LA NACION

Horror en Pinamar: mataron a un chef con 40 puñaladas y sospechan de una venganza

La víctima tenía 36 años y fue atacada dentro de su vivienda; los investigad­ores descartan la hipótesis de un robo

- Darío Palavecino

MAR DEL PLATA.– La autopsia reveló que Nicolás Eduardo Tapia Páez, el chef de 36 años hallado muerto en un departamen­to de Pinamar, fue asesinado de 40 puñaladas. Aunque en la escena del crimen se encontraro­n varias pisadas, la policía no pudo encontrar el arma homicida. Tampoco registraro­n signos de que el inmueble haya sido revuelto o faltantes evidentes, por lo que la hipótesis principal de la investigac­ión, en principio, excluiría el robo y apuntaría a una venganza o un homicidio por cuestiones personales.

Los investigad­ores trabajan sobre registros de cámaras de seguridad de las inmediacio­nes en busca de pistas que permitan identifica­r al o los autores del crimen ocurrido en el 3°A de la torre de departamen­tos de De La Sirena 48, casi esquina Caracol, que fue denunciado al 911 anteayer, a las 18.

Las fuentes consultada­s por

indicaron que, en un principio, la comunicaci­ón hablaba de un “intento de suicidio”. Los medios informativ­os locales indicaron que fue una expareja de la víctima quien lo habría descubiert­o.

Cuando arribaron los efectivos de la comisaría 1a. de Pinamar hallaron la puerta del inmueble entreabier­ta. Adentro, había un hombre boca arriba sin vida, “aparenteme­nte con un golpe en la cabeza”, y manchas de sangre en el piso.

Los vecinos del lugar ya habían identifica­do al fallecido como Nicolás Páez, cocinero del hotel Zentiva.

se comunicó con esa posada, la nacion pero no brindaron informació­n allí sobre la relación laboral de la víctima del crimen.

Ta pi aPáez trabajaba en el restaurant­e del establecim­iento hotel ero gastronómi­co situado cerca del acceso ala ciudad balnearia, en avenida Bunge y De las Totoras.

El cadáver lo encontró una amiga que vivía con él, pero, según informaron fuentes judiciales a la nacion, no era su pareja. “Había un acuerdo que cuando él tenía encuentros o citas yo me iba ”, dijo en su primer testimonio, para poner en situación sobrecompo­rtamiento s de Ta pi aPáez.

En la escena del crimen los peritos pudieron identifica­r varias pisadas que dejaron marcas dentro del departamen­to y en el camino de salida del edificio. Por la clase de calzado y tamaño se cree que serían huellas de un hombre.

El arma utilizada no pudo ser hallada hasta el momento, confirmaro­n los investigad­ores. Tampoco se halló en el departamen­to el teléfono celular que usaba la víctima, por lo que desde la investigac­ión se avanzó con su posible rastreo satelital, a la espera de resultados de un seguimient­o de su línea y los eventuales llamados o mensajes que realizó o recibió en horas previas a su muerte.

Frente a la ausencia de otros faltantes, la investigac­ión intenta avanzar sobre hipótesis que van desde un caso pasional a algún eventual ajuste de cuentas por causas aún desconocid­as.

A tal efecto se estaban recabando testimonio­s para determinar los últimos movimiento­s de Tapia Páez, sus vínculos y relaciones, ya que creen que de esa informació­n podrían salir datos relevantes para la investigac­ión del homicidio.

Fuentes del municipio aseguraron a que desde el centro la nacion de monitoreo se aportaron a la Justicia las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona con grabacione­s de los movimiento­s en horarios previos y posteriore­s al crimen. Ese material ya está a disposició­n del fiscal Pablo Gamaleri, de la Unidad Funcional de Instrucció­n descentral­izada de Santa Teresita, a cargo temporalme­nte de la causa por homicidio agravado. A mitad de semana seguirá con el caso su colega con jurisdicci­ón en Pinamar, Juan Pablo Calderón.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina