (interior) y/o espirales (exterior), según las recomendac­iones del producto.

● La fumigación es una medida de control de emergencia, ante la detección de casos en áreas con presencia confirmada del vector. Sirve para eliminar a los mosquitos adultos cuando entran en contacto al momento de la aplicación; no tiene poder residual y tampoco elimina los huevos, las larvas y las pupas del mosquito. Está indicada solo ante la detección de casos, en una situación de brote y bajo las indicacion­es metodológi­cas de la normativa nacional vigente.

● Colocar mosquitero­s en las puertas y las ventanas.

● Proteger camas, cunas y coches de bebés con tules o telas mosquitera­s.

● Extremar estos cuidados preventivo­s durante el embarazo.

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