El mercado ahora ve la inflación en un dígito desde mayo
La anual estaría debajo de 200%; el pronóstico es previo a que Caputo dijera que estuvo en torno a 10% en marzo
Los analistas del mercado recalcularon a la baja sus pronósticos de inflación para este año por tercer mes consecutivo: ahora estiman que cerrará con un aumento del índice de precios al consumidor (IPC) del 189,4%, más de veinte puntos porcentuales (p.p.) por debajo del 210% anual que habían estimado hace un mes y 37,6 puntos menos que la que imaginaban cuando 2024 apenas arrancaba.
De concretarse, resultaría inferior en 22 puntos a la del 211,4% anual registrada el año pasado.
El reajuste deviene principalmente de la revisión a la baja que debieron hacer de las proyecciones para marzo, que podaron del 14,3% al 12,5%, y del ajuste del 12% al 10,8% que hicieron en promedio del pronóstico que tenían para abril.
Los datos surgen del Relevamientode Expectativas de Mercado (REM), la encuesta que mes a mes realiza el Banco Central (BCRA) y que esta vez se desarrolló entre los días 25 y 27 de marzo recabando opiniones de 37 participantes (24 consultoras y 13 bancos locales).
Tal vez por ello las proyecciones quedaron por encima del “anticipo” realizado a fin de la semana pasada por el ministro de Economía, Luis Caputo, sobre un porcentaje que habría estado “en torno al 10%” en marzo, índice que se conocerá oficialmente este viernes.
La encuesta también revela que el conjunto de participantes del REM ubicó sus previsiones de inflación núcleo en 179% para todo el año (-27,3 p.p. que el REM previo).
Así, los analistas confirman que ven que la inflación está y estará transitando una pendiente descendente mayor que la que esperaban hasta hace algunas semanas, lo que los obligó a readecuar sus proyecciones para los meses que siguen hasta pasada la mitad del año.
Se trata de un ajuste derivado de un menor “arrastre estadístico”, de los anuncios que hizo en las últimas semanas el Gobierno vinculados a la postergación de algunos de los ajustes tarifarios previstos (para tratar de asegurar ese proceso) y del impacto que la recesión tiene en la demanda de bienes y servicios en general, según confiaron algunos de los encuestados.
No en vano calculan que la actividad caerá entre 3,5% y 4,1% este año, a partir de la contracción del 3,8% que estiman se habría registrado durante el primer trimestre del año. Ese cuadro de estanflación se mantendrá durante el trimestre en curso, meses en que la economía caería otro 0,1%, aunque ya contenida por el “efecto cosecha”.
Así, el nivel de actividad recién comenzaría a recuperarse en el tercer trimestre, cuando el PBI rebotaría un 0,6 % trimestral.
Según la nueva curva de expectativas inflacionarias, la posibilidad de alcanzar una inflación mensual de un dígito llegaría en mayo, cuando se ubicaría entre 9,3% y 9%, según se consideran los pronósticos del top 10 (los encuestados que demostraron ser más fiables) o el promedio en general.
De allí en más seguiría una lenta pero sostenida tendencia a la baja, que haría que el IPC general se ubique entre un techo de 7,3% y un piso 6,2% entre agosto y septiembre.
Las proyecciones incluyen un supuesto de mayor estabilidad cambiaria, que queda reflejado en el pronóstico de una devaluación anual del 124% para el peso, la que resulta 26,8 puntos inferior a la que habían hecho en el REM previo.
Para los analistas, el dólar oficial podría cruzar los $1000 en junio (lo ven a $1003,3), momento en que empezaría a correr a una velocidad más próxima a la que tenga la inflación. Eso lo llevaría a cerrar el año a $1438,3 que, así y todo, es menor en $160 al valor que esperaban para entonces hasta hace un mes.
El REM muestra además que el mercado espera que las exportaciones (FOB) totalicen US$80.842 millones y las importaciones (CIF) US$65.162 millones, de lo que resultaría un superávit comercial por encima de los US$15.000 (lo calculan en US$15.680 millones).
A su vez, proyectan una tasa de desocupación abierta que se habría ubicado en 7,1% en el primer trimestre, pero treparía al 7,5% durante el trimestre en curso, nivel en que se mantendría con leves variaciones hasta fin de año.